Los siguientes principios:
a) El principio de desarrollo sostenible o sustentable Es una pauta basilar para que la gestión humana sea capaz de generar una mayor calidad y condiciones de vida en beneficio de la población actual, pero manteniendo la potencialidad del ambiente para satisfacer las necesidades y las aspiraciones de vida de las generaciones futuras. Por ende, propugna que la utilización de los bienes ambientales para el consumo no se “financien” incurriendo en “deudas” sociales para el porvenir.
La Comisión Brundtland en 1987, emitió su informe en el que definió el desarrollo sostenible como aquel proceso en donde se asegura la satisfacción de las necesidades humanas del presente sin que se ponga en peligro la capacidad de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades.
b) El principio de conservación, en cuyo mérito se busca mantener en estado óptimo los bienes ambientales;
c) El principio de PREVENCIÓN, que supone resguardar los bienes ambientales de cualquier peligro que pueda afectar su existencia;
d) El principio de restauración, referido al saneamiento y recuperación de los bienes ambientales deteriorados;
e) El principio de mejora, en cuya virtud se busca maximizar los beneficios de los bienes ambientales en pro del disfrute humano;
f) El principio precautorio, que comporta adoptar medidas de cautela y reserva cuando exista incertidumbre científica e indicios de amenaza sobre la real dimensión de los efectos de las actividades humanas sobre el ambiente; y,
g) El principio de compensación, que implica la creación de mecanismos de reparación por la explotación de los recursos no renovables.
Si se habla de economía es difícil no relacionarla con la explotación de recursos naturales, lo que se ha malinterpretado es que debía haber más ingresos cuando no se respetaban las normativas ambientales, esto representa un peligro no solo para las futuras generaciones que se verían en el dilema de reparar daños causados por irresponsabilidades de hoy, sino para el planeta que alberga innumerables de especies, sin las cuales no podríamos existir, de esta manera apoyo el respaldo del estado en la prevención, cuidado, conservación, mejoría y restauración de los bienes ambientales, lo que podría sugerir es que debe haber una adecuada supervisión de las empresas a las que se les da el beneficio de estos recursos, para que haya un adecuado equilibrio.
Si se habla de economía es difícil no relacionarla con la explotación de recursos naturales, lo que se ha malinterpretado es que debía haber más ingresos cuando no se respetaban las normativas ambientales, esto representa un peligro no solo para las futuras generaciones que se verían en el dilema de reparar daños causados por irresponsabilidades de hoy, sino para el planeta que alberga innumerables de especies, sin las cuales no podríamos existir, de esta manera apoyo el respaldo del estado en la prevención, cuidado, conservación, mejoría y restauración de los bienes ambientales, lo que podría sugerir es que debe haber una adecuada supervisión de las empresas a las que se les da el beneficio de estos recursos, para que haya un adecuado equilibrio.