Las 15 frases de la Semana Santa del Papa Francisco en el 2015
5.00 p m| 7 abr 15 (VIDA NUEVA/BV).- En su tercera Semana Santa como Pontífice, Francisco ha presidido todos los actos y celebraciones principales de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, desde el Domingo de Ramos, el 29 de marzo, hasta el Domingo de Resurrección, el 5 de abril. Recogemos los momentos principales de todo lo vivido durante estos días, resumidos en 15 frases.
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Homilía en el Domingo de Ramos (29 de marzo) – enlace a homilía completa
1. Humillarse es ante todo el estilo de Dios: Dios se humilla para caminar con su pueblo, para soportar sus infidelidades.
2. La mundanidad es contraria al camino de Cristo. La mundanidad nos ofrece el camino de la vanidad, del orgullo, del éxito… El maligno se la propuso también a Jesús durante cuarenta días en el desierto, pero la rechazó sin dudarlo. Y, con él, solamente con su gracia y con su ayuda, también nosotros podemos vencer esta tentación de la vanidad, de la mundanidad, en las circunstancias ordinarias de la vida.
Homilía del Papa en el Complejo Penitenciario de Rebibbia (2 de abril) – enlace a homilía completa
3. Jesús nos ama sin límites, siempre, hasta el final. Él nos ama a todos, hasta el punto de dar su vida por nosotros. Él dio su vida por ti, por ti, por ti, por mí, por él… por cada uno, con nombre y apellido.
4. Hoy voy a lavar los pies a doce de ustedes, pero yo también tengo necesidad de ser lavado por el Señor, para convertirme en un esclavo al servicio de las personas como lo fue Jesús.
Homilía en la misa crismal del Jueves Santo (2 de abril) – enlace a homilía completa
5. Pienso mucho y ruego a menudo por el cansancio de los sacerdotes, especialmente cuando el cansado soy yo. Nuestro cansancio va directo al corazón del Padre.
6. Tengamos bien presente que una clave de la fecundidad sacerdotal está en el modo como descansamos y en cómo sentimos que el Señor trata nuestro cansancio. La imagen más honda y misteriosa de cómo trata el Señor nuestro cansancio pastoral es aquella del que “habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo” (Jn 13,1): la escena del lavatorio de los pies.
Palabras en el Vía Crucis (3 de abril) – enlace a discurso completo
7. El peso de la cruz de Cristo nos libera de todas nuestras cargas.
8. En su rostro abofeteado, escupido y desfigurado, vemos toda la brutalidad de nuestros pecados. En las crueldades de su Pasión, vemos la crueldad de nuestros corazones y nuestras acciones.
Homilía en la Vigilia Pascual (4 de abril) – enlace a homilía completa
9. Las mujeres discípulas de Jesús velaron aquella noche, junto la Madre. No permanecieron prisioneras del miedo y del dolor, sino que salieron con las primeras luces del alba con el corazón ungido de amor. Salieron y encontraron la tumba abierta.
10. No se puede vivir la Pascua sin entrar en el misterio. No es un hecho intelectual, no es sólo conocer, leer… “Entrar en el misterio” nos exige no tener miedo de la realidad: no cerrarse en sí mismos, no huir ante lo que no entendemos, no cerrar los ojos frente a los problemas, no negarlos, no eliminar los interrogantes.
Bendición “Urbi et Orbi” (5 de abril) – enlace a discurso completo
11. El amor ha derrotado al odio, la vida ha vencido a la muerte, la luz ha disipado la oscuridad.
12. Los cristianos, por la gracia de Cristo muerto y resucitado, son los brotes de otra humanidad, en la cual tratamos de vivir al servicio de los demás, de no ser altivos, sino disponibles y respetuosos.
13. Imploremos la paz para todos los habitantes de Tierra Santa. Que crezca entre israelíes y palestinos la cultura del encuentro y se reanude el proceso de paz, para poner fin a años de sufrimientos y divisiones. Pidamos la paz en Libia, para que se acabe con el absurdo derramamiento de sangre por el que está pasando.
14. Supliquemos al Señor resucitado el don de la paz en Nigeria, Sudán del Sur y diversas regiones de la República Democrática del Congo. Que todas las personas de buena voluntad eleven una oración incesante por aquellos que perdieron su vida asesinados el pasado jueves en la Universidad de Garissa, en Kenia, por los que han sido secuestrados, los que han tenido que abandonar sus hogares y sus seres queridos.
15. Quién lleva en sí el poder de Dios, de su amor y su justicia, no necesita usar violencia, sino que habla y actúa con la fuerza de la verdad, de la belleza y del amor.
Fuente:
Revista Vida Nueva