‘Servir, acompañar y defender a los pobres’
10.00 p m| 4 feb 14 (NCR/BV).- Esa es la misión del ministerio social católico, dijo Michel Roy, secretario general de Cáritas Internationalis, a unos 500 activistas católicos reunidos en Washington, DC. Palabras que ofreció en el marco de la reunión anual del Ministerio Social Católico patrocinado por la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU.
Luego agregó que no solo basta con brindar ayuda humanitaria o buscar soluciones estructurales a la pobreza, sino apoyar las iniciativas locales, que intentan involucrar a todas las personas con diversas responsabilidades en la comunidad, “para cambiar la actitud pasiva o de resignación a ser activas y proactivas”.
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Cáritas Internationalis está compuesta por 164 organismos como Catholic Relief Services, la agencia de ayuda internacional de los obispos católicos de los Estados Unidos. Estas agencias están activas en 200 países, y atienden las necesidades de los pobres y vulnerables ofreciendo suministro de alimentos, ropa y vivienda. En su charla, sin embargo, Roy hizo hincapié en la necesidad de acompañar y capacitar a los pobres, no simplemente darles limosnas.
Explicó que Caritas está activo en las Filipinas, en las comunidades eclesiales de base que dan a las personas, incluso a los más pobres, una oportunidad “para que se comprometan en la vida de la Iglesia, en la vida de la comunidad”.
Del mismo modo, a nivel de aldeas en la República Democrática del Congo “se ven mujeres, hombres, niñas, niños, jóvenes que asumen responsabilidades en la animación de la comunidad”, dijo. “Tenemos equipos de Cáritas en las comunidades eclesiales de base, y grupos de justicia y de paz”. Lo que significa: “Los pobres no están en los márgenes de la Iglesia, están en el mismo centro”.
En la India, donde la comunidad católica es pequeña, Cáritas trabaja en las aldeas con las mujeres más pobres, en su mayoría hindúes, y a través de un “proceso de animación las llevan a cambiar la visión que tienen de sí mismas al pasar de la pasividad y la resignación a ser activas y proactivas”, por lo que pueden “iniciar acciones para mejorar las vidas no sólo de sus familias, sino de la comunidad”. Estas comunidades de las aldeas luego se unen y organizan federaciones para cambiar las políticas locales, para “que puedan acceder a los derechos que normalmente deben tener acceso, pero que están excluidos de ellos por tradición” .
Al igual que el Papa Francisco, Roy ve las obras de caridad integradas a la evangelización. Señaló que si bien al comienzo del Sínodo de los Obispos sobre la nueva evangelización, el Papa Benedicto XVI habló de los dos pilares de la evangelización -confesar la fe y el testimonio a través de la caridad- el segundo pilar tiene poca importancia en el documento final, quedando relegado a un solo párrafo. Gracias a la exhortación apostólica de Francisco, escrito en respuesta al sínodo, esto ha cambiado.
En Evangelii Gaudium, el Papa “pone a los pobres en el centro de la nueva evangelización. Él abre nuestros oídos para escucharlos y nos llama a ser instrumentos de Dios por su liberación”. Roy señala que “la palabra liberación no se utiliza muy a menudo recientemente, pero está regresando”. El Papa “nos recuerda que el signo de credibilidad que no se puede perder en la evangelización es la opción por los más pobres, por los que la sociedad descarta y rechaza”.
El Papa “nos recuerda que nuestro compromiso social no es sólo a través de acciones y programas, sino en un cuidado real con amor, y verdadera cercanía a los pobres”, dijo. “Él nos invita a creer en el poder revolucionario de la ternura y el afecto”. Pero el Papa también “nos invita a abordar con urgencia las causas estructurales de la pobreza y nos dice que la asistencia debe ser sólo una respuesta temporal”.
Roy lamenta que nuestra sociedad “margine deliberadamente a los vulnerables, a los ignorantes, a los pobres”, ya que piensan que no tienen ningún valor. “El mundo está al revés y se nos invita a poner las cosas en orden”.
“La persona humana es y debe ser el núcleo de la sociedad, no un objeto que puede ser utilizado o rechazado”, dijo. “Una sociedad justa no puede construirse sin los más pobres u olvidándose de ellos, usándolos, ignorando sus expectativas”, dijo. “Vamos a ponerlos en el centro y ver el mundo con sus ojos, desde su perspectiva”.
La Iglesia también tiene que ser “lo suficientemente flexible como para ser desafiada por la pobreza”, dijo a su audiencia. “No debemos pensar que siempre sabemos lo que es mejor para los pobres. ¿Hemos creado espacios para que la voz de los pobres sea escuchada y considerada?” Tenemos que estar “dispuestos a renunciar a nuestra propia seguridad y contar con el Espíritu Santo para hacer de ese camino, uno de posible crecimiento y desarrollo personal”.
Para aquellos abrumados por los problemas del mundo, dijo: “Tenemos la capacidad de cambiar las cosas en el mundo”. Roy tiene la seguridad que Caritas “ayuda a las personas a cambiar sus vidas”… es “un signo de esperanza de que algo se puede hacer si tenemos éxito al organizar a las personas en varios niveles”.
Fuente:
Catholic social ministers told, ‘Serve, accompany, and defend the poor’, publicado en el National Catholic Reporter.