Sobre labor de nuncios y elección de obispos entre los temas tratados en reuniones del G9
9.00 p m| 8 jul 14 (AGENCIAS/BV).- El grupo de cardenales instituido por el Papa para ayudarle en la reforma de la Curia, analizó además el rol que deberán desempeñar los laicos, los matrimonios y las mujeres en el gobierno de la Iglesia, según informó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, en el último día en que se reunió el consejo, ahora conocido como “G9” tras la incorporación definitiva del Secretario de Estado, Pietro Parolin.
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La libertad de expresión, la sinceridad y el espíritu amistoso han marcado este quinto encuentro. El Consejo de cardenales terminó la semana pasada sus reuniones en Santa Marta y no se volverá a reunir hasta el 15 de setiembre de 2014, cuando tendrá lugar el sexto encuentro. También se reunirán del 9 al 11 de diciembre de 2014 y entre el 9 y 11 de febrero de 2015, según indicó Lombardi.
En cuanto a los temas tratados, además de la Gobernación, la Secretaría de Estado y el Instituto para las Obras de Religión, se han reanudado los que atañen a los dicasterios de la Curia. Concretamente, han hablado sobre los Pontificios Consejos para los Laicos y para la Familia y, más concretamente, de la aportación y el papel, en esta perspectiva, de laicos, matrimonios y mujeres.
“No se han tomado decisiones -agregó Lombardi-. Se han profundizado, en cambio, diversas propuestas que se insertarán en el marco general de la nueva configuración de la Curia. La reunión proseguirá esta tarde con el examen de los dicasterios que han sido estudiados hasta ahora con menor profundidad. Otros temas tratados han sido las nunciaturas y su tarea y los procedimientos para el nombramiento de los obispos. Aparte de la Comisión cardenalicia de vigilancia del IOR, que fue escuchada entre el martes y el miércoles pasado, ningún otro externo participó en las reuniones del Consejo”.
“Todavía -ha concluido- no hay textos que puedan considerarse como borradores de la nueva Constitución, ya que se procede con contribuciones parciales presentadas, por regla general, por el cardenal encargado de estudiar un argumento determinado”.
Por último el portavoz del Vaticano dijo, “los participantes están muy satisfechos de la atmósfera de las reuniones. El clima que las rodea ha sido definido como ‘free, frank, and friendly’ (3F), es decir, caracterizado por una gran libertad de expresión, sinceridad y franqueza, cordialidad y espíritu amistoso. El Papa participa en el diálogo con naturalidad, favoreciendo el clima de libertad de expresión”.
El IOR se transforma en pequeño banco
Se ha discutido mucho sobre el IOR y sobre las finanzas durante los cuatro días de reuniones del G9. El cambio en la cúpula del IOR, la presidencia y el consejo de administración, será anunciado por el cardenal George Pell en estos días. Salvo sorpresas de última hora, el puesto de Ernst von Freyberg, en la guía del Instituto, irá al francés Jean-Baptiste de Franssu. También cambiará el consejo de los laicos.
El motivo de este cambio es la reforma del Instituto, que se convertirá en algo parecido a un pequeño banco comercial. A pesar de que se tomó en cuenta la hipótesis de su clausura, debido a los numerosos episodios turbios que lo han convertido en fuente de contra testimonio evangélico, a final de cuentas Francisco decidió mantenerlo con vida: sirve para administrar los ahorros y para enviar dinero a las órdenes y a los institutos religiosos, sirve para pagar los sueldos a los empleados vaticanos.
Lo que el IOR, en cambio, debería perder, con la reforma, es la autonomía en la administración de las grandes inversiones. Estas pasarán a la APSA, que se convertirá en el verdadero “banco central”, bajo el control de la Secretaría para la Economía.
El IOR mantendrá su autonomía con respecto al “Ministerio de las Finanzas”, creado hace pocos meses y encomendado al cardenal australiano George Pell. Lo demuestra el hecho de que durante las reuniones de la semana pasada entre los cardenales se decidió no abolir la comisión cardenalicia de vigilancia sobre el Instituto (presidida por el cardenal Santos Abril y Castelló, y en la que también está presente Parolin), sino mantenerla con vida, aunque probablemente con una organización y un nombre diferentes.
Si se confirma la indiscreción de la sustitución del presidente del Instituto y Freyberg deja su puesto a de Franssu, aumentará la influencia del cardenal Pell sobre el “banco”, pues el economista francés, miembro de la disuelta Cosea (la Comisión referente que estudió los problemas financieros y administrativos de la Santa Sede) forma parte del consejo para la Economía.
El nuevo rostro del IOR exige un cambio en el personal de la cúpula, explican fuentes vaticanas. Tanto el consejo como la presidencia de Von Freyberg (nombrado hace 16 meses para completar el mandato de cinco años de Ettore Gotti Tedeschi) terminan en septiembre. Así, como se acordó con la comisión de vigilancia y con la Secretaría para la Economía, se pidió tanto a los miembros del consejo como al presidente del Instituto que dejaran espontáneamente su mandato, con un par de meses de anticipación. De esta manera, habrá el tiempo necesario para identificar nuevas figuras profesionales que puedan interpretar el cambio requerido, y con un presidente de tiempo completo.
Y no desaparecerán el proceso de revisión de las cuentas (encomendado a Promontory), la publicación de los balances certificados ni la aplicación de los estándares en contra del lavado de dinero que Von Freyberg desplegó con la ayuda de la cúpula vaticana. Particularmente significativas fueron, el pasado 2 de julio, las palabras que usó el portavoz vaticano, el padre Federico Lombardi: “La contribución del presidente Ernst von Freyberg sigue siendo profundamente apreciada y evaluada positivamente”.
Por último, ayer el IOR difundió los resultados del balance de 2013, facilitando un cuadro detallado y actualizado de los resultados conseguidos. Ernst von Freyberg declaró lo siguiente: ”Como se había fijado en mayo de 2013, nos hemos concentrado en el objetivo de conformar el IOR a la normativa financiera y de hacerlo más seguro y transparente, para que el Santo Padre pudiera contar con más opciones llegado el momento de decidir el futuro del Instituto. Con esta labor hemos sentado las bases para permitir al nuevo grupo dirigente que haga del IOR un proveedor de servicios realmente excepcional en el mundo de las financias católicas”.
Click aquí para revisar los datos esenciales del balance 2013.
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Fuentes:
Religión Digital / Vatican Information Service / Vatican Insider