Francisco en Eslovaquia: Evitar una Iglesia rígida y cerrada
10:00 p.m. | 15 set 21 (NCR/LN).- Al terminar su visita a Hungría, el Papa se dirigió a Eslovaquia, un país joven que nació hace 28 años al separarse sin conflictos de la República Checa. Lo llamó a ser “un mensaje de paz y fraternidad en el corazón de Europa”. Entre sus actividades resalta el encuentro con la presidenta Čaputová -conocida por su defensa del ambiente y su lucha contra la corrupción-, el mensaje a la Iglesia local sobre “el riesgo de una religiosidad rígida”, un discurso inspirador a la juventud católica y una homilía de despedida que puso a la Virgen como modelo “para vencer a la tentación de una fe estática, que se contenta con cualquier rito o tradición antigua”.
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En la segunda jornada de su primer viaje posoperación, el Papa, que se mostró una vez más en gran forma, llamó a Eslovaquia a ser un mensaje de paz y fraternidad en el corazón de Europa. “Fraternidad es lo que necesitamos para promover una integración cada vez más necesaria. Esta urge ahora, en un momento en el que, después de durísimos meses de pandemia, se plantea, junto a muchas dificultades, una anhelada reactivación económica, favorecida por los planes de recuperación de la Unión Europea”, dijo Francisco, en un discurso que pronunció en el jardín del Palacio Presidencial.
Justo un día después de que el Papa dijera a los líderes eclesiásticos y civiles de la vecina Hungría, conocida por sus políticas de inmigración de línea dura, que la cruz de Cristo requiere ser acogedor y hospitalario, el Papa instó a Eslovaquia a permanecer abierta a los necesitados. “Aunque se libren batallas por la supremacía en varios frentes, que este país reafirme su mensaje de integración y paz”, reflexionó el Papa. “Y que Europa se distinga por una solidaridad que, superando las fronteras, pueda devolverla al centro de la historia”.
Mientras que la estancia de siete horas del Papa en Hungría fue seguida de cerca por su encuentro con su primer ministro ultranacionalista Viktor Orbán, en la bienvenida por parte de la presidenta eslovaca Zuzana Čaputová se notó más cercanía. Čaputová, que fue elegida en 2019 con una plataforma anticorrupción, se reunió con Francisco en el Vaticano en diciembre de 2020 y los dos líderes están alineados en una serie de temas claves, sobre todo en materia de inmigración y preocupaciones ambientales.
“Todos somos frágiles y tenemos necesidad de los demás. Ninguno puede mantenerse al margen, ni como individuo ni como nación”, clamó Francisco. “Sus montes conectan cimas y paisajes variados en una cadena única, y trascienden los límites del país para unir en la belleza pueblos diversos… Cultiven esta belleza, la belleza del conjunto”. Estas declaraciones del Papa se produjeron durante su primer día completo en la capital eslovaca, donde pasó la mañana reuniéndose con la presidenta y los líderes civiles del país, así como con sus obispos, sacerdotes y religiosos católicos. En reuniones consecutivas, el Papa abordó temas similares, basándose en la rica herencia cristiana del país para trazar un camino hacia el futuro.
La joven democracia se convirtió en soberana en 1993 y entró en la Unión Europea y la OTAN en 2004. El Papa animó al país a seguir siendo “un mensaje de paz en el corazón de Europa” mediante estructuras económicas justas, políticas migratorias generosas y una auténtica libertad religiosa. “Me gustaría que nunca dejen que los fragantes sabores de sus mejores tradiciones se estropeen por la superficialidad del consumo y las ganancias materiales”, dijo el Papa. “Todavía se puede correr el riesgo de dejarse arrastrar por la prisa y la seducción de las ganancias, generando una euforia pasajera que, más que unir, divide”, advirtió también Francisco, que subrayó que “la sola recuperación económica no es suficiente en un mundo donde todos estamos conectados”.
“En estas tierras, hasta hace pocas décadas, un único sistema de pensamiento sofocaba la libertad”, dijo el Papa en referencia al pasado comunista del país. “Hoy otro sistema de pensamiento único está vaciando la libertad de sentido, reduciendo el progreso al beneficio y los derechos sólo a las necesidades individuales”. Una sociedad justa, agregó Francisco, es aquella que permite “que cada persona reciba el pan del empleo, para que ninguno se sienta marginado o constreñido a dejar la familia y la patria en busca de una vida mejor”.
Y a pesar del desacuerdo del Vaticano con el gobierno eslovaco en ciertas cuestiones sociales, incluidos los derechos reproductivos y las políticas LGBTQ, el Papa enfatizó la necesidad de colaboración y diálogo en lugar de una oposición estricta. “La sal de la fe no actúa reaccionando en términos mundanos, participando en guerras culturales, sino sembrando silenciosa y humildemente las semillas del reino de Dios, especialmente con el testimonio de la caridad”, dijo.
Francisco contra una “religiosidad rígida”
En un país donde el 73% de la población es católica y la Iglesia bastante conservadora y rígida, en su reunión con obispos, sacerdotes, seminaristas, en la catedral, Francisco reclamó apertura de corazón y mente. “La Iglesia no es una fortaleza, una potencia, un castillo situado en alto que mira el mundo con distancia y suficiencia”, les recordó, jugando con la imagen del antiguo castillo que domina, desde una colina sobre el Danubio, esta capital. Más bien pidió que adoptaran una postura de humildad y una disposición a comprometerse con el mundo que la rodea, especialmente con sus jóvenes y con los marginados: “Es hermosa una Iglesia que habita la vida desde dentro. Habitar desde dentro, no lo olvidemos: compartir, caminar juntos, acoger las preguntas y las expectativas de la gente”.
“Esto nos ayuda a salir de la autorreferencialidad. El centro de la Iglesia no es ella misma. Salgamos de la preocupación excesiva por nosotros mismos, por nuestras estructuras, por cómo nos mira la sociedad. Adentrémonos en cambio en la vida real de la gente y preguntémonos: ¿Cuáles son las necesidades y las expectativas de nuestro pueblo? ¿Qué se espera de la Iglesia”, planteó? Y fue más allá. Pidió creatividad, alegría, “no atrincherarse en un catolicismo defensivo”, de juzgar y acusar y libertad.
“Una Iglesia que no deja espacio a la aventura de la libertad, incluso en la vida espiritual, corre el riesgo de convertirse en un lugar rígido y cerrado. Tal vez algunos están acostumbrados a esto, pero a muchos otros, sobre todo en las nuevas generaciones, no les atrae una propuesta de fe que no les deje su libertad interior, una Iglesia en la que sea necesario que todos piensen del mismo modo y obedezcan ciegamente”, dijo. Durante su intervención, un Papa animado y comprometido habló con frecuencia sin guion, diciendo a la catedral llena de jóvenes sacerdotes y seminaristas que acortaran sus homilías y que no se centraran en temas o argumentos que pocos entienden.
“Todos deben descubrir la libertad del Evangelio entrando gradualmente en una relación con Dios, con la confianza de que pueden llevar su historia y sus heridas personales a su presencia sin miedo ni pretensiones, sin sentir la necesidad de proteger su propia imagen”, continuó. “Que el anuncio del Evangelio sea liberador, nunca opresivo”, dijo Francisco. “¡Y que la Iglesia sea un signo de libertad y de acogida!”.
La valentía de las jóvenes generaciones
El segundo día del Papa Francisco en Eslovaquia se centró en los jóvenes, animándoles a abrazar el amor y el heroísmo y a no dejarse desanimar por quienes les dicen que las cosas nunca cambiarán. En el gran estadio Lokomotiva de la ciudad eslovaca de Košice el martes (14 de septiembre), el Papa se dirigió a miles de jóvenes. A pesar del mal en el mundo y de los muchos que se preocupan sólo de sí mismos, Francisco dijo: “no dejen que esto les afecte”.
“No se dejen aprisionar por la tristeza, por el desánimo resignado de quien dice que nunca cambiará nada”, añadió. “Si se cree en esto uno se enferma de pesimismo. ¿Y ustedes han visto la cara de un joven pesimista? ¿Han visto qué cara tiene? Una cara amargada, una cara de amargura. El pesimismo nos enferma de amargura. Se envejece por dentro. Y se envejece siendo jóvenes”. Después de pasear entre los fieles a bordo de su papamóvil, Francisco escuchó cómo tres jóvenes describían sus experiencias y hacían preguntas sobre la fe, el perdón y el amor. En su discurso, marcado por un fuerte matiz pastoral, el Papa ofreció su consejo.
“La verdadera originalidad hoy, la verdadera revolución es rebelarse contra la cultura de lo provisorio, es ir más allá del instinto, del instante, es amar para toda la vida y con todo nuestro ser”, dijo el Papa. Respondiendo al testimonio de una joven pareja, Francisco agregó que el amor nunca es fácil. Como en las grandes historias que se cuentan en los libros y las películas, siempre hay dos ingredientes, “uno es el amor, el otro es la aventura, el heroísmo”, comentó. “Si miramos a Jesús crucificado, encontramos tanto el amor sin límites como el valor de dar la vida hasta el final, sin medias tintas”.
En cuanto al sacramento de la confesión, en el que los católicos piden a Dios el perdón de sus pecados, el Papa instó a los jóvenes fieles a no dejarse acallar por su sentimiento de culpa. “Avergonzarse en la vida en ocasiones hace bien. Si te avergüenzas, quiere decir que no aceptas lo que has hecho. La vergüenza es un buen signo, pero como todo signo pide que se vaya más allá. No dejes que la vergüenza te aprisione, porque Dios nunca se avergüenza de ti. Él te ama precisamente allí, donde tú te avergüenzas de ti mismo. Y te ama siempre”.
Recuento de actividades en Eslovaquia
- Encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el Cuerpo Diplomático (reseña / discurso)
- Encuentro con los obispos, sacerdotes, religiosos, seminaristas y catequistas (reseña / discurso)
- Encuentro con la comunidad judía en la Plaza Rybné námestie de Bratislava (reseña / discurso)
- Encuentro con la comunidad gitana en el barrio Luník IX de Košice (reseña / discurso)
- Celebración de la Divina Liturgia Bizantina de San Juan Crisóstomo (reseña / homilía)
- Encuentro con los jóvenes en el Estadio Lokomotiva de Košice (reseña / discurso)
- Santa Misa en la explanada del Santuario nacional de Šaštin (reseña / homilía)
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Fuentes
La Nación / National Catholic Reporter / Religion News Service / Vida Nueva / Vatican News / Rome Reports