Que el presupuesto del sector educación aumente en más de 40% en un periodo de gobierno es una buena noticia, y hasta parece insensato reclamar un esfuerzo mayor. Es cierto que este incremento resulta más impactante, si además se considera que también debe haber aumentado el gasto privado en educación de modo que el gasto total en educación (público + privado) en la EBR podría estar bordeando el 5% del PBI. Un buen publicista sumaría todos los ripios posibles y tal vez puede anunciar que se cumplió la meta del Acuerdo Nacional. Otro factor que hace que este mayor gasto pueda tener un mayor impacto, es que se distribuye entre una cantidad de alumnos que prácticamente no aumentará en el mediano plazo, por lo que de aquí en adelante el gasto educativo per cápita tenderá a subir.
De otra parte el incremento tiene dos fuerzas que lo impulsan, una es la carrera docente que mejora el salario de los mejores docentes según la evaluación que realiza el MED, y la otra es el ordenamiento del gasto en infraestructura y materiales educativos. Sobre esto último vale la pena detenerse y explicar que 20 años después de culminada la guerra contra SL y la destrucción económica del país, los subsistemas de mantenimiento, distribución de materiales educativos, y carrera docente, han comenzado a operar con regularidad, hay sin embargo enormes fallas en el sistema de calidad. Haciendo una analogía con una carrera de automóviles, luego de entrar en los pits, se han terminado las reparaciones y hemos encendido el motor… falta hacerlo caminar, luego correr, y finalmente convertirlo en un vehículo suficientemente rápido como para alcanzar a los que están en la punta.
Por ahora los mayores beneficiarios de estos incrementos son los estudiantes de las zonas urbanas en las que ha crecido más el ingreso, y donde el estado ha invertido más. Este impacto es todavía uno de forma más que de fondo. Para las familias la forma de mejorar la educación de sus hijos cuando tienen más ingresos se traduce en mayores gastos en el centro educativo, esto puede ser a través de las APAFAS en los colegios públicos, y a través de las pensiones (y también APAFAS) de los colegios privados. [Habría que estudiar el papel de las APAFAS como estratificador social].