Obispos alemanes sobre Lutero: “Pionero religioso, testigo del Evangelio y maestro de la fe”
11:00 a m| 17 ago 16 (RD/BV).- Como parte de los preparativos para el 500 aniversario de la Reforma que se celebrará el año que viene, los obispos católicos de Alemania han publicado un informe -“La Reforma en perspectiva ecuménica”-, en el que describen a Martín Lutero como “un pionero religioso, testigo del Evangelio y maestro de la fe”, además de invitar a que las diferencias doctrinales que aún persisten entre la Iglesia católica y la luterana no tengan ya “un efecto de división” visible.
Recordamos además las palabras del Papa en la conferencia de prensa en el avión, durante el vuelo de Armenia a Roma hace unos meses, en la que afirmó que “las intenciones de Martín Lutero no eran equivocadas, era un reformador… En aquel entonces en la Iglesia había corrupción, mundanidad, apego al dinero y al poder. Y por esto él protestó”.
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El presidente de la Comisión Ecuménica de la Conferencia Episcopal alemana, el obispo Gerhard Feige de Magdeburgo, sostiene en este informe sobre el diálogo católico-luterano que Lutero (autor de las 95 Tesis colgadas en 1517 en la puerta de la Iglesia de Todos Los Santos en Wittenburg que condenaban, entre otras cosas, la venta de indulgencias o la fundación poco bíblica de la autoridad papal) se preocupaba solo por renovar la fuerza teológica del arrepentimiento y de la conversión.
Pero no solo no recibió el reformador, de la Iglesia de aquel entonces, la audiencia y acogida que sus ideas merecían -en opinión de la comisión ecuménica- sino que el “desafío teológico y espiritual” que planteó en su momento tiene “consecuencias eclesiales y políticas para la comprensión de la Iglesia y del Magisterio”.
Como ejemplo de la vigencia continuada de la teología luterana para la Iglesia católica de hoy, los obispos alemanes citan la convicción protestante de que “la Sagrada Escritura es el centro y estándar para toda la vida cristiana”, y, a su vez, la creencia de que “Jesucristo es el centro de la Escritura y el único mediador”.
Tal énfasis en la Biblia y la mediación de un único Salvador más allá de las interferencias de la Iglesia sería perfectamente asumible por la Iglesia católica, según afirma el informe. Es más: la reevaluación de los puntos comunes entre católicos y luteranos ayudarían a ambas Iglesias a “afrontar el reto de hablar con una sola voz como cristianos cuando todos nos vemos desafiados” por los retos del mundo actual, como el ateísmo, laicismo o el islam.
“Mientras que las heridas” de la Reforma protestante “se dejan sentir hasta nuestros días”, afirma el documento de los obispos alemanes, “es gratificante que la teología católica haya tenido éxito, durante este tiempo, en reexaminar con seriedad los acontecimientos del siglo XVI”. Ya no prevalece, a juicio de los prelados germanos, la “luz negativa y despectiva” con la que se valoró tradicionalmente el cisma, y que ha contribuido, en los últimos 500 años, a tensiones familiares, políticas y socioculturales, tanto en Alemania como en el mundo entero.
La nueva declaración de la Conferencia Episcopal alemana viene a ser, por consiguiente, una llamada a que el aniversario de la Reforma en 2017 (aprovechando la “implicación intensiva” que ambas Iglesia han demostrado hasta el momento en la causa del acercamiento) sea ocasión no solo de “la sanación del recuerdo” sino de la “unidad visible”, más allá de una mera “diversidad reconciliada”.
En una entrevista al Catholic News Service esta semana el vicepresidente de la comisión ecuménica germana, el obispo Heinz Algermissen de Fulda, dio voz a tal sentimiento cuando dijo que las conmemoraciones que se acercan no pueden tomarse como una mera efeméride. “También hay que admitir nuestra culpa por los errores del pasado y arrepentirnos en ambos lados por los últimos 500 años”, señaló el prelado al CNS.
Click aquí para descargar el documento (en alemán)
Conferencia de prensa del Papa Francisco. Vuelo de Armenia a Roma. Pregunta sobre Martín Lutero
Pregunta de Tilmann Kleinjung, de ADR (Radio Nacional Alemana):
Santo Padre, quisiera hacerle una pregunta. Hoy habló de los dones que comparten las Iglesias, en conjunto. Visto que dentro de cuatro meses irá a Lund para conmemorar el 500 aniversario de la Reforma, creo que tal vez este sea el momento justo, no sólo para recordar las heridas de ambas partes, sino también para reconocer los dones de la Reforma y tal vez -esta es una pregunta herética- ocasión también para anular o retirar la excomunión a Martín Lutero, o para alguna forma de rehabilitación.
Papa Francisco:
Creo que las intenciones de Martín Lutero no eran equivocadas, era un reformador. Tal vez algunos métodos no eran los indicados, pero en aquel entonces, si leemos por ejemplo la historia de Pastor ―un alemán luterano que, cuando vio la realidad de aquel tiempo, se convirtió y se hizo católico― vemos que la Iglesia no era precisamente un modelo que imitar. En la Iglesia había corrupción, mundanidad, apego al dinero y al poder. Y por esto él protestó.
Además, él era una persona inteligente. Dio un paso hacia adelante, justificando el motivo por el que lo hacía. Y hoy, luteranos y católicos, junto con todos los protestantes, estamos de acuerdo con la doctrina de la justificación. Y sobre este punto tan importante no se había equivocado. Él elaboró una «medicina» para la Iglesia, y luego esta medicina se consolidó en un estado de cosas, en una disciplina, en un modo de creer, en una manera de hacer, en una forma litúrgica. Pero no era sólo él. Estaban Zwinglio, Calvino,… Y detrás de ellos, ¿quiénes estaban? Los príncipes, «cuius regio eius religio». Debemos entrar en la historia de aquel tiempo. Es una historia nada fácil de entender.
Luego, las cosas siguieron su curso. Actualmente, el diálogo es muy bueno y aquel documento sobre la justificación creo que sea uno de los documentos ecuménicos más ricos que existen, más rico y más profundo. ¿Está de acuerdo? Existen divisiones, pero dependen también de las Iglesias. En Buenos Aires había dos iglesias luteranas, una pensaba de un modo y la otra de otro. En la misma Iglesia luterana tampoco hay unidad, pero se respetan, se aman. La diversidad es lo que quizás nos ha hecho daño a todos nosotros y hoy tratamos de retomar el camino para encontrarnos después de 500 años. Yo creo que debemos rezar juntos, rezar. Por esto la oración es importante. En segundo lugar, trabajar por los pobres, por los perseguidos, por tanta gente que sufre, por los prófugos. Trabajar juntos y rezar juntos.
Y que los teólogos estudien juntos, buscando. Es un camino largo, larguísimo. Una vez dije bromeando: «Yo sé cuándo será el día de la plena unidad» ―«¿Cuándo?». ―«El día después de la venida del Hijo del hombre», porque no se sabe. El Espíritu Santo hará esta gracia, y mientras tanto es necesario rezar, amarse y trabajar juntos, sobre todo por los pobres, por la gente que sufre, por la paz y por muchas cosas más, contra la explotación de la gente. Son muchas las cosas por las que se está trabajando en conjunto.
Francisco viajará a Suecia para conmemorar la reforma luterana
El Papa, en un gesto ecuménico sin precedentes con respecto a los protestantes, viajará el 31 de octubre próximo a Suecia para conmemorar el 500 aniversario de la Reforma iniciada por Martín Lutero. “Su Santidad tiene el proyecto de participar en una ceremonia conjunta entre la Iglesia católica y la Federación Luterana Mundial para conmemorar el 500 aniversario de la Reforma, prevista en Lund, en Suecia”, anunció el Vaticano en un comunicado.
Hace casi 500 años, la ruptura entre Martín Lutero y la Iglesia católica provocó un cisma que desembocó en numerosas guerras de religión, principalmente en Europa. La reunión en Lund “pondrá de relieve los fuertes avances ecuménicos entre católicos y luteranos, y los dones comunes recibidos gracias al diálogo”, en especial desde el Concilio Vaticano II (1962-1965), explica en una declaración conjunta el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Federación Luterana.
“El acto se celebrará en previsión de los 500 años de la Reforma en 2017”, precisa el comunicado.
El 31 de octubre de 1517, el monje católico alemán Martín Lutero clavó en la puerta de la Iglesia del Palacio de Wittenberg, al sur de Berlín, las 95 tesis contra el abuso de las indulgencias, en las que se condenaba también la avaricia y el paganismo que reinaba en la Iglesia católica.
Ese acto marcó el inicio de la ruptura, lo que dio lugar en las siguientes décadas a masacres y guerras atroces y desarrolló un odio tenaz entre las dos comunidades cristianas.
Sólo el Concilio Vaticano II, en el siglo XX, rompió con ese clima envenenado e instó al respeto mutuo.
“Tengo la firme convicción de que al trabajar por la reconciliación entre luteranos y católicos, trabajamos también por la justicia, la paz y la reconciliación en un mundo desgarrado por los conflictos y la violencia”, aseguró el secretario general de la federación luterana, reverendo Martin Junge.
Con cerca de 50 millones de fieles en todo el mundo, los luteranos son una de las principales iglesias protestantes, al lado de los Bautistas Reformados, pentecostales y evangelistas, siendo una de las más antiguas y prestigiosas.
Con este gesto, Francisco se arriesga a tener que lidiar con la ira de los tradicionalistas católicos. Es que Martin Lutero, comenzó la Reforma Protestante en 1517 con la escritura de 95 tesis criticando a la Iglesia Católica por la práctica de las indulgencias.
Esto llevó a un cisma violento, a veces político en toda Europa con el cristianismo, desatando entre otras cosas la Guerra de los Treinta Años, la destrucción de monasterios ingleses y la quema de numerosos “herejes” de ambos lados.
Los católicos tradicionalistas ya acusaron a Francisco de hacer demasiadas concesiones con los luteranos, particularmente una “plegaria común” que ambas religiones realizarán durante las conmemoraciones del 2017.
Dicen que la plegaria elogia excesivamente a Lutero, quien fue condenado como un hereje y excomulgado.
Sin embargo, Francisco hizo del diálogo con otras religiones una de las marcas de su Papado y el anuncio coincidió con el fin de la Semana anual de Oración por la Unidad de los Cristianos.
El Papa ya visitó una iglesia luterana en Roma, la comunidad protestante Waldesiana en el norte de Italia, y la sinagoga de Roma.
Fuentes:
Religión Digital / La Nación / Vatican.va
Por fin una declaración positiva acerca de Martin Luther por parte de los obispos alemanes. También entre los católicos en América Latina debe cambiar positivamente la visión de la persona y reforma de Luther. Que todavía persista la excomunicación del Reformador es un escándalo.
Lo que importa es tener fe en Dios, ser una persona “creyente”.Aunque los credos de las diferentes confesiones y religiones son distintos, todos los “creyentes” deben estar unidos y hacer frente al creciente ateismo y agnosticismo. Las luchas internas ntre los diversos credos debe terminar para demostrar que la inmensa mayoria de la humanidad es creyente.