Migrantes y refugiados: emblemas de la exclusión
1:00 p m| 28 may 19 (TL/EP).- Francisco denunció que “el mundo actual es cada día más elitista y cruel con los excluidos” y lamentó que se considere “responsables de los males sociales” a los inmigrantes y refugiados. “Se han convertido en emblema de la exclusión de una sociedad adormecida”, dice el Papa en su mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que se celebrará el 29 de septiembre.
Mientras tanto, el presidente de los episcopados europeos, Jean-Claude Hollerich, propuso acuerdos entre las diócesis y los gobiernos para impulsar corredores humanitarios, e insistió en que el populismo no es respuesta para las crisis políticas. En América Latina, México deporta cada vez más migrantes y Venezuela lamenta que más de 350 mil niños han salido del país.
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Las 7 claves del mensaje de Francisco sobre migrantes y refugiados
Según ha puesto de manifiesto Francisco, “la presencia de los migrantes y de los refugiados, como en general de las personas vulnerables, representa hoy en día una invitación a recuperar algunas dimensiones esenciales de nuestra existencia cristiana y de nuestra humanidad, que corren el riesgo de adormecerse con un estilo de vida lleno de comodidades”.
Razón por la cual, “No se trata solo de migrantes” (título del mensaje), significa que al mostrar interés por ellos, “nos interesamos también por nosotros, por todos; que cuidando de ellos, todos crecemos; que escuchándolos, también damos voz a esa parte de nosotros que quizás mantenemos escondida porque hoy no está bien vista”.
1. Se trata de nuestros miedos: “El problema no es el hecho de tener dudas y sentir miedo. El problema es cuando esas dudas y esos miedos condicionan nuestra forma de pensar y de actuar hasta el punto de convertirnos en seres intolerantes, cerrados y quizás, sin darnos cuenta, incluso racistas”.
2. Se trata de la caridad: “A través de las obras de caridad mostramos nuestra fe (cf. St 2,18). Y la mayor caridad es la que se ejerce con quienes no pueden corresponder y tal vez ni siquiera dar gracias. Lo que está en juego es el rostro que queremos darnos como sociedad y el valor de cada vida.
El progreso de nuestros pueblos […] depende sobre todo de la capacidad de dejarse conmover por quien llama a la puerta y con su mirada estigmatiza y depone a todos los falsos ídolos que hipotecan y esclavizan la vida; ídolos que prometen una aparente y fugaz felicidad, construida al margen de la realidad y del sufrimiento de los demás” (Discurso en la Cáritas Diocesana de Rabat, 30 marzo 2019).
3. Se trata de nuestra humanidad: “Lo que mueve a ese samaritano, un extranjero para los judíos, a detenerse, es la compasión, un sentimiento que no se puede explicar únicamente a nivel racional. La compasión toca la fibra más sensible de nuestra humanidad, provocando un apremiante impulso a ‘estar cerca’ de quienes vemos en situación de dificultad.
Como Jesús mismo nos enseña (cf. Mt 9,35-36; 14,13-14; 15,32-37), sentir compasión significa reconocer el sufrimiento del otro y pasar inmediatamente a la acción para aliviar, curar y salvar. Sentir compasión significa dar espacio a la ternura que a menudo la sociedad actual nos pide reprimir”.
4. Se trata de no excluir a nadie: “El mundo actual es cada día más elitista y cruel con los excluidos. Los países en vías de desarrollo siguen agotando sus mejores recursos naturales y humanos en beneficio de unos pocos mercados privilegiados. Las guerras afectan solo a algunas regiones del mundo; sin embargo, la fabricación de armas y su venta se lleva a cabo en otras regiones, que luego no quieren hacerse cargo de los refugiados que dichos conflictos generan.
Quienes padecen las consecuencias son siempre los pequeños, los pobres, los más vulnerables, a quienes se les impide sentarse a la mesa y se les deja solo las ‘migajas’ del banquete (cf. Lc 16,19-21). El desarrollo exclusivista hace que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres. El auténtico desarrollo es aquel que pretende incluir a todos los hombres y mujeres del mundo, promoviendo su crecimiento integral, y preocupándose también por las generaciones futuras”.
5. Se trata de poner a los últimos en primer lugar: “Jesucristo nos pide que no cedamos a la lógica del mundo, que justifica el abusar de los demás para lograr nuestro beneficio personal o el de nuestro grupo: ¡primero yo y luego los demás! En cambio, el verdadero lema del cristiano es ¡primero los últimos!. En la lógica del Evangelio, los últimos son los primeros, y nosotros tenemos que ponernos a su servicio”.
6. Se trata de la persona en su totalidad: “En cada actividad política, en cada programa, en cada acción pastoral, debemos poner siempre en el centro a la persona, en sus múltiples dimensiones, incluida la espiritual. Y esto se aplica a todas las personas, a quienes debemos reconocer la igualdad fundamental”.
7. Se trata de construir la ciudad de Dios y del hombre: “En nuestra época, también llamada la era de las migraciones, son muchas las personas inocentes víctimas del ‘gran engaño’ del desarrollo tecnológico y consumista sin límites (cf. Carta enc. Laudato si, 34). Y así, emprenden un viaje hacia un ‘paraíso’ que inexorablemente traiciona sus expectativas. Su presencia, a veces incómoda, contribuye a disipar los mitos de un progreso reservado a unos pocos, pero construido sobre la explotación de muchos”.
ENLACE. Mensaje del Papa para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (completo)
Acuerdos con los gobiernos para abrir corredores humanitarios
“¿No podría ser posible para las diferentes diócesis en Europa llegar a un acuerdo con los gobiernos y abrir corredores humanitarios para recibir a las personas que han sido olvidadas durante tanto tiempo?”. Es la pregunta del arzobispo de Luxemburgo y presidente de la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), Jean-Claude Hollerich, un día después de la celebración de las elecciones europeas.
Así se expresó el prelado en la presentación del mensaje del Papa para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, cita que tendrá lugar el próximo 29 de septiembre. Hollerich ha compartido también la experiencia de su reciente viaje a Lesbos, donde “los refugiados, en las garras de la desesperanza, son olvidados por Europa”. Y ha hecho una petición expresa: “¡Démosles un lugar en el corazón de la Iglesia!”.
Para el presidente de los obispos de la UE, el mensaje de Francisco es un documento “clave” para la Iglesia en Europa. “Este mensaje estimula el discernimiento de la Iglesia en Europa”, ha dicho, para luego hablar sobre el materialismo, que “no es solo una fuerza fuera de la Iglesia, también está dentro de nuestros corazones… los corazones de obispos, sacerdotes, religiosos y muchos fieles”.
Por eso, “no sentirnos llamados a recibir, proteger, promover e integrar a las personas que llegan a Europa a través de la migración es un signo de materialismo en nuestros corazones… olvidando a los necesitados y marginados”.
ENLACE. Para los obispos europeos el populismo no es la respuesta a la crisis política actual
Por su parte, Fabio Baggio y Michael Czerny, subsecretarios de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, han comentado las siete claves del mensaje del Papa.
“Los temores que sentimos frente a los desafíos migratorios de hoy son reales, pero no podemos dejar que nos priven del deseo y la capacidad de encontrarnos unos con otros y, en estos, de Jesucristo”, ha recordado Baggio. Al tiempo que ha señalado que “hoy, los hermanos y hermanas migrantes nos ofrecen la oportunidad de vivir la más alta caridad, lo que se ejerce hacia aquellos que no pueden corresponder y quizás ni siquiera dar gracias”.
Czerny ha querido destacar a los “muchos héroes desconocidos que ponen a los migrantes y refugiados vulnerables en primer lugar, antes de su propia comodidad e incluso seguridad, ayudando en rescates en alta mar, ofreciendo comida y refugio, y simplemente escuchando, sanando u orando con ellos”.
México triplica deportaciones de migrantes centroamericanos
Las deportaciones de migrantes desde México se han disparado en los primeros cinco meses del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El número de expulsados casi se ha triplicado, de los 5.717 de diciembre de 2018 a los 14.970 de abril, según datos preliminares del Instituto Nacional de Migración (INM), hasta sumar un total de 45.370 personas, la mayoría de origen centroamericano.
Son más que durante la última etapa de Enrique Peña Nieto, cuando los deportados fueron 43.662 y 36.025, en el mismo periodo, uno y dos años antes. Los casi 15.000 deportados de abril representan la cifra mensual más alta de los últimos tres años.
Este incremento llega después de que el Gobierno mexicano declarara la necesidad de “ordenar” el fenómeno migratorio, un cambio con respecto al inicio del año, cuando permitió la entrada masiva de miles de migrantes en caravanas que pretendían llegar a Estados Unidos.
En los dos primeros meses del nuevo Gobierno, antes de que se produjera ese cambio de rumbo, el número de deportaciones se situó por debajo de los 6.000, un descenso importante respecto a las más de 10.000 personas devueltas en el último mes de la Administración anterior, criticada por su política de mano dura frente a la migración.
ENLACE. Obispos de México: “No se puede tratar a los migrantes como gente de mal”
Pero, cinco meses después de la toma de posesión de López Obrador, el número de deportaciones ya ha superado las del último periodo de Peña Nieto. Pese a las cifras, el Gobierno mexicano insiste en que no ha habido cambio de política respecto al inicio del sexenio y mantiene un discurso de mano tendida a los recién llegados.
Según el INM, el incremento de las expulsiones se debe simplemente al aumento del flujo migratorio. Sin embargo, los datos muestran que las entradas de extranjeros al Estado de Chiapas, el principal punto de ingreso de los migrantes centroamericanos, han descendido ligeramente en los primeros meses del año.
Jorge Andrade, investigador del think-tank Instituto para la Seguridad y la Democracia, apunta a una “falta de claridad”. “El nuevo Gobierno quiso partir de un enfoque más humanitario, de una política más abierta que la de la anterior Administración, pero parece que solo fue un discurso”, asegura. “Ha reculado, posiblemente por las presiones de Estados Unidos (EE.UU.)”.
Colombia ampara a más de 300 mil niños venezolanos
UNICEF ya ha recibido 5.7 millones de dólares de los 29 millones que necesitan para apoyar las necesidades básicas de los 327 mil niños venezolanos refugiados en Colombia y de sus familias. Un cifra necesaria y urgente para vacunar a más de 30 mil niños, suministrar agua, saneamiento e higiene en las escuelas para 13 mil, y proporcionar oportunidades de aprendizaje formal e informal para 40 mil.
Pero no sólo los más pequeños están en el centro de las prioridades de la organización, también las mamás, teniendo como objetivo llegar a 15 mil madres lactantes con micronutrientes.
ENLACE. Así trabaja Caritas en la frontera entre Colombia y Venezuela
La situación económica y política que atraviesa en la actualidad Venezuela ha obligado ya a casi 4 millones de venezolanos a dejar sus hogares y emigrar a los países vecinos en buscar de mejores oportunidades y calidad de vida. De esos 4 millones, 1.2 de ellos están en Colombia donde a menudo viven en comunidades de acogida vulnerables con recursos limitados, entre los que se encuentran 327 mil niños.
El puente Simón Bolívar entre Colombia y Venezuela es cruzado diariamente por cientos de madres que viajan durante horas para realizar visitas prenatales, vacunar a sus hijos, llevarlos a la escuela y buscar comida para sus familias.
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Fuentes:
Vatican News / El País / Télam / Vida Nueva / Religión Digital