LA ACTITUD PROFESIONAL

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El sábado 23 discutíamos un grupo de amigos acerca de la actitud profesional. Es decir que acciones se debe desarrollar un profesional a fin de cumplir con sus acciones proactivas y ser ético.

Si deseamos desarrollar actitudes profesionales nos basaremos en el modelo de competencias 5+1 el cual comprende gestión de información, gestión de la tarea, gestión de personas, gestión interpersonal y gestión personal.

La gestión de la información permite integrar los datos a fin de generar información, generar alternativas de solución y extraer conclusiones. En el punto hemos subrayado es si el jefe tiene un grupo de trabajadores si convoca y luego cancela la reunión sin previa comunicación por correo electrónico incumple con su gestión. Por otro lado, si el líder se comunica con sus colaboradores (ISO 9001:2007) y reprograman bajo el modelo 1+1 (IIPE:2010) entonces se conforman un conocimiento organizacional pertinente e idóneo (TAKEUCHI:1989).

Si queremos una empresa sana en la cual todos los trabajadores lleguen contentos, tengan una vida saludable (independientemente de su género) es relevante que la actitud profesional del jefe del área con sus subordinados a fin de desarrollar la información de manera fluida. Evidentemente no incluye la información CONFIDENCIAL de la alta gerencia, pero un lenguaje cortés facilita el entendimiento.

El líder al gestionar la tarea asume la solución de contenencias, es decir, gestiona sus imprevistos, actúa con iniciativa e implementa soluciones. Conversando con mis compañeros, contemplamos que muchos jefes dicen: “Asume”, “Queremos soluciones”, “Si tú no puedes alguien lo hará por ti”, “eres miembro de una familia ¿Qué decides?”, “Tu mismo eres”, “Confió en ti”, “Eres lo máximo”, etc. Cuando en realidad evade su responsabilidad de gestión. Se pueden delegar tareas SI, se pueden delegar funciones NO.

En nuestro imaginario, buscamos la idea de un padre proveedor o una madre consoladora, pero son visones de un NIÑO asustadizo y sumiso. Las organizaciones inteligentes (SENGE: 1995) buscan personal que implemente soluciones vía trabajo colaborativo en la cual la suma de las partes es mayor al todo. Con una salvedad todos somos ADULTOS con independencia y autonomía profesional y ETICA en sus tareas. La labor del líder es buscar los mecanismos que faciliten la sinergia entre cada uno de los miembros del equipo de alto rendimiento en las cuales las diferencias son excelentes para el enfoque multidisciplinar.

El tercer punto es la gestión de personas, es decir, como entrenar a otros para desarrollar competencias y proporcionar feedback. Los jefes de empresas solo desean producción lo cual genera rentabilidad, sin embargo se evita el dotar a sus trabajadores de una técnica y profesionalismo que le permita desempeñarse en otros ámbitos. El líder escucha y sugiere a sus colaboradores (MAKABE: 2009) entonces la relación vinculante permite un clima organizacional agradable entre jóvenes adultos, adultos o adultos mayores (PAPALIA: 2009, SANTROCK: 2006, OLÓRTEGUI MIRANDA FELIPE VALDELOMAR: 2008).

En el cuarto elemento tenemos la gestión intrapersonal, es decir como influir a través de la negociación y convencimiento. Si el jefe te dice A hoy y mañana te dice A+4, el manejo de contingencias te permite afrontarlo, pero si ese cambio te genera pérdidas de tipo económico, sabiendo que tu ganas dinero por horas me parece una incapacidad de negociación transparente y sobre todo ética. Si el líder asume que la contingencia es parte natural de su función entonces delegara a quien corresponda o creara mecanismos para renegociar de manera beneficiosa para las partes interesadas.

El quinto punto es la gestión personal es decir, el manejo del estrés y aceptación de críticas. El estrés es la REACCIÓN a un evento que se interpreta como amenazador y que evoca reacciones fisiológicas, psicológicas y de conducta. El jefe que exige manejo de estrés es coherente cuando duerme el tiempo necesario, tiene la coloración de su piel óptima, el cabello firme, la uñas de brillo natural, etc. El saber aceptar las críticas, es álgido, recordemos, que el hecho de ser latinos nos da una susceptibilidad ante el desconocimiento de un tema.

El saber reconocer que YO NO SE causa paralizas a nuestros jefes. Conversaba en setiembre con algunos jóvenes de la Universidad Cayetano Heredia y ellos expresaban los siguiente: Al llegar al hospital la primera frase que digo es NO SE porque cada hospital tiene su propia cultura y me adaptaré a ella tan rápido como me sea posible”.
El testimonio del joven aprendiz demuestra que le será más fácil aceptar futuras criticas cuando sea jefe de piso, jefe de área o unidad, jefe de pabellón o jefe del hospital.

Además la ACTITUD PROFESIONAL tiene el ser ético. El jefe que beneficia a otros mediante el ocultamiento de sus 520 errores semestrales y el ensalzamiento de uno o dos aportes al semestre definitivamente no es ético. El aceptar la mediocridad de sus trabajadores le resta catadura moral para elaborar críticas.

El líder observa y acepta a los de mejor rendimiento quienes consiguen todo por objetivo-meta. El líder reconoce sus meritos aun cuando no comparten la misma ideología -MINTZBERG La estructuración de las organizaciones (1979) y en Diseño de las organizaciones efectivas (2000)-. Si el líder aun tuviera dificultades para el manejo puede recurrir a las metáforas de Sergiovanni, T. – Moral leadership. , 1992 – a fin de afrontar sus contingencias.

Finalmente, la ACTITUD PROFESIONAL, se forma de manera holística, divergente y ética en una organización con salud mental.
SALUDOS

Ysrael “El puma de dos mundos”

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