Iglesia en Venezuela: situación dramática, abrir canales humanitarios
8:00 p m| 5 feb 19 (VATN/LN).- Los miembros de las presidencias de la Conferencia Episcopal (CEV), de la Conferencia de Religiosos y Religiosas (CONVER) y del Consejo Nacional de Laicos (CNL) venezolanas, testimonian experimentar en todas las comunidades a las que sirven y en todo el contexto nacional, “una dolorosa situación de injusticia y sufrimiento por la carencia de lo necesario para una vida digna y productiva”.
En el comunicado conjunto afirmaron también que “el pueblo venezolano ha despertado, está en la calle porque anhela un cambio en el rumbo político y democrático del país… a través de un proceso de transición pacífica y transparente, que lleve a elecciones libres y legítimas”. Acompañan al comunicado declaraciones y comentarios de líderes de la Iglesia venezolana, y un seguimiento a la carta enviada en estos días por Maduro al papa Francisco, y la respuesta del pontífice.
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Moralmente inaceptable la represión, proteger al pueblo
En un comunicado los tres organismos eclesiales exigen a los organismos de seguridad del Estado que “no sigan reprimiendo a sus hermanos venezolanos y asuman su verdadera responsabilidad de proteger al pueblo en toda circunstancia, particularmente cuando ejerzan el derecho a la protesta pacífica… Es moralmente inaceptable la creciente represión por motivos políticos, la violación de los Derechos Humanos y las detenciones arbitrarias y selectivas”, aseveran.
Señalan además que las marchas del 23 de enero y la del 2 de febrero han dado “testimonio de la fuerza y la perseverancia de un pueblo que cuando es exigido responde positivamente ante el anhelo de un mejor futuro, donde la vida no esté en riesgo permanente, sino que hayan oportunidades para el desarrollo humano integral y la reactivación de los valores de la paz, la reconciliación y el encuentro”.
Por otra parte se pone de manifiesto la urgencia de que el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo “cumplan con su primer deber que es el estar al servicio del pueblo y, de una vez por todas, se acaben los abusos de poder y las detenciones antes descritas, en particular, lo que se refiere a las detenciones de menores de edad”.
“No caigan en contradicción con las mismas leyes que profesan respetar, y siéntanse independientes de cualquier otro poder público a la hora de ejercer sus funciones”, exhortan, a la vez que realizan un reconocimiento y agradecimiento “a los activistas que defienden y promueven los Derechos Humanos en momentos de crisis y tensión en el país, por el servicio que desempeñan a pesar de los riesgos”, y les animan a seguir atendiendo a las víctimas que sufren injusticias. “Pedimos el respeto y la seguridad personal y jurídica para quienes ejercen este digno servicio en Venezuela”, escriben.
Transición hacia proceso electoral sea pacífico, evitar derramamiento de sangre
Se trata de una situación “dramática”, que ha generado “con determinación y esperanza”, la “búsqueda de un cambio político a través de un proceso de transición pacífica y transparente, que lleve a elecciones libres y legítimas para retomar el rumbo democrático y lograr la recuperación del Estado de Derecho, la reconstrucción del tejido social, la producción económica, la moral en el país y el reencuentro de todos los venezolanos”.
Motivo por el cual se señala la necesidad de asumir la ruta de transición hacia un proceso electoral “de forma pacífica y con los instrumentos presentes en la Constitución Nacional, para evitar mayores sufrimientos y dolores al pueblo”. Y se invita a todo el pueblo venezolano “a dar lo mejor de sí, cada uno en su ámbito de trabajo y acción, para que desde la unidad, la solidaridad y la responsabilidad ética, con un espíritu distendido”, se busque “el bien común” y se trabaje “sin descanso en la reconstrucción de la Democracia y de la patria entera, evitando el derramamiento de sangre como bien lo ha expresado el Papa Francisco”.
Recordando el compromiso de la Iglesia católica en el acompañamiento y auxilio a la población más afectada, que ha actuado siempre según los principios “de independencia, imparcialidad y humanidad”, los organismos eclesiales solicitan que “sean concedidos los permisos necesarios para disponer de la ayuda humanitaria como un medio para mitigar el impacto de la crisis sobre la gente más vulnerable”.
Y aseguran el compromiso de Cáritas de Venezuela y las diversas instituciones de promoción social de la Iglesia a continuar con ese servicio que están realizando “con equidad, inclusión, transparencia y efectividad”.
Finalmente se invita a una Eucaristía para este domingo 10 de febrero para orar “en todos los templos, casas y comunidades”, pidiéndole al Señor conceda la paz, la reconciliación, la libertad y la salud espiritual y corporal, y para buscar con creatividad gestos de fraternidad y solidaridad en las diferentes comunidades.
“Como creyentes y compañeros de camino, nos dejamos iluminar por la Palabra y la sabiduría que viene de Dios que “ante todo es pura y además es amante de la paz, compresiva, dócil, llena de misericordia y de buen obrar, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz y su fruto es la justicia” (Sant. 3, 2.18)”. El comunicado está firmado por el Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Mons. José Luis Azuaje Ayala, por el Pbro. Francisco Méndez, SDB, Presidente de CONVER y por la Dra. María Elena Febres-Cordero Briceño, Presidente de la CNL.
Mons. Azuaje: situación político-social en Venezuela es insostenible
Haciendo un dramático llamado, monseñor José Luis Azuaje, presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, relata la insostenible situación político social venezolana, sugiriendo la intervención internacional de la delegada de la ONU Michelle Bachelet.
-¿Cuál es la situación de hoy en Venezuela?
En Venezuela desde hace ya tiempo que estamos viviendo situaciones lamentables que han desencadenado una crisis generalizada, sobre todo en el ámbito económico, político e, incluso, en el ámbito ético-moral. Se vive el hambre del pueblo venezolano como también la inseguridad, no sólo jurídica sino también personal. Ahora se viene todo un panorama de represión, que la estamos viendo a través de órganos de seguridad del Estado, y con algo que es lamentable, la violación de los derechos de nuestros jóvenes y nuestros niños. Esto genera el sufrimiento de nuestro pueblo, de tantas familias que no tienen en sus hogares lo necesario para una vida digna y ven la zozobra de sus jóvenes y niños en el país.
-¿Cuál es el llamado de los obispos para enfrentar esta crisis?
El llamado es, primero, a reconocer que tenemos a un pueblo que se ha hecho sujeto. El pueblo es sujeto de todos estos cambios y transformaciones que han de venir. Entonces, nos toca a nosotros concientizar con la Doctrina Social de la Iglesia, teniendo un pensamiento humanista, donde el pueblo venezolano tiene un rol protagónico que, como lo dijimos en el último comunicado nuestro, no hay que dejar a un liderazgo solitario en las decisiones.
El pueblo ha estado por encima de los liderazgos políticos. Nuestro pueblo venezolano que ha sufrido, sigue sufriendo y, lamentablemente, va a seguir sufriendo. Llamamos a no perder la esperanza. El pueblo seguirá en esta marcha de la búsqueda de su dignidad y la búsqueda de la concordia entre los mismos venezolanos.
Hay una gran mayoría que desea un cambio y yo creo que esa es la presión más grande que tiene el gobierno, no tanto de instancias internacionales -que les agradecemos toda la ayuda que están haciendo a nivel de diplomacia, a nivel político, como también las ayudas que se reciben para estos problemas de hambre en Venezuela- sino que, sobre todo, en el ámbito de la fuerza de un pueblo que se ha manifestado, pero con un sentido de paz, de tranquilidad, un sentido de no generar violencia. Desgraciadamente la violencia viene de los cuadros militares. Creo que tenemos un elemento muy valioso que es la fuerza que tiene nuestro pueblo venezolano.
-¿Cómo ayuda la Iglesia en el tema del hambre?
Tenemos que seguir ayudando en el ámbito humanitario a nuestro pueblo, a través de CARITAS y de organizaciones de ayuda. Aquí se gestó un proyecto desde hace casi tres años que se llama “Las Ollas Comunitarias”. Este proyecto fue pensado para el tiempo de Cuaresma de ese año y ya llevamos tres años. Tuvimos que mantenerlo y ya se hizo constitutivo del servicio parroquial, porque la gente tiene hambre y tratamos de ayudar en la nutrición.
Con los niños igual, hay un proyecto muy hermoso que se llama Proyecto Chamán, que vela por la alimentación y salud de nuestros niños recién nacidos hasta los seis años. En fin, estamos tratando de dar cierta respuesta en la medida de lo posible en todas las comunidades. El otro aspecto es la formación, tenemos más de quinientos colegios católicos acá en Venezuela y hemos sentido que casi la mitad del profesorado se ha ido y, por ende, casi la mitad del alumnado ya no va a la escuela.
Mons. Azuaje preguntado por la posibilidad de buscar mediación internacional para evitar más sufrimiento del pueblo venezolano respondió: “Todo aquel que puede intervenir para buscar la concordia y buscar realmente que se liberen aquí todos estos entramados que tenemos y que están generando violencia, se puedan resolver, bienvenidos”.
ENLACE: Entrevista completa al presidente de la Conferencia Episcopal venezolana
Cardenal Baltazar Porras convoca a “alumbrar la vida de la nueva Venezuela”
Mientras que el pasado 2 de febrero multitudes de venezolanos han salido a las calles en diversas ciudades para respaldar la decisión de la Unión Europea de reconocer como presidente interino a Juan Guaidó, el cardenal Baltazar Porras, administrador apostólico de Caracas, dirigió un mensaje al país en el que pidió unidad para lograr el cambio, “por eso no hay tiempo para el desánimo, lo que [sí] hay tiempo es para fortalecer nuestro espíritu”, ha dicho.
El purpurado ha afirmado que “vivimos tiempos de incertidumbre y nubarrones” lo cual puede “llamarnos a la desilusión y desesperanza que no sabemos por dónde ir, al contrario la vida se hace de tropiezos y que no vemos claro el futuro, pero tenemos esa fuerza interior que nos da la fe y nos hace sentir ciudadanos protagonistas”.
“Tengo miedo al derramamiento de sangre” decía el papa Francisco en referencia a los acontecimientos en el país suramericano, tras su participación en la JMJ de Panamá. De allí que el cardenal Porras haya expresado que el camino del perdón y reconciliación entre hermanos sólo se construye con el amor y la ternura.
“Todo lo que sea derramamiento de sangre, todo lo que sea heridas, violencia, todo lo que sea odio, lo que nos deja es una traza que es difícil de rehacer y de reconstruir” –ha expresado–, por ello es preciso hacer todo con la paz, “primero con la paz del corazón y con la paz de ver que en el rostro de cada hermano está el rostro de Dios al que tenemos que buscar”.
Para lograr la Venezuela “que deseamos y necesitamos” será necesario ese proceso de reconciliación y encuentro entre hermanos. Invitó también a ser ejemplo de las futuras generaciones y de las que están por venir para dejarles un escenario mejor. “Debemos ser su testimonio”, ha afirmado el cardenal.
“Que este tiempo nos sirva precisamente para reforzar en nosotros los mejores valores humanos y cristianos que tenemos como venezolanos y que con ese buen humor que tenemos y esa alegría aunque sea con sudores y con lágrimas alumbremos la vida de la nueva Venezuela”, recalcó Porras.
Maduro pide a Francisco que le “ayude” con la crisis de Venezuela
“Le envié una carta al papa Francisco. Espero que esté en camino o haya llegado a Roma, al Vaticano”, anunció el 4 de febrero, Nicolás Maduro. En ella, además de declarar que está “al servicio de la causa de Cristo”, el presidente venezolano solicita al Pontífice que le “ayude” con el proceso de diálogo para superar la crisis que atraviesa Venezuela.
Así lo ha declarado Maduro en una entrevista que ha concedido a la televisión italiana Sky TG24. “En ese espíritu le he pedido que nos ayude a un proceso de facilitación, de fortalecimiento del diálogo como camino”, ha dicho.
Además, Maduro ha pedido al Papa “que ponga sus mejores esfuerzos, su voluntad, para ayudarnos en ese camino del diálogo”, y ha señalado que espera obtener “una respuesta positiva” de su parte.
Mientras, durante la jornada del pasado lunes 4, una docena de gobiernos europeos han reconocido a Juan Guaidó como presidente legítimo y “encargado” del país, sumándose a otros países como Estados Unidos y Canadá, que le han ofrecido su apoyo hacia una “transición democrática”.
El Papa no descartó una mediación en Venezuela pero solo si lo piden las dos partes
El papa Francisco se refirió a una posible mediación del Vaticano en Venezuela, pero solo si las dos partes en conflicto la solicitan. Lo hizo cuando le recordaron la exitosa mediación de Juan Pablo II entre la Argentina y Chile para evitar una guerra por el diferendo limítrofe del Beagle, en 1978, y le preguntaron si la Santa Sede estaba dispuesta a hacer lo mismo, sobre todo después de un pedido de ayuda lanzado por el presidente venezolano Nicolás Maduro -que le envió una carta- y considerando que su número dos y tres, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y su sustituto, Edgar Peña Parra, que es venezolano, conocen bien la situación.
Francisco destacó la mediación entre la Argentina y Chile de Juan Pablo II como “un acto valiente, que evitó una guerra”, según Vatican News. Pero puntualizó que “hay pequeños pasos” que deben darse ante semejante intervención y que “el último es la mediación”. “Hay pequeños pasos de facilitador”, que no sólo da el Vaticano, toda la diplomacia, que son resultado de “cercanía” entre unos y otros para trabajar en un posible diálogo. “Creo que desde la Secretaría de Estado podrán explicar todos los pasos que se pueden hacer”, indicó.
ENLACE: Parolin interpreta la carta de Maduro al Papa como un intento por “relanzar el diálogo”
Confirmó, por otro lado, que antes del viaje a Emiratos Árabes Unidos se enteró que “a través del correo diplomático” llegaba una carta de Maduro. “Aún no la he leído. Veremos qué se puede hacer”, agregó. Y, como hizo en otras oportunidades, subrayó que para que haya mediación es necesario que las dos partes la soliciten.
“Para que se haga una mediación, el último paso, es necesaria la voluntad de ambas partes, ambas tienen que pedirla. Ese fue el caso de Argentina y Chile”, dijo. Evocó, además, que la Santa Sede intentó facilitar un diálogo entre el régimen y Maduro, a fines de 2016, en una virtual mediación que terminó fracasando.
“La Santa Sede fue parte del diálogo, con monseñor (Paul Emile) Tscherrig (ex nuncio en la Argentina) primero, y el monseñor (Claudio Maria) Celli (veterano diplomático del Vaticano)”, recordó. Pero entonces el resultado fue un fracaso, admitió: “Se parió un ratoncito, nada, sólo humo”, graficó.
“Ahora no sé, esperaré la carta y veremos qué se puede hacer”, reiteró, al insistir en que “la condición inicial es que ambas partes lo quieran”, aludiendo a Maduro y al líder de la oposición y presidente del Parlamento que se proclamó presidente interino, Juan Guaidó. “Es como cuando la gente va al médico porque hay problemas entre marido y mujer. Ambas partes tienen que querer. Es una condición que tienen que querer, antes de pedir una facilitación, observación o mediación”, insistió.
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Fuentes:
Vatican News / La Nación / Vatican Insider / Vida Nueva