Benedicto XVI: Música sacra para acercarnos a lo divino

6.00 p m| 17 jul 15 (VI/BV).- La música sacra como ayuda para la fuerza creativa de la fe. Un tema muy importante para Benedicto XVI, que recibió hace poco dos doctorados “honoris causa” en Castel Gandolfo, a donde se transfirió para pasar un periodo de reposo. “Que el gran don de la música que proviene de la tradición de la fe cristiana quede vivo y sea de ayuda para que la fuerza creativa de la fe no se extinga”, dijo el Papa emérito en su discurso de agradecimiento.

Sin embargo esta no es la primera vez que Benedicto XVI enfatiza en la trascendencia de la música en la fe y en la Iglesia. A lo largo de su pontificado lo hizo con discursos y escritos; además, homenajes y declaraciones personales hicieron notar su apasionamiento y preferencia por este arte. Incluso su secretario personal, el Arzobispo Georg Gänswein, comentó en una entrevista que desde su dimisión “ha vuelto a tocar el piano con frecuencia, sobre todo Mozart”.

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Los doctorados “honoris causa” le fueron conferidos por la Pontificia Universidad “Juan Pablo II” de Cracovia y por la Academia de Música de Cracovia. Le entregó ambos reconocimientos el cardenal Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia y Gran Canciller de la Pontificia Universidad Juan Pablo II.

Benedicto XVI reflexionó sobre el tema de la música: “Permanece indeleblemente impreso en mi memoria cómo, cuando apenas comenzaban a escucharse las primeras notas de la Misa de coronación de Mozart, el cielo casi se abría y se experimentaba muy profundamente la presencia del Señor”. Hablando con una pasión encendida, el Papa emérito explicó que la música surge de “la experiencia del amor”, pero también de aquella “tristeza del ser tocados por la muerte, por el dolor y los abismos de la existencia”. Al final, indicó, “el tercer lugar de origen de la música es el encuentro con lo divino, que desde el principio es parte de lo que define a lo humano. Tal vez es posible afirmar que en realidad también en los otros dos ámbitos, el amor y la muerte, el misterio divino nos toca y, en este sentido, es el ser tocados por Dios lo que constituye en conjunto el origen de la música”.

“No conocemos el futuro de nuestra cultura y de la música sacra, pero una cosa me parece patente: donde realmente tiene lugar el encuentro con el Dios vivo que en Cristo viene hacia nosotros, ahí nace y crece de nuevo también la respuesta, cuya belleza dimana de la verdad misma”.

Claro, reconoció Ratzinger, la belleza de las artes está presente en todas las culturas y religiones, pero “en ningún otro ámbito cultural hay una música de grandeza igual a la que nació en el ámbito de la fe cristiana: desde Palestrina, Bach, Handel hasta Mozart, Beethoven  Bruckner. La música occidental es algo único, que no tiene igual en otras culturas”.

Comentó y agradeció también la influencia de su antecesor en la Santa Sede, “me alegra sobre todo el hecho de que de esta manera se ha vuelto mucho más profundo mi vínculo con Polonia, con Cracovia, con la patria de nuestro gran santo Juan Pablo II -observó Ratzinger. Porque sin él mi camino espiritual y teológico no sería ni siquiera imaginable. Con su ejemplo vivo, él nos mostró cómo pueden ir de la mano la alegría de la gran música sacra y la tarea de la participación común en la sacra liturgia, la alegría solemne y la sencillez de la humilde celebración de la fe”.

Click aquí para leer el discurso completo de Benedicto XVI (en español traducido por Ecclesia)


Algunas referencias a la música sacra durante el pontificado de Benedicto XVI

– El Papa emérito Benedicto XVI pasa sus días tocando a Mozart, Beethoven y Bach en el piano (2015)

Así lo comentó su secretario personal, Georg Gänswein, en una entrevista publicada en Il Corriere della Sera en febrero de este año. Gänswein se refirió a varios aspectos de la vida cotidiana de Benedicto XVI, desde que dimitó, dos años atrás:

“Benedicto XVI tiene algunos problemas en las piernas, pero su cabeza funciona perfectamente. En las últimas semanas ha vuelto a tocar el piano con frecuencia… sobre todo Mozart, pero también otras piezas que le vienen a la cabeza, que toca de memoria. Lleva un estilo de vida muy metódico, levantarse a las 7.45, un poco más tarde que antes, misa, breviario, desayuno, oración, lectura, correspondencia y visitas cuando se da el caso”.


– Concierto por los 60 años de sacerdocio del Papa Benedicto XVI (2011)

El concierto, celebrado el 9 de agosto del 2011 en el patio del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, celebró los 60 años de sacerdocio de Benedicto XVI y de su hermano Monseñor Georg Ratziger, ambos ordenados el 29 de junio de 1951 en la catedral de Freising. La protagonista fue la música de Bach, Vivaldi y Mozart.

De Bach interpretaron algunas cantatas y la versión más antigua del Concierto BWV 1060. De Vivaldi, dos piezas de los llamados “Concerti ripieni” para orquesta de arcos y bajo continuo. La música fue interpretada por la violinista alemana Arabella Steinbacher, junto al Ensemble “New Seasons”, dirigido por el maestro Albrecht Mayer, también oboe solista.

“Vivaldi era un sacerdote católico, fiel a su Breviario y a sus prácticas de piedad. La escucha de su producción de música sacra revela su espíritu profundamente religioso. Este es un rasgo que lo une a Johann Sebastian Bach, luterano, admirador de Vivaldi, del que estudió y transcribió varios conciertos. ‘Soli Deo gloria’: esta frase aparece como un estribillo en los manuscritos de Bach —un leitmotiv de sus cantatas, como dice el opúsculo del programa— y constituye un elemento central para comprender la música del gran autor alemán. La profunda devoción fue un elemento esencial de su carácter, y su sólida fe sostuvo e iluminó toda su vida”, dijo Benedicto XVI en el discurso posterior al concierto.

Bach es un “espléndido arquitecto de la música, que usa de un modo inigualable el contrapunto, un arquitecto guiado por un tenaz espíritu de geometrías, símbolo de orden y sabiduría, reflejo de Dios y, de este modo, la realidad se convirtió en música en el sentido más elevado y puro, belleza resplandeciente”. Este fue el comentario final del Papa con respecto al Concierto de Castelgandolfo.

Click aquí para leer el discurso completo

https://youtu.be/tc4kWmxpZGs?t=20s


– El arte: una puerta abierta hacia el infinito

En una audiencia de agosto del 2011, el Papa Benedicto XVI volvió sobre un tema para él muy entrañable: el del “via pulchritudinis”, del camino de la belleza como camino hacia el infinito y la verdad, un camino que ‘el hombre de hoy debería recuperar en su significado más profundo’.

Una catedral gótica, una iglesia románica, la música de Bach o los cuadros de Marc Chagall son algunos de los ejemplos citados por el Papa de obras de arte que “nos impulsan a dirigir el pensamiento hacia Dios y hacen crecer en nosotros el deseo de alcanzar la fuente de toda belleza”. A pesar del ritmo frenético de la vida de hoy, “el Señor mismo nos ofrece muchas ocasiones para que nos acordemos de Él”, y la belleza y el arte están entre estas.

En aquella ocasión Benedicto XVI recordó también un episodio de su vida: “Me viene ahora a la memoria -fueron sus palabras- un concierto de piezas de Johan Sebastian Bach, en Múnich, dirigido por Leonard Bernstein. Al terminar la última pieza, una de las cantatas, sentí, no por razonamiento, sino en la profundidad del corazón, que lo que había oído me había transmitido algo de la verdad, de la fe del insigne compositor, y que me llevaba a alabar y agradecer al Señor. Al sentir esto, se sabe que es verdadero -agregó-, es verdadera la fe que se siente con esa intensidad, le fe que expresa de ese modo irresistible la fuerza de la verdad de Dios”.

Luego el vaticanista Sandro Magister identificó esa cantata a la que se refirió el Papa emérito: “Fue la que Bach compuso para la Misa del vigésimo séptimo domingo después de la Trinidad, la última antes del Adviento en el año litúrgico luterano. Entre las casi doscientas Cantatas que Bach nos ha dejado, aquélla es la que lleva la sigla BWV 140. Las Cantatas eran verdadera y propiamente música litúrgica. Llenaban el espacio entre las lecturas de la Misa y la homilía”.

Aquí las palabras pronunciadas en la Audiencia del 31 de agosto del 2011

https://youtu.be/JCULWK4tNuc


– El arte y la liturgia: la música

Benedicto XVI en su libro “El espíritu de la liturgia. Una Introducción” (2001)

Así se refiere Benedicto XVI a un período importante para la música sacra en la historia de la Iglesia (extracto):

En la Iglesia podemos escuchar a Bach o a Mozart, y en ambos casos percibimos, de manera sorprendente, lo que significa gloria Dei, la Gloria de Dios. Nos encontramos frente al misterio de la belleza infinita que nos hace experimentar la presencia de Dios de una manera mucho más viva y verdadera de lo que podrían hacernos sentir muchas homilías. Sin embargo, también se anuncia en ello un peligro: la dimensión subjetiva y esa pasión que suscita están aún como contenidos por el orden del universo musical, en el que se refleja el orden de la creación divina. Pero amenaza la irrupción del virtuosismo, la vanidad de la propia habilidad, que ya no está al servicio del todo, sino que quiere ponerse en un primer plano.

Todo ello hizo que en el siglo XIX, el siglo de una subjetividad que quiere emanciparse, se llegara, en muchos casos, a que lo sacro quedase atrapado en lo operístico, recordando de nuevo aquellos peligros que, en su día, obligaron a intervenir a Trento. De forma semejante Pío X intentó, entonces, alejar la música operística de la liturgia, declarando el canto gregoriano y la gran polifonía de la época de la renovación católica (con Palestrina como figura simbólica destacada) como criterio de la música litúrgica. Así, la música litúrgica se ha de distinguir claramente de la música religiosa en general, igual que ocurre con el arte figurativo, cuyos criterios litúrgicos han de ser distintos a los del arte religioso en general. El arte en la liturgia tiene una responsabilidad muy específica y, precisamente por esto, se convierte en motor de la cultura que, en último extremo, se debe también al culto.

Click aquí para leer el capítulo completo sobre música (Tercera parte, capítulo II. Págs. 138- 179)


Otros enlaces:

Concierto en honor a Benedicto XVI. “El Oratorio de Navidad de Bach” en la Capilla Sixtina (4 de diciembre del 2009)

Discurso de Benedicto XVI en encuentro con los artistas. En la Capilla Sixtina. (21 de noviembre del 2009)

Del Islam al cristianismo, también gracias a la música de Bach


Fuentes:

Vatican Insider / Religión Digital / Ecclesia / Vatican.va / Chiesa

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