Era el último eslabón que unía esta gran masa a la península; medía 500m de ancho
El puente de hielo que mantuvo la barrera antártica Wilkins en su lugar durante cientos de años finalmente se quebró anteayer y el colapso anticipa más derretimiento de hielos por el cambio climático.
“Es asombroso cómo se rompió el hielo” dijo a Reuters el glaciólogo del Servicio Antártico Británico, David Vaughan. Hace dos días, estaba intacto. Habíamos esperado un largo tiempo para verlo.”
Las imágenes satelitales tomadas por la Agencia Espacial Europea muestran que una larga banda de hielo de 40 km se quebró en su punto más angosto, que medía alrededor de 500 metros de ancho.
Sobre el mar quedó un montón de enormes icebergs planos. La pérdida del puente de hielo, que tenía alrededor de 100 km en 1950, permitirá ahora que las corrientes oceánicas erosionen aún más la barrera Wilkins. “Creo que vamos a perder más hielo, pero que habrá un remanente hacia el Sur”, dijo Vaughan. El área restante es del tamaño de Jamaica.
Las temperaturas en la Península Antártica, que avanza hacia América del Sur, se han elevado alrededor de tres grados Celsius en los últimos 50 años. Es el calentamiento más acelerado del hemisferio sur.
“Creemos que el calentamiento de la Península Antártica está relacionado con el cambio climático global, aunque la evidencia todavía no es totalmente clara”, dijo el especialista británico. También aclaró que este derretimiento no tendrá una influencia directa en el aumento del nivel de los mares.
En el último medio siglo, otras nueve barreras han retrocedido o colapsado alrededor de la Península Antártica, frecuentemente en forma abrupta, como la de Larsen A, en 1995, o la de Larsen B, más al Norte, en 2002. Esta tendencia se atribuye al cambio climático producido por el creciente contenido de los gases de invernadero de la atmósfera.
En enero, Vaughan aterrizó en el angosto puente de hielo, que se elevaba unos 20 metros por encima del mar, junto con un grupo de científicos y dos periodistas de Reuters. Predijo que se quebraría este año.
Según afirmó en un comunicado el secretario del Interior de los Estados Unidos, Ken Salazar, “El rápido derretimiento de los glaciares también muestra los profundos efectos que está sufriendo nuestro planeta, más rápidamente de lo que se creía.”
“Este continuado y significativo derretimiento de los glaciares es una llamada de alarma que nos advierte que el cambio está sucediendo… y que tenemos que estar preparados”, coincidió la glacióloga Jane Ferrigno, que condujo el estudio antártico.
“La Antártida provoca un especial interés porque tiene alrededor del 91% del volumen de los glaciares de la Tierra, y el cambio en cualquier parte de la cubierta helada plantea amenazas para la sociedad”, agregó.
Basado en nuevos análisis computacionales y en mediciones recientes, otro estudio publicado en la revista Geophysical Letters por la National Oceanic and Atmospheric Administration informa que el hielo se está derritiendo más rápidamente de lo que se esperaba también en el Artico.
El Panel de Cambio Climático de las Naciones Unidas proyecta un aumento de la temperatura global de entre 1,8 y 4 grados Celsius debido a las emisiones de gases de invernadero. Esta modificación de las temperaturas podría originar inundaciones, olas de calor y tormentas extremas.
La barrera Wilkins cubría un área de 16.000 km2, aproximadamente el tamaño de Irlanda del Norte. Después de mantenerse estable durante la mayor parte del último siglo, empezó a retraerse en los años noventa. En 1998, 1000 km2 se perdieron en unos pocos meses.
El colapso final comenzó hace alrededor de un año, cuando un gran iceberg se desprendió del frente austral de la barrera. Imágenes procesadas por el Servicio Antártico Norteamericano mostraron que el borde de la barrera comenzaba a desintegrarse siguiendo un patrón característico del derretimiento causado por el calentamiento.