Invertir en lo real es la oportunidad

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Existen algunos aspectos del actual debate sobre la crisis financiera internacional que se asemejan sospechosamente al debate sobre el cambio climático. Algunos sostienen que la actual situación económica mundial supone únicamente un declive de la economía y que la mejor manera de abordar esta cuestión es dejar actuar a las leyes de libre mercado y así los problemas se resolverán por sí solos: Esto es, por el principio de no intervención. Otros defienden este mismo tipo de planteamiento en relación con el tema del cambio climático, argumentando que la ciencia es poco clara y que las causas y efectos del cambio climático siguen siendo discutibles.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1059058Vistos desde esta perspectiva, los debates parecen, en efecto, semejantes aunque las reacciones no lo sean. En un intento por evitar el colapso financiero, los gobiernos de varios países del mundo se han unido y, en sólo una semana, han destinado enormes recursos para apoyar a los fallidos sistemas bancarios en todo el mundo: un paquete de salvación de 700.000 millones de dólares en Estados Unidos; 41.500 millones para favorecer el préstamo a pequeñas y medianas empresas en Europa, y 50.000 millones para aumentar la liquidez del sistema bancario de Rusia, además de 100.000 millones como paquete de crisis para dicho país. Sólo en los sueños cabe imaginar un tal alarde de urgencia, responsabilidad y compromiso para con la otra crisis que amenaza al mundo; una crisis no menos siniestra y, probablemente, mucho más desastrosa en términos de su posible impacto devastador.

El cambio climático, como multiplicador de amenazas, afectará a cada nación, de forma simultánea, uniendo amenazas y retos. Tal y como afirmó recientemente Al Gore en la reunión de la Clinton Global Initiative: La conexión entre cambio climático y pobreza debe ahora considerarse como un tema prioritario. La solución de conflictos resultará esencial en la medida en que se incrementan los riesgos climáticos y en que la escasez de agua y alimentos obligue a los pueblos a atravesar continentes y fronteras.

Los científicos predicen que 145 millones de personas la mayoría de la región del Asia-Pacífico se verán desplazadas si las aguas crecen 1 metro. Algunos científicos creen posible que, en este siglo, se produzca una subida del nivel del mar superior a 5 metros. Teniendo en cuenta el probable fenómeno de punto de inflexión o tipping point, que se produce cuando la temperatura de la superficie de la Tierra alcanza un punto en el que cataliza varios sucesos relevantes de forma simultánea, tal cosa podría producirse mucho antes del final del siglo.

El cambio climático ya está afectando a las comunidades más vulnerables del mundo. El presidente Museveni, de Uganda, ha descrito el cambio climático como un acto de agresión de los ricos contra los pobres, y sus efectos ya están causando una enorme tensión entre las regiones afectadas, debido a la creciente escasez de recursos naturales, fundamentalmente, agua y tierra fértil. La crisis de Darfur en la que se han producido ya 200.000 muertes es, en esencia, la lucha entre las comunidades nómadas y pastoriles para obtener recursos cada vez más escasos, debido al cambio climático.

Solamente en los años 90, los conflictos basados en la escasez de recursos causaron 5 millones de muertes en todo el mundo, junto con el desplazamiento de millones de personas a ciudades que ya se encontraban congestionadas. El hecho de que el cambio climático vaya a afectar de forma cada vez más significativa a esas mismas ciudades, en particular a las más grandes, se está convirtiendo en un motivo de preocupación para todos los países, especialmente si se tiene en cuenta que más de 3300 millones de personas viven en ciudades, una cifra que supera la población mundial en 1960.

Tratar el cambio climático y sus consecuencias en relación con los recursos acuíferos va a necesitar más que un simple ajuste tecnológico, a medida que más países en desarrollo se urbanizan y aspiran a alcanzar los estándares fijados por las naciones de alto consumo.

Cada vez resulta más necesario que los expertos en cambio climático, los profesionales del agua, y los planificadores rurales y urbanos trabajen conjuntamente para definir las prioridades estratégicas necesarias para la adaptación a esta nueva situación. Las estrategias deberán tener en cuenta las inquietudes y necesidades de las diversas partes interesadas, ya sean rurales o urbanas.

El camino a seguir para afrontar el reto del cambio climático se basa en un planteamiento unificado que permitirá desarrollar soluciones novedosas y evitar conflictos por los recursos naturales.

Volviendo a la crisis financiera, si queremos combatir la enfermedad, en lugar de sus síntomas, ya es hora de empezar a pensar en términos de sinergias y oportunidades, al margen de la típica caja de instrumentos multiuso de amenazas y prioridades. Al fin y al cabo, el cambio climático no es un conquistador a quien temer, sino un reto a superar. Genera oportunidades para el desarrollo y la venta de tecnologías que serán objeto de demanda por mercados futuros.

Teniendo en cuenta incentivos subyacentes, como sequías, subidas del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos cada vez más extremos, este nuevo mercado va a exigir enormes cantidades de productos y servicios nuevos o adaptados en distintas áreas, como las de la eficiencia energética, la infraestructura acuífera, los cultivos modificados, la protección contra inundaciones, así como lo relativo a nuevas viviendas y edificios comerciales. Teniendo en cuenta la naturaleza de la actual crisis financiera, el cambio climático y sus retos en relación con el agua asumido como una oportunidad, pueden servir como catalizador para encauzar un sistema financiero desbocado hacia las necesidades básicas y de largo plazo de la economía real.

En realidad, ya se está creando un nuevo mercado. Entre los años 1995 y 2005, poseer acciones de empresas de la industria del agua habría supuesto una ganancia anual media de un 18,5%. ¡Esto es más del doble del índice S&P 500, casi el doble del Dow Jones, y más del doble del Nasdaq, por el mismo periodo! Y este nuevo mercado es más estable que cualquier otra tendencia previsible de mercado, ya que:

a) Se trata de un mercado creado por la necesidad, y no por el capricho: la demanda de agua no se ve afectada por la inflación, por la recesión, por los tipos de interés, por el precio de la vivienda o de la energía, ni tan siquiera por las guerras.

b) Los gobiernos se van a constituir en grandes y solventes consumidores de servicios y productos. Según el Wall Street Journal, el gasto relacionado con la nueva infraestructura del agua podría superar, solamente en Estados Unidos los mil millones de dólares en el año 2015;

c) La demanda va a seguir creciendo: ¡80 países y 3.000 millones de personas ya la necesitan desesperadamente en la actualidad!

Es famosa esta frase de Winston Churchill el pesimista ve una dificultad en cada oportunidad; el optimista ve una oportunidad en cada dificultad. Resulta esperanzador que la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), junto con el Club de Madrid, apoyados por la Provincia y la Commune di Milano y la Fondazione Eni Enrico Mattei, fueran anfitriones la última semana, de la conferencia internacional sobre Ciudades competitivas y cambio climático (Competitive Cities and Climate Change), en Milán, para afrontar los retos y oportunidades que nos esperan.

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Acerca de Cambio Climatico

Este blog nació bajo la idea de un grupo de profesores de la PUCP de distintas especilidades interesados en promover la problematica de cambio climatico que actualmente nos preocupa a todos. El objetivo del Blog es simple, difundir noticas nacionales e internaciones, investigaciones, articulos, etc, relacionados al tema, sin tratar de tomar parte de alguna posicion en particular, solo informar.

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