El agua como signo de encuentro, y no de separación

2:00 p m| 5 set 18 (VATN/EP).- El respeto del agua como elemento precioso y el tener acceso al agua como derecho humano han sido los dos aspectos sobre este recurso que destacan en el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de Oración por el cuidado de la Creación de este año, que se celebró el 1 de setiembre. La jornada ha coincidido con el desarrollo de la Semana Mundial del Agua, que abordó el tema “Agua, ecosistemas y desarrollo humano” en un encuentro de más de 3000 personas entre expertos, líderes e innovadores. En el evento se resaltó la necesidad de armonizar la interactividad ecológica de las zonas verdes o infraestructuras naturales, y las zonas grises o urbanizadas; una complicada y difícil fusión que podría garantizar el desarrollo sostenible de las futuras generaciones.

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“Custodiar cada día este bien valioso –el agua– representa hoy una responsabilidad ineludible, un verdadero y auténtico desafío: es necesaria la cooperación eficaz entre los hombres de buena voluntad para colaborar en la obra continua del Creador. Recemos para que las aguas no sean signo de separación entre los pueblos, sino signo de encuentro para la comunidad humana”, lo escribe el papa Francisco en su Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el cuidado de la Creación 2018, que se celebró este 1 de septiembre, centrado en el tema del Agua, particularmente en dos aspectos: “El respeto del agua como elemento precioso y el acceso al agua como derecho humano”.

En su Mensaje, el Santo Padre recuerda que esta Jornada es un momento oportuno para agradecer al Señor por el don de la casa común y por todos los hombres de buena voluntad que están comprometidos en custodiarla. “Agradezco también –afirma el Pontífice– los numerosos proyectos dirigidos a promover el estudio y la tutela de los ecosistemas, los esfuerzos orientados al desarrollo de una agricultura más sostenible y una alimentación más responsable, las diversas iniciativas educativas, espirituales y litúrgicas que involucran a tantos cristianos de todo el mundo en el cuidado de la creación”.

De otro lado, el Sucesor de Pedro señala que, debemos reconocer que no hemos sabido custodiar la creación con responsabilidad y que la situación ambiental, tanto a nivel global como en muchos lugares concretos, no se puede considerar satisfactoria. “Con justa razón –precisa el Papa– ha surgido la necesidad de una renovada y sana relación entre la humanidad y la creación, la convicción de que solo una visión auténtica e integral del hombre nos permitirá asumir mejor el cuidado de nuestro planeta en beneficio de la generación actual y futura, porque no hay ecología sin una adecuada antropología”.

-El agua, un elemento tan sencillo y precioso

En esta Jornada Mundial de Oración por el cuidado de la creación, que la Iglesia Católica desde hace algunos años celebra en unión con los hermanos y hermanas ortodoxos, y con la adhesión de otras Iglesias y Comunidades cristianas, el papa Francisco invita a poner la atención sobre la cuestión del agua, un elemento tan sencillo y precioso, cuyo acceso para muchos es lamentablemente difícil si no imposible. “El acceso al agua potable y segura –subraya el Pontífice– es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos”.

Este elemento, señala el papa Francisco, nos invita a reflexionar sobre nuestros orígenes. El cuerpo humano está compuesto en su mayor parte de agua; y muchas civilizaciones en la historia han surgido en las proximidades de grandes cursos de agua. “Pensando en su papel fundamental en la creación y en el desarrollo humano, siento la necesidad de dar gracias a Dios por la hermana agua, sencilla y útil para la vida del planeta como ninguna otra cosa”. Precisamente por esto, precisa el Santo Padre, hoy más que nunca es necesaria una mirada que vaya más allá de lo inmediato, urgen proyectos compartidos y gestos concretos, teniendo en cuenta que es inaceptable cualquier privatización del bien natural del agua que vaya en detrimento del derecho humano de acceso a ella.

-El agua, un elemento de purificación y de vida

Para los cristianos, recuerda el Obispo de Roma, el agua representa un elemento esencial de purificación y de vida. El agua santificada por el Espíritu es la materia por medio de la cual Dios nos ha vivificado y renovado, es la fuente bendita de una vida que ya no muere más. Jesús, durante su misión, ha prometido un agua capaz de aplacar la sed del hombre para siempre. Hoy, afirma el Papa, dejemos que resuenen con fuerza en nosotros aquellas palabras que él pronunció en la cruz: “Tengo sed” (Jn 19,28).

“El Señor nos sigue pidiendo que calmemos su sed, tiene sed de amor. Nos pide que le demos de beber en tantos sedientos de hoy, para decirnos después: “Tuve sed y me disteis de beber” (Mt 25,35). Dar de beber, en la aldea global, no solo supone realizar gestos personales de caridad, sino opciones concretas y un compromiso constante para garantizar a todos el bien primario del agua”.

-El imponente y maravilloso don de las grandes masas de agua

En esta Jornada, el papa Francisco también invita a dar gracias al Creador por el imponente y maravilloso don de las grandes masas de agua –de los mares y de los océanos– y de cuanto contienen. Dirigir nuestra mente hacia las inmensas extensiones marinas, también representa, en cierto sentido, la oportunidad de pensar en Dios, que acompaña constantemente su creación haciéndola avanzar, manteniéndola en la existencia.

Por ello, custodiar cada día este bien valioso representa hoy una responsabilidad ineludible, un verdadero y auténtico desafío: es necesaria la cooperación eficaz entre los hombres de buena voluntad para colaborar en la obra continua del Creador. “No podemos permitir que los mares y los océanos se llenen de extensiones inertes de plástico flotante. Ante esta emergencia estamos llamados también a comprometernos, con mentalidad activa, rezando como si todo dependiese de la Providencia divina y trabajando como si todo dependiese de nosotros”.

“Recemos para que las aguas no sean signo de separación entre los pueblos, sino signo de encuentro para la comunidad humana. Recemos para que se salvaguarde a quien arriesga la vida sobre las olas buscando un futuro mejor”. Pidamos al Señor, y a quienes realizan el eminente servicio de la política, que las cuestiones más delicadas de nuestra época sean afrontadas con responsabilidad. Recemos por cuantos se dedican al apostolado del mar. Recordemos también a cuantos se ocupan de la protección de las zonas marinas, de la tutela de los océanos y de su biodiversidad, para que realicen esta tarea con responsabilidad y honestidad.

Finalmente, concluye el Santo Padre, nos preocupan las jóvenes generaciones y rezamos por ellas, para que crezcan en el conocimiento y en el respeto de la casa común y con el deseo de cuidar del bien esencial del agua en beneficio de todos. “Mi deseo es que las comunidades cristianas contribuyan cada vez más y de manera más concreta para que todos puedan disfrutar de este recurso indispensable, custodiando con respeto los dones recibidos del Creador, en particular los cursos de agua, los mares y los océanos”.

ENLACE: Mensaje del Papa para la Jornada Mundial de oración por el Cuidado de la Creación (completo)

 

Semana Mundial del Agua 2018: “Un derecho para toda la humanidad”

La Semana Mundial del Agua es la cita anual más importante a nivel internacional para reflexionar sobre los problemas del agua en el mundo. Se desarrolla del 26 al 31 de agosto organizado por el Instituto Internacional del Agua en Estocolmo, Suecia; también conocido como SIWI, por sus siglas en inglés. Este año 2018, el evento aborda el tema “Agua, ecosistemas y desarrollo humano”, y cuenta con la participación de aproximadamente 3.300 personas y alrededor de 380 organizaciones procedentes de 135 países.

En esta ocasión expertos del sector, líderes políticos, innovadores empresariales y jóvenes profesionales de diversos países se dan cita en la capital sueca para conectarse en red, intercambiar experiencias, fomentar nuevas ideas y desarrollar soluciones para los desafíos hídricos más acuciantes de la actualidad. “Creemos que el agua es clave para nuestra prosperidad futura y que, juntos, podemos lograr un mundo sabio en cuanto al agua”, explican los organizadores en su página web.

La creciente necesidad de lograr el equilibrio hidrológico que asegure el abastecimiento suficiente de agua a la población mundial, es un tema que preocupa a investigadores, científicos y técnicos ambientales de todo el planeta. Una problemática que se convierte en emergencia global para más de dos mil millones de personas que actualmente sobreviven si acceso a agua limpia y potable.

Pero… ¿cómo lograr distribuir de manera equitativa este recurso básico para la existencia humana y que es, además, un derecho humano? Los estudios más recientes revelan que se podrá alcanzar este objetivo armonizando la disponibilidad natural con las extracciones del recurso mediante el uso eficiente del agua.

-Ecos de la voz del Papa hablando sobre el agua

Y en este contexto resuenan las palabras del Papa Francisco a los participantes en el seminario “Derecho Humano al agua”, organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias el 23 y 24 de febrero de 2017.

El Santo Padre pronunció un discurso en español, en el que profundizó sobre la urgente necesidad de defender el “derecho al agua para todos” y garantizar su acceso a todos los pueblos.

“Como leemos en el libro del Génesis, el agua está en el comienzo de todas las cosas (cf. Gn 1,2); es criatura útil, casta y humilde, fuente de la vida y de la fecundidad (cf. San Francisco de Asís, Cántico de las Criaturas)”.

“Por eso, la cuestión que ustedes tratan no es marginal, sino fundamental y muy urgente. Fundamental, porque donde hay agua hay vida, y entonces puede surgir y avanzar la sociedad. Y es urgente porque nuestra casa común necesita protección y, además, asumir que no toda agua es vida: sólo el agua segura y de calidad, siguiendo con la figura de san Francisco: el agua que sirve con humildad, el agua casta, no contaminada”, dijo el Pontífice subrayando que “toda persona tiene derecho al acceso al agua potable y segura; ya que este es un derecho humano básico y una de las cuestiones nodales en el mundo actual” (cf. Enc. Laudato si, 30; Enc. Caritas in veritate, 27).

ENLACE: Guerra mundial por el agua: Grito de alarma lanzado por el Papa

 

La escasez de agua, una nueva normalidad

Un popular refrán africano dice que si se quiere ir rápido, hay que caminar solos, pero si se quiere llegar lejos, es mejor buscarse compañía. En el caso de los retos relacionados con agua y saneamiento, hay que hacer ambas cosas: avanzar rápido e ir lejos. Escasez de agua, clima extremo y el rápido incremento de la población actúan como una bomba de relojería sobre los ecosistemas y, para evitar una crisis hídrica a escala global, es cada vez más urgente adoptar soluciones basadas en la naturaleza, alertan los expertos que se reunieron en Estocolmo para la Semana Mundial del Agua (World Water Week). Sin embargo, el enorme potencial de las infraestructuras verdes está sin explotar.

“El agua es la causa principal de conflictos, migraciones, degradación ambiental, desigualdad y crisis económicas”, señaló Amina Mohammed, vicesecretaria general de Naciones Unidas, en la ceremonia de apertura de la cumbre, organizada por el Instituto Internacional del Agua de la capital sueca (Siwi, por sus siglas en inglés). Su país natal, Nigeria, ofrece un claro ejemplo de todo ello: agua y saneamiento representan un enorme reto, exacerbado por el cambio climático.

Los recursos menguantes de agua de la región se traducen en inestabilidad política e inseguridad alimentaria, además de favorecer la propagación de enfermedades. “La tragedia de Boko Haram está estrechamente vinculada con la mala gestión del agua. Una solución al conflicto tiene que tomar necesariamente en cuenta este factor”, insistió. Sin embargo, Mohammed sigue convencida de que “el agua también es el motor para la paz, la seguridad, la prosperidad y la equidad”.

La experta nigeriana cree que el agua puede convertirse en el punto de partida para abordar a la vez los otros Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), marcados en 2015 por Naciones Unidas para construir un mundo más justo. “Es como con mis hijos”, bromea. “Cada uno de ellos es especial, pero pensar en ellos todos juntos es increíble”. Ante los nuevos desafíos, aboga por nuevas soluciones, que pasan por incrementar las inversiones —y que sean sostenibles— e involucrar a los jóvenes.

Carin Jämtin coincide con ella. La directora general de la Agencia Sueca de Desarrollo y Cooperación Internacional aprovechó para recordar que las infraestructuras de agua y saneamiento son blancos de ataques durante los conflictos, al mismo tiempo que se niega de manera deliberada el acceso a agua limpia en muchos lugares del mundo. “La falta de agua potable es una de las armas de guerras que más mata”, señaló.

La directora ejecutiva adjunta de ONU Mujeres, Åsa Regnér, subrayó cómo esta situación afecta de manera especial a mujeres y niñas. “Solo en África Subsahariana, gastan 40.000 millones de horas cada año en recolectar el agua, el equivalente a un año laboral de la entera fuerza de trabajo de Francia”. No obstante, apenas tienen voz en el asunto, se ven obligadas a abandonar los estudios y están más expuestas a enfermedades, violencia y acoso (leer aquí el reporte completo de “El País”).

 

Fuentes:

Vatican News / El País

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Buena Voz

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