Un ortodoxo, un luterano y un católico, Premios Ratzinger 2017
1:00 p m| 04 oct 17 (VI/VN/BV).- El estonio Arvo Pärt, ortodoxo, es el primer compositor en recibir esta distinción y en la edición de este año lo acompañan un teólogo católico, el sacerdote Karl-Heinz Menke, y un teólogo protestante, Theodor Dieter. El anuncio fue hecho por el P. Federico Lombardi SJ, presidente de la Fundación Ratzinger, que premia a “las personas que responden al reto de promover un diálogo profundo entre la ciencia, la teología y la filosofía”.
El jesuita subrayó el aspecto ecuménico de una iniciativa que ha premiado a tres representantes de las tres confesiones cristianas. Además, se dio a conocer la entrega de un nuevo reconocimiento con el nombre de “Razón abierta” que premia proyectos de investigación colectivos y programas docentes.
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El jesuita Federico Lombardi, presidente del Consejo del consejo de administración de la Fundación vaticana Joseph Ratzinger, anunció el 26 de septiembre los galardonados con el Premio Ratzinger 2017 que se entregará en el Vaticano el próximo 18 de noviembre, siendo la de este año la séptima edición. El jurado ha elegido tres vencedores, como en la edición de 2011, frente a los dos habituales.
El primero de ellos es el teólogo luterano alemán Theodor Dieter, de 66 años, es un teólogo luterano alemán. Es profesor desde 1994 y desde 1997 director del Instituto para la Investigación Ecuménica de Estrasburgo; está fuertemente comprometido en el diálogo ecuménico y tuvo un papel de enorme importancia en la redacción y aprobación de la “Declaración conjunta sobre la doctrina de las justificaciones” del 31 de octubre de 1999. Además participó como relator, en 2012, en un encuentro de diálogo en Castelgandolfo con la presencia de Benedicto XVI.
También ha resultado reconocido Karl-Heinz Menke, teólogo y sacerdote católico alemán, profesor emérito de Dogmática y Propedéutica en la Facultad Teológica de la Universidad de Bonn, además de ser miembro de diferentes comisiones en la Conferencia Episcopal Alemana. Cuenta con varias publicaciones teológicas y se distingue por ser un profundo conocedor del pensamiento de Joseph Ratzinger, a quien ha dedicado varios estudios. El papa Francisco lo nombró en 2014 miembro de la Comisión Teológica Internacional.
Ha sido, no obstante, la decisión de entregar un premio a una tercera figura, el compositor Arvo Pärt, la que más ha marcado un cambio de rumbo en el fallo de unos premios que en sus seis años de historia siempre habían reconocido teólogos y no artistas. El compositor musical de 82 años y nacido en Estonia, interpretó ante Benedicto XVI un Padre nuestro con motivo de la celebración de los 60 años de su sacerdocio. En 2011 recibió el doctorado honoris causa en música sacra del Pontificio Instituto de Música Sacra, además de haber sido nombrado por Benedicto XVI como uno de los miembros del Pontificio Consejo de la Cultura.
Su última composición, de 2008, ha sido la sinfonía número 4 “Los Ángeles”, encargo de la Los Ángeles Philharmonic Orchestrae y dedicada al magnate ruso Mijail Jodorkovskij. “Pärt –dijo durante la conferencia de prensa el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura y miembro de la Fundación Ratzinger- es el más grande compositor de música contemporánea en vida, con una producción inmensa y extraordinariamente elevada, capaz de conjugar la gran herencia del pasado, incluso del canto gregoriano, con la nueva gramática musical de hoy. Es una bellísima decisión, la de la comisión, que indicará una nueva vía para la teología y para la música”.
“El aprecio de Joseph Ratzinger Benedicto XVI por el arte y la música y la inspiración altamente religiosa del arte musical de Pärt han justificado la atribución del Premio incluso fuera del ámbito más estrictamente teológico”, agregó luego el P. Lombardi, que también hizo notar cómo se está extendiendo “el ámbito de las actividades de los premiados, que ahora incluyen también las artes: en este caso, la música de profunda inspiración religiosa”.
Con estos tres perfiles, “hemos alargado el ámbito de actividad de los premiados, incluyendo también las artes, como es el caso de la música, de profunda inspiración religiosa”, señaló Lombardi.
Premio “Razón abierta”
La Fundación ha consolidado la relación que mantiene con la Universidad Francisco de Vitoria, y ha convocado un nuevo premio. El nombre, “Razón abierta”, hace referencia a uno de los conceptos clave del papa Ratzinger, que “insiste en la necesidad de tener una visión amplia y abierta de la razón y de su ejercicio en la búsqueda de la verdad y de respuestas a las preguntas fundamentales sobre la humanidad y su destino. Esta idea es fundamental para el diálogo entre la Iglesia y la cultura moderna, y entre las ciencias y la filosofía y la teología, y, por lo tanto también una idea fundamental para la manera de concebir la universalidad y su función”, señaló Lombardi.
Los argumentos de los 367 trabajos que llegaron al Vaticano estaban divididos en las Ciencias jurídicas, económicas y sociales, las Ciencias de la comunicación, las Ciencias físicas, biológicas, ambientales, biomédicas y de la salud, la Ingeniería y la Arquitectura, Ciencias humanísticas, Filosofía y Teología.
La Fundación ha premiado dos investigaciones, la de Darcia Narvaez, de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos) sobre “Neurobiología y desarrollo de la moralidad humana”, y la de Claudia Vanney y Juan Franck, de la Universidad Austral de Buenos Aires con “¿Determinismo o indeterminismo? Grandes preguntas de la ciencia a la filosofía”. También se premian a dos proyectos de docentes: Michael Schuck, Nancy Tuchman y Michael Garanzini de la Loyola University de Chicago sobre la formación ecológica y la religiosa dominica Sarolta Laura Baritz, de Budapest, sobre la principios sociales cristianos de la economía.
Además se ha concedido una mención especial al reverendo anglicano Christopher Cook y dos profesores jóvenes de comunicación de la Universidad Francisco de Vitoria, Arturo Encinas Cantalapiedra y Alberto Oliván Tentorio, por su curso de viodejuegos.
Finalmente, se anunció que entre noviembre y diciembre, se llevará a cabo el VII Congreso Internacional de estudio, que ha sido organizado este año junto con la Universidad Católica de Costa Rica, de San José, y estará “dedicado al tema tan actual de la encíclica Laudato si, teniendo presente la continuidad del magisterio del papa Francisco con el de Benedicto XVI, también en este campo específico”.
Fuentes:
Vatican Insider / Vida Nueva / Fundación Ratzinger / Religión Digital