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Cerebro, neurociencia, aprendizaje

El autismo mejora con la fiebre ¿Por qué?

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En el campo de la educación, o de la pedagogía, para ser más precisos, como en otras ciencias, hay algunas áreas de frontera en las que la relación con otras ciencias suele producir nuevos conocimientos que luego pueden ser aplicados al conjunto del sistema educativo. Los estudios y tratamientos sobre el autismo, el síndrome de Down, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), y otros problemas del desarrollo, nos permiten aprender sobre el desarrollo de las diferentes capacidades humanas y cómo potenciarlas. De la misma manera, aunque a un nivel menos, los avances en la didáctica para el aprendizaje de idiomas también abre nuevas ventanas de oportunidad para enfrentar el tema de la lecto escritura y la educación bilingüe.

Recientemente se está investigando sobre la relación entre la fiebre y los síntomas del autismo tales como: Lenguaje poco o nulo; repite lo que oye como si fuera un eco, actúa como sordo, no mira directamente a los ojos, no muestra interés por su entorno, no sigue instrucciones, etc. Y ocurre que cunado hay fiebre estos síntomas se atenúan. Porqué ocurre y si realmente es posible estimular algunas áreas del cerebro para mejorar esta condición es algo de lo que trata el siguiente artículo de Pere Estupinya cuyo blog se publica en el diario El País.

La investigación de Marian Mellén en la Rockefeller University de New York está financiada íntegramente por un matemático multimillonario cuya hija sufre autismo. Hasta aquí todo normal (en EEUU).
Lo excepcional es que ya hace un tiempo James Simons observó que su hija mejoraba cuando tenía fiebre. Durante unos días le miraba a los ojos, hablaba más, y sufría menos movimientos descontrolados característicos de la enfermedad. Resultó que no era el único caso. Muchos padres habían notado disminución de los síntomas en sus hijos autistas durante procesos febriles. La confirmación a esta extraña relación llegó en diciembre de 2007, cuando epidemiólogos de la Johns Hopkins School of Public Health publicaron un estudio clínico ratificando que efectivamente; sin conocer todavía por qué mecanismo, pero la subida de temperatura corporal atenuaba los síntomas del autismo. Leer más »