25 AÑOS DE LA REVISTA “NEUROCIENCIA DE LA NATURALEZA”
Publicado: 08 mayo 2023
Este mes, Nature Neuroscience celebra el 25 aniversario de nuestro primer número. Para conmemorar la ocasión, reflexionamos sobre el último cuarto de siglo de la revista y el campo, y miramos hacia el futuro.
Cuando se lanzó Nature Neuroscience en 1998, un editorial en el número inaugural se abrió con la pregunta: “¿Por qué la neurociencia y por qué ahora?” Al menos para los amantes de la neurociencia como nosotros, la pregunta ahora parece casi absurda. Por supuesto, la neurociencia es un campo vital de investigación, ahora y para las generaciones venideras. Aún así, las respuestas proporcionadas en el editorial se sienten familiares y relevantes hoy: el gran tamaño y el crecimiento continuo del campo, la diversidad de temas y técnicas, la necesidad resultante de un léxico y un foro compartidos, y la sensación de que, “Quizás más que cualquier otro campo de la biología, la neurociencia todavía tiene una sensación de ‘frontera’”.
Esas ‘fronteras’ de preguntas sin respuesta en neurociencia se han desplazado en los últimos 25 años. Por ejemplo, tenemos una buena apreciación de los mecanismos de guía de axones, plasticidad sináptica y transducción sensorial. Sabemos relativamente menos sobre la relación entre la variación genética y los fenotipos cerebrales en humanos, las contribuciones de la glía, las células inmunitarias y la neurovasculatura a la función cerebral y la base neuronal de la toma de decisiones y la conciencia. Los descubrimientos en los últimos 25 años han sido impulsados por una impresionante variedad de nuevas tecnologías, que incluyen optogenética, genómica unicelular, edición de genes, inteligencia artificial y enfoques de aprendizaje automático, células madre pluripotentes inducidas por humanos y métodos organoides, estudios de asociación de genoma completo, microscopía de súper resolución, imágenes de sensores de actividad codificados genéticamente y muchos otros. Los neurocientíficos ahora tienen la capacidad de observar y manipular la expresión génica del cerebro, los tipos de células, los circuitos y las redes de una manera que solo podía soñarse hace 25 años, lo que permite generar conocimiento a un ritmo y un alcance sin precedentes. Dicho esto, algunas fronteras de la investigación han visto un progreso decepcionantemente pequeño, en particular los tratamientos para los trastornos psiquiátricos y las enfermedades neurodegenerativas, aunque hay motivos para el optimismo en estas áreas.
Junto con estas transformaciones en el contenido de la investigación en neurociencia, la cultura del campo también ha cambiado. La neurociencia es mucho más interdisciplinaria y colaborativa de lo que alguna vez fue. Los enfoques basados en datos y a gran escala se usan más comúnmente, por lo que los estudios a menudo comienzan con un enfoque de pantalla o ‘ómico’, en lugar de con una hipótesis específica, y los esfuerzos científicos en equipo se han convertido en elementos permanentes en la comunidad de investigación. Los neurocientíficos están adoptando cada vez más un espíritu de ciencia abierta y compartida, en lugar de continuar con posturas más aisladas o competitivas. Los estándares de rigor y reproducibilidad han ido mejorando, incluida una mayor atención al poder estadístico adecuado, la validación independiente de los hallazgos clave, la notificación transparente de los métodos y el registro previo de los diseños de estudio. De manera importante, vemos una tendencia positiva en los esfuerzos para asegurar que la comunidad neurocientífica sea diversa, equitativa e inclusiva, aunque claramente hay aún un largo camino que recorrer.
A pesar de todo, Nature Neuroscience se ha mantenido fiel a la visión establecida en ese primer editorial, “publicar una cantidad relativamente pequeña de artículos de excepcional importancia y calidad, extraídos de todas las áreas de la neurociencia”. Estamos orgullosos de los muchos descubrimientos revolucionarios publicados en nuestras páginas, demasiado numerosos para enumerarlos aquí, cuyo éxito se puede medir de múltiples maneras, incluida la reescritura de libros de texto, el lanzamiento de empresas, la inspiración de jóvenes científicos y la apertura de nuevas vías de investigación.
Así como la neurociencia ha cambiado, nuestra revista también ha cambiado a lo largo de los años. Hemos introducido nuevos tipos de contenido, incluidas Perspectivas, Informes técnicos y Recursos. Fuimos líderes en el campo al implementar una lista de verificación para informar información metodológica y estadística, y la actualizamos para reflejar el consenso cambiante sobre cómo informar detalles metodológicos específicos para mejorar la reproducibilidad. Estamos comprometidos con la promoción de la ciencia abierta, lo que incluye alentar el depósito de preprints, exigir declaraciones de disponibilidad de datos y códigos, y ofrecer publicaciones de acceso abierto .
Para celebrar nuestro 25.º aniversario, presentaremos contenido especial durante el próximo año. En este número, nuestra editora en jefe actual, Shari Wiseman, entrevistó a los cinco editores en jefe anteriores, quienes comparten sus historias sobre los primeros días de la revista y sus reflexiones sobre el campo. También publicaremos una serie de entrevistas con líderes establecidos en neurociencia e investigadores de carrera temprana y media con perspectivas más diversas. En este número, presentamos a Michal Schwartz y Nii Addy .
Nosotros, el equipo editorial de Nature Neuroscience , nos sentimos honrados y tremendamente honrados de poder servir a la comunidad de neurociencias y continuar con el legado de excelencia e innovación de nuestra revista. Los próximos 25 años en neurociencia traerán descubrimientos, tecnologías y terapias que apenas podemos imaginar ahora, y esperamos la oportunidad de curar, refinar y publicitar estos hallazgos a través de nuestro proceso editorial.
Veinticinco años de Nature Neuroscience . Nat Neurosci 26 , 711 (2023). https://doi.org/10.1038/s41593-023-01343-2.
25 años de Neurociencia de la Naturaleza
