Desde el siglo XI el pueblo nómade de gitanos o romaníes, deambula por el mundo. Originarios de la india hablan una lengua derivada del sánscrito. Reacios a integrarse a las comunidades donde viven, son generalmente discriminados y perseguidos allí donde viven. De acuerdo con la resolución del 25 de marzo, la UE estima que hay unos 10 a 12 millones de Romaníes europeos continúan siendo víctimas de discriminación, permanecen en un situación de extrema pobreza y de exclusión social. ¿Hay un límite en la pluriculturalidad? ¿Por qué siglos de convivencia no han logrado diluir las diferencias? ¿¿Cómo han resistido, cómo resisten? Estos temas han vuelto a la discusión política en Europa, particularmente en Francia donde los cerca de 400 mil gitanos que allí viven son usados como cortina de humo por el gobierno de Sarkosy.
El Perú es pluricultural, y si bien podemos decir que nos discriminamos unos a otros, parecemos también más dispuestos a tolerarnos, porque al fin y al cabo, como dice Ricardo Palma “el que no tiene de inga tiene de mandinga” ¿Tiene la educación algo que ver con todo esto?
Favio Figallo