Hay varias formas de perder dinero. La más simple sería ir a la agencia o cajero automático más cercano, retirar el dinero e, inadvertidamente, dejarlo caer. Sin embargo, existe otra forma más sutil de perder el dinero: prestándolo a alguien y que después, cuando lo vayamos a cobrar, nos lo devuelva “reducido”. Eso ocurre cuando no cobramos intereses o cuando, aun cobrándolos, no alcanzan esos intereses para compensar la inflación transcurrida.
Por ejemplo, en el año 2023 la tasa de inflación interanual promedio en Lima fue de 6.31%. Esto significa que, en promedio, lo que S/ 1,000 podía comprar en 2023 era 6.31% menor que lo que hubiera podido comprar en 2022. Dicho de otra forma, si hubiéramos prestado S/ 1000.00 a alguien en 2022, para que no nos veamos afectados, esa persona nos tendría que haber devuelto S/ 1063.10. Así, en 2023 hubiéramos podido comprar, en promedio, lo mismo que dejamos de comprar en 2022. En cambio, si nos devolvía menos de S/ 1063.10, hubiéramos perdido.