La política como expresión de amor: “Es preocuparse por los otros”
9:00 p m| 7 jul 17 (IBERO/BV).- La política es la expresión más clara del amor porque significa preocuparse por los otros, por quienes no vemos o no conocemos, por aquellos que están en mayor necesidad, señaló el Rector de la Universidad Iberoamericana de México, P. David Fernández Dávalos SJ, al tiempo de aclarar que la política a la que se refiere es aquella que se hace desde abajo, que busca implementar iniciativas enfocadas en remediar esas necesidades. Luego expuso su preocupación por el predominio del individualismo y el desvanecimiento de las relaciones humanas como motor de la sociedad, y comentó otros temas polémicos como la discriminación por orientación sexual, el celibato y el rol de las élites.
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“Los cristianos, católicos, los que compartimos la fe en Jesucristo estamos llamados a hacer política porque es la forma más alta del amor, pues significa preocuparse por quienes están en mayor necesidad que uno. Y promover políticas y acciones públicas que van a remediar su necesidad multifactorial”, explicó durante una entrevista con Ricardo Raphael para el programa televisivo “No hay lugar común”, transmitido por el canal mexicano ADN 40.
Antes, al empezar, el entrevistador le consultó por unas declaraciones pasadas que generaron polémica, cuando afirmó que Jesús hubiera respetado a los homosexuales, y el P. Fernández hizo referencia al Dios que nos revela Jesús, “es un padre amoroso, que también tiene gestos maternales, y que acoge a cualquier persona. La discriminación por orientación sexual o por cualquier otra consideración, contradice el núcleo del Evangelio”. Luego agregó que Jesús mas bien sí se manifestó en contra de los fariseos, “personas que se creen santas y con derecho a denostar, expulsar o señalar a personas que no eran iguales a ellos”.
El Rector de la Iberoamericana, quien decidió dedicarse al sacerdocio en lugar de hacerse cargo del negocio familiar en su natal Guadalajara, explicó sobre cómo rompió con el automatismo del sistema, el que indica cómo ser y cómo conducirse sin cuestionarse. “Te dicen vas a la escuela, tienes novia, consigues un trabajo, te casas, pones tu casa, pero de pronto uno se pregunta si eso es lo que vale la pena. Me ocurrió en mi primera juventud y me di cuenta de que el camino que estaba trazado para mí, por la sociedad y familia, no era lo que yo quería”, mencionó.
De vuelta en el tema del ejercicio de la política como expresión de amor, comentó que ésta debe hacerse desde abajo, no desde arriba, porque hacer política desde esta posición es un error. “Esa política se corrompe, connive con poderes injustos, autoritarios y eso desprestigia la política de la que estoy hablando: política desde abajo, acompañando a las personas”, resaltó quien de 1994 a 1998 dirigió el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
Llevado en este punto al tema de las formas de hacer política que rigen los destinos de las naciones, Fernández Dávalos manifestó que hay un problema con las élites que nos gobiernan, que están poco instruidas y son poco conscientes del mundo en que se vive. Incluso. Confesó que le desespera la indolencia, el poco compromiso y el descuido frente a la realidad de los sectores populares, así como el hecho de que les preocupe más el negocio que su país.
En este sentido, el sacerdote jesuita dijo que le preocupa más que una empresa lucre con la obesidad de los niños y después regale juguetes o ponga un centro de rehabilitación. “Prefiero una empresa que no saque sus capitales a los paraísos financieros o que no escatime en seguridad social para sus trabajadores y no que luego regale grandes campañas que se hacen para recolectar fondos, es una hipocresía y lavarse la conciencia cuando el problema está en otro lado”, refirió Fernández Dávalos, quien de no haber sido sacerdote, dijo, hubiera elegido ser arquitecto o músico.
Sobre los alumnos de la Universidad Iberoamericana, dijo que encuentra a jóvenes con mucha generosidad y ganas de aprender, por lo que destacó el trabajo que hace la Universidad con ellos para que piensen de manera distinta al ponerlos en contacto con la gente común y corriente, la gente “de a de veras”.
Parada obligada en la charla: el ingreso de jóvenes a la Compañía de Jesús. Sobre esto el Rector señaló que no hay crisis, sino un nivel aceptable de aspirantes si se toma en cuenta la demografía, pues antes las familias tenían más hijos y no había problema en que alguno de ellos se formara en el sacerdocio. Hoy que se tiene un hijo o dos en el matrimonio, sí alguno se va, “quién atiende la tienda”, dijo siguiendo la frase que a manera de broma lanzó Ricardo Raphael.
Durante la entrevista se destacó el trabajo que han realizado jesuitas en cuanto a derechos humanos tras recordar los asuntos “espinosos” que ha tomado el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, tales como los casos de las indígenas Teresa, Jacinta y Alberta; el caso Tlatlaya o Ayotzinapa.
Al respecto, el Padre David Fernández señaló que se trata de un deber de conciencia, de ahí que optara por ello y porque hay un colectivo que lo apoya. Y lo hace con prudencia, refirió ante el escepticismo del entrevistador, quien observó que en un tema tan delicado se antoja más levantarse, tirar piedras y romper cristales. El Rector de la Universidad Iberoamericana en tono pausado subrayó: “uno tiene que ser eficaz en la medida en que puede sensibilizar al otro. Transformarlo o convocar a grupos para enfrentarse el poder injusto y autoritario. Hay que ser prudente porque si no se puede poner en riesgo, a largo plazo, la tarea. Hay que jugar los riesgos que se tengan que asumir y no es heroísmo, sino claridad respecto a la tarea y las consecuencias que eso tiene. Hay un poema que dice que si en tu vida no te pasa nada es porque estás haciendo filosofía y letras, y no es que desprecie a la filosofía y letras, pero es que eso no te trae consecuencias si no las llevas a la práctica”, destacó.
Luego, el analista político y conductor del programa preguntó cómo tener fe en la especie humana cuando Donald Trump se nos ha presentado como un individuo reflejo de una época y en México tenemos a nuestros Donald Trumps todo el tiempo apareciendo, hablando. No es una época de abrazar a la especie. Dan ganas más, como decía Voltaire, de cultivar el jardín propio… ¿Cómo hace usted para encontrar fe en la especie humana?, lanzó Ricardo Raphael, a lo que el entrevistado ofreció una respuesta de fe, como él mismo la definió, más que una respuesta práctica:
“A ver —expuso siguiendo el curso de las ideas con su mano derecha, como apuntando en el pizarrón—, yo creo en Jesús de Nazaret, quien entregó su vida con generosidad por esta especie; entonces, si entregó la vida por el género humano, y Dios, en quien creo, entregó a su hijo, que era lo más querido, significa que esa especie vale la pena y que hay algo bueno allí. En el fondo también creo que hay una solidaridad humana fundamental, que nuestras estructuras existenciales en realidad están volcadas hacia los demás.” Recordó al respecto la idea de Octavio Paz: Entender que los otros están en mí es parte importante del sentido de la vida.
En otro momento, el P. Fernández apuntó que el celibato es un peso que se impone a los sacerdotes y que no debería de ser una condición para poder servir ministerialmente a la Iglesia, por lo que, dijo, esa es una de las cosas que se deben revisar para que, eventualmente, en un futuro cercano puedan ordenarse personas casadas, que hayan salido de la comunidad y que puedan servir a la comunidad.
Finalmente también se refirió a un Ignacio ubicado en nuestros días, “si viviera en esta época lo primero que haría sería discernir los tiempos. En el presente de este mundo, qué cosas nos empujan hacia el proyecto del reino de Dios y qué cosas se oponen a ese proyecto”.
Fuentes:
Canal ADN 40 / Web de la Universidad Iberoamericana