Bottery afirma que ninguna forma de gestión tiene un carácter “natural” evidente de por sí donde los valores tienen que escogerse de acuerdo a los que se consideren más adecuados y deseables suponiendo la creciente “introducción de los valores” empresariales en lo que hasta ahora se ha considerado como un campo “puramente profesional”. Las políticas educativas tienen un asidero en la concepción del hombre en su sociedad la cual responde a intereses de insertar al colaborador de manera eficiente y eficaz en las futuras empresas de la aldea global.
De acuerdo a cada realidad de la escuela se va jerarquizando los valores sin transgredir los principios fundamentales. Clarke señala dos temas dentro del nuevo gerencialismo:
Universalismo, todas las organizaciones son básicamente iguales, con independencia de sus funciones específicas, es decir se necesita de una dirección para reafirmar los liderazgos.
En cuanto al universalismo las funciones específicas las realiza en este caso un director que tenga las capacidades de un líder, es decir que incentive los espacios potenciales con reglas claras y autonomía a sus colaboradores.
Isomorfismo, configura la forma más natural de coordinación, comparadas con ellas las organizaciones del sector público, como las escuelas que para que sean más eficientes tienen que asemejarse más a las empresas.
Además al referirse sobre el isomorfismo podemos tener la conjetura que las coordinaciones sean participativas y comprometan a todos los actores en el cumplimiento de los objetivos comunes.
Ball, señala tres variantes del nuevo discurso educativo en torno a la autogestión:
• Gestión económica, destaca a la educación como empresa económica y estimula a la dirección para que afronte las realidades de la escolarización. El actual proceso de descentralización educativa nos llevara a que cada municipalidad gestiones sus recursos propios de la manera que le sea factible y viable.
• Gestión empresarial, aplaude el fundamento económico de la educación y otorga importancia al mercado como el mecanismo distributivo más eficiente y equitativo, es decir la nueva dirección profesional sólo sirve para justificar (el servicio) las versiones más orientadas al negocio. La educación tiene un producto quien es el estudiante orientado a una visión empresarial y democrática.
• Gestión profesional, vincula la dirección con la práctica del aula y la articula con la perspectiva profesional docente en relación con la planificación. Los profesionales de la educación somos los llamados a dirigir técnicamente el proceso de aprendizaje del modelo socio crítico.
Es decir las escuelas eficaces para la realidad peruana son un modelo que gestione procesos acordes a las demandas del mercado interno a fin de conseguir ciudadanos adecuadas pensando en lo cal y viviendo en global.
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