Hugo Ñopo es un peruano en el BID, y como suele suceder, no es profeta en su tierra. Pero, en esta entrevista concedida a Iana Málaga para El Comercio Martes 25 de Enero del 2011 habla de lo que puede hacer falta a la educación peruana. Ñopo no haría lo que Toledo de aumentar los sueldos a cambio de nada, nuevamente propone una mayor responsabilidad y participación en la gestión, tema que los candidatos parecen haber olvidado. Su propuesta de monitoreo es ambiciosa considerando la dispersión rural, pero no esta mal una especie de SIAF de centros educativos. También parece quedar claro que la educación debe verse como una ecología en la que hay desarrollos diversos, mutaciones, y transgénesis que van más allá de la simple división entre público y privado. Lo que no me gusta es la resignación respecto de la velocidad del cambio 10 ó 20 años, porque en esta lógica son los más pobres los que quedarán al final.
Aquí la entrevista:
“El año pasado, el Perú ocupó el puesto 62 entre 65 países que rindieron la prueba del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), la cual mide las destrezas verbales y matemáticas de alumnos de 15 años en distintos colegios públicos y privados. Aunque hubo una leve mejora en comparación con el último puesto que ocupó el país cuando se rindió la misma prueba en el 2000, el especialista en temas de educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) expone qué otros esfuerzos se deben realizar para seguir escalando más peldaños.
¿Qué acciones urgentes debería tomar el Estado para avanzar en la prueba PISA?
Lo primero es reentrenar a los maestros. Y no es algo fácil, pues se trata de profesores que ya tienen una manera muy arraigada de enseñar lectura, matemáticas y ciencias a los niños. Se debe reforzar las habilidades de los actuales maestros y trabajar fuertemente con las nuevas generaciones de docentes que ingresen a las escuelas. Hay que tener en cuenta que esto no generará cambios inmediatos; se trata de un proceso que puede demorar diez años o un par de décadas para obtener grandes resultados.
¿Y cómo incentivar la labor de los docentes?
No se trata de aumentar los sueldos sin ninguna razón. Como sucede en Colombia y Chile, se debe premiar con buenos sueldos a los profesores que realmente demuestren ser efectivos, como contrapartida a un mejor servicio. Además, se debe revalorizar la carrera pública. Actualmente en el Perú los jóvenes más talentosos no optan por ser maestros ni estudiar pedagogía. Eso tiene que cambiar. En países como China y Finlandia, la docencia es la profesión más reputada del mercado. Y el nivel educativo es muy alto, pues allí trabajan los profesionales más talentosos.
¿Solo se trata de capacitar a los maestros?
También es importante un cambio en el modelo de gestión en todos los estamentos del sistema, como el Ministerio de Educación, los directores de las UGEL, los directores de las escuelas y finalmente los maestros. Los países que ocupan los primeros lugares del PISA son los que han aplicado un modelo de gestión multidimensional para mejorar la calidad educativa. En ese sentido, el rol de la comunidad y de los padres de familia también es fundamental.
¿Cómo monitorear estas mejoras?
El Ministerio de Educación debe contar con herramientas de información que le permitan conocer qué se hace en cada escuela del país. Así como sucede en cualquier empresa, el Estado debería contar con sistemas de monitoreo y control para saber al detalle si el profesor estuvo ausente, si cumplió con los contenidos, qué tipo de pruebas se toman en las aulas y cuáles son los resultados de las mismas.
¿Y cómo debe contribuir la empresa privada en la reforma del sistema educativo?
En los países que ocupan los primeros puestos en el PISA, el sector privado ha cobrado fuerza no por donar dinero a las escuelas, sino por inyectar ideas, nuevas prácticas y nuevos modelos pedagógicos. Su rol no es solo traer dinero, sino también innovación. De hecho, al plantear pequeñas intervenciones y tener un ámbito de acción más reducido, las empresas tienen más libertad para experimentar e innovar en nuevas prácticas educativas que luego se puedan replicar en otros ámbitos.”
Para saber más de Hugo Ñopo ver, BID INVESTIGACIÓN Y DATOS