Mensaje del Papa Benedicto XVI a los periodistas y comunicadores sociales
Primer elemento: en el mensaje hay una profunda comprensión del cambio de nuestro tiempo, que supone una ”renovada valoración del acto de comunicar, considerado sobre todo como diálogo, intercambio, solidaridad y creación de relaciones positivas.” Las nuevas tecnologías “permiten a las personas encontrarse más allá de las fronteras del espacio y de las propias culturas, inaugurando así un mundo nuevo de amistades potenciales.”
Segundo elemento: el Papa señala la relación que hay entre tres aspectos humanos clave de la vida actual: la comunicación digital, la imagen de uno mismo y la coherencia de vida. Las dinámicas comunicativas del mundo digital suscitan nuevos modos de construir la propia identidad, y es aquí donde se sitúa el llamado del Santo Padre a la coherencia y a la autenticidad. Nos invita a superar “una interacción parcial, la tendencia a comunicar sólo algunas partes del propio mundo interior, el riesgo de construir una cierta imagen de sí mismos que suele llevar a la autocomplacencia…”
Como suele hacer, el Papa nos coloca frente a nuestra radical responsabilidad personal, tanto en la construcción de nuestro “yo”, como en nuestro trato con los demás.
“Cuanto más se participa en el espacio público digital, se establecen nuevas formas de relación interpersonal que inciden en la imagen que se tiene de uno mismo. Es inevitable que ello haga plantearse no sólo la pregunta sobre la calidad del propio actuar, sino también sobre la autenticidad del propio ser.”
Reitera una decidida invitación a la coherencia ante uno mismo y en la relación con los otros:
“El anhelo de compartir, de establecer “amistades”, implica el desafío de ser auténticos, fieles a sí mismos, sin ceder a la ilusión de construir artificialmente el propio “perfil” público.”
Tercer elemento:el equilibrio entre relaciones mediadas por la tecnología y relaciones cara a cara, directas y sin mediaciones. También un equilibrio entre participación en el diálogo social y el necesario silencio reflexivo que nos hace realmente conscientes de nuestras acciones.
“¿Quién es mi “prójimo” en este nuevo mundo? ¿Existe el peligro de estar menos presentes con quien encontramos en nuestra vida cotidiana ordinaria? (…) ¿Dedicamos tiempo a reflexionar críticamente sobre nuestras decisiones y a alimentar relaciones humanas que sean realmente profundas y duraderas?”
Consecuencia: nos convoca a actuar como cristianos, no sólo poniendo contenidos de fe, sino por nuestro modo de comunicar:
“Uno está siempre implicado en aquello que comunica. Cuando se intercambian informaciones, las personas se comparten a sí mismas, su visión del mundo, sus esperanzas, sus ideales. Por eso, puede decirse que existe un estilo cristiano de presencia también en el mundo digital, caracterizado por una comunicación franca y abierta, responsable y respetuosa del otro.”
Este anuncio del Evangelio, sin embargo, no debe ceder ante algunas lógicas de la red que contradicen el mensaje: “El valor de la verdad que deseamos compartir no se basa en la “popularidad” o la cantidad de atención que provoca. Debemos darla a conocer en su integridad, más que intentar hacerla aceptable, quizá desvirtuándola. Debe transformarse en alimento cotidiano y no en atracción de un momento. No puede ser objeto de consumo ni de disfrute superficial, sino un don que pide una respuesta libre.”
El Papa sigue esperanzado, enviando a los fieles a ser coherentes misioneros en el mundo digital: “Deseo invitar a los cristianos a unirse con confianza y creatividad responsable a la red de relaciones que la era digital ha hecho posible, no simplemente para satisfacer el deseo de estar presentes, sino porque esta red es parte integrante de la vida humana”.
El mensaje de Benedicto XVI a los periodistas y a los comunicadores sociales en 20 frases
Imagen : (Reuters) Papa Benedicto XVI en la plaza de San Pedro.