Una Catedral de luz
El arquitecto que la diseñó, Craig Hartman de Skidmore, Owings & Merrill LLP, una firma conocida por sus grandes edificaciones comerciales, tuvo la intención de crear un espacio hecho de materiales simples y luz, de modo que resulte inspirador. Logró su cometido.
Estructuralmente la catedral también se une finamente a la tierra. Su base de concreto flota sobre una secuencia de aisladores para proteger la construcción de daño sísmico. Una estructura de madera como una persiana crece desde la base, con un estilo entretejido que permite ver el cielo. Su forma elíptica tuvo diversas influencias, desde el antiguo símbolo Cristiano del pez hasta las esculturas de Richard Serra. La estructura de trama abierta refleja el deseo de la diócesis de crear una experiencia de “adoración cinética” que coloque a los fieles en un espacio donde puedan recibir la luz de Cristo y enviarlos al mundo a compartirla. A pesar de su porosidad, el edificio ha sido construido para durar 300 años o más.
Como una canasta, la estructura de la catedral y parte de su decoración se ve como un tejido, evocando imágenes bíblicas, desde Moisés hasta Jesús. Su forma recuerda también los reconocidos modelos de canastas hechas por los Pomo y otras tribus californianas. Los retablos y confesionarios, de madera entramada, fomentan la cercanía entre el clero y laicado, además de resaltar la naturaleza cooperativa de la adoración. Los paneles de vidrio exterior que protegen la estructura interna de madera, tienen un patrón de líneas verticales que visualmente se entremezclan con los parteluces horizontales. Extensiones de aluminio recorren la parte superior de la catedral, quedando como los hilos de urdimbre de una canasta antes que el trabajo del tejedor haya terminado, lo que nos recuerda que nuestra vida no termina en la tierra.
El estilo “tejido” se mantiene también en un jardín conmemorativo al aire libre, que consiste en una roca circular que se ha roto en pedazos y se han vuelto a colocar casi juntos. Una placa indica que el monumento está “dedicado a las víctimas de abuso sexual por miembros del clero. Recordamos, y afirmamos: Nunca más, Oakland tiene la primera catedral de la nación para reconocer a estas víctimas con un monumento permanente“.
El santuario tiene en el centro una imagen de Cristo de gran tamaño. El diseñador Lonny Israel ha recreado ingeniosamente el Cristo en Majestad (del siglo 12) ubicado en la fachada occidental de la catedral de Chartres. La imagen fue cortada con láser en paneles de aluminio. Se le hicieron 94.000 perforaciones de varios tamaños, calibradas para recrear la figura de Cristo cuando la luz pasa a través de ellos.
Con la finalidad de que todos se sientan bienvenidos, incluyendo aquellos que no están familiarizados con la iconografía tradicional católica, el santuario renuncia a gran parte de los elementos acostumbrados en las catedrales: esculturas, pinturas, vidrieras de colores y telas. En cambio, el ojo se deleita en superficies abstractas, sutilmente animadas. “Absorbemos cosas de nuestro mundo, que usualmente no nos resulta tan evidente”, dijo Hartman, “pero hay un efecto acumulativo que influye en la forma en que pensamos acerca del mundo, acerca de la vida.”
La oscuridad gótica de una catedral fue cortada por la luz que emana de los vitrales, una alusión a la tendencia de la humanidad hacia la salvación en medio de la siempre presente tentación y gracia. Nosotros, que tenemos al alcance de nuestra vista tanta miseria humana como se puede soportar, conocemos muy bien la oscuridad. Tal vez sea momento de que busquemos la luz para nuestras vidas.
Artículo publicado en America Magazine.