El río Lete

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Viajo en un barco de río negro entre ruidos estruendosos
ofesinvos deprimentes
Gime el llanto del cadáver también de otro
menos de uno que yace dormido
El incienso se levanta
y las nubes negras se desgarran una a una
Se acerca un espectro carnicero
insidioso
un tanatos infernal
Viajo lentamente en el río Lete

Lovón Cueva, Marco. El río Lete. Lima: 19 febrero 2011. Sigue leyendo

No más mentiras

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No soy zapato
ni suela pisoteada
no soy zapato viejo
ni zapato nuevo
no soy piedra ni tijera ni papel
no soy fuego desabrido
ni témpano de hielo
no soy la guerra
ni la paz armada
no soy carroñero
ni alimaña insidiosa
no soy tú
tú la desgracia desalmada

Lovón Cueva, Marco. Hoy no voy a mentir. Lima: 19 febrero 2011.

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Credo

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Creo en Dios
dibujo… escribo… rezo… lloro su cuerpo…
el cuerpo es un lienzo silencioso,
un caligrama pentecostal,
una semiótica taciturna autonal
lágrimas de espinas.

El cuerpo… el cuerpo sangra,
sangra Dios
hemoglobina de rosas
frente dolorosa.

La espina se la dibujo,
la escribo en su frente
y ella sangra,
no el Señor,
corona moribunda.

Y la corona me llena de dolor
y Dios lo siente.
Y los dos lloramos por aquella rosa, aquella espina, aquella frente
de la frente, castigo mortal.

Coloco el clavo, la cruz y el sufrimiento,
y los escribo tres veces.
Dibujo… escribo… rezo… lloro su cuerpo…

Lloro.
Creo en Dios omnímodo
en el cuerpo que se desvanece,
y en el óleo que levita,
la letra escribe muerte, vida, sangre, ascención plumífera.

Creo en la palabra, la estructura verbal;
en la resurrección de los cuerpos, reproducciones terrenales o desmayos efímeros;
en el cuerpo artístico o el arte liberal;
creo en la gloriosa vida eterna humanitaria, el pan compasivo y el agua piadosa,
rezo… en su cuerpo…
cuerpo encarnado
me lleno de dolor
de espinas, de sangre
de estigmas
de cruces
de pan
de ascención divina
Señor.

Lovón Cueva, Marco. Credo. Lima: 17 febrero 2011.
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La banca

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Señor Juez
el mejor testigo de nuestros besos
es la banca
la banca del parque
la vieja banca de nuestro afecto
Le digo señor juez
que la banca es el mayor testigo
de aprender a amar
de aprender a besar a oscuras
y en silencios
Ella conoce bien cada noche
conoce bien cada beso
nos conoce Señor Juez

Lovón Cueva, Marco. La banca. Lima: 17 febrero 2011. Sigue leyendo

Una y muchas

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Eres una letra
y muchas

Puedo leerte
masa abedeceraica
y deletrearte
grafema corporal

En la noches
eres un carácter borroso
en las mañanas
un signo matinal

Eres una letra
y muchas
una rr muy vibrante
o una z muy sonora

Eres una
y eres muchas

Lovón Cueva, Marco. Eres una y eres muchas. Lima: 12 febrero 2011.

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El último discurso de Séneca, saepe noster

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Tu error convoca a esta hora a un imprudente suicidio,
y tu injusticia infame y egoísta cambia los romanos-caminos.

Morir, Nerón, con valor, en este día-historia, es divino-digno;
y es digno hoy también los clavados-sacrificios.

Hoy la Hispania ya sabe que en aquel coliseo circense recorre sangre cristiana,

… y alguna que otra laica, y alguna sangre estoica, y otra mucha más romana

En este tu día-oscuro, en el que enmudecen mis labios y mis huesos no-materiales, no-mundanos,
la muerte, la muerte en sí misma, no resulta absolutamente ganadora gloriosa o vengadora

este momento de-momento-vacuo, de honda-nada, de vil-emperadores, de actitudes adversas,
habrás de aprender, mi pequeño y extraviado discípulo,
que algo muy profundo, y fructífero en la vida, es el bien de ser ser-imperturbable,
un lejos-muy-distante-que-no-eres, el ser-una tranquilidad del espíritu,
espíritu que te-lo-has turbulenta-e-irremediablemente condenado

 

Lovón Cueva, Marco Antonio. El último discurso de Séneca. Lima: 8 febrero 2011.

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¿Alguna vez me amaste desde Las Marianas?

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¿Alguna vez me amaste desde Las Marianas
desde lo más profundo de tu alma
desde tu anzuelo olor
desde ese lugar sordo oscuro
que carece de luz?

¿Alguna vez amaste desde Las Marianas
sin rencor
sin soledad
sin perfección?

¿Alguna vez amaste
las mañanas cálidas
mi cuerpo humano?

¿Alguna vez me amaste
en cada encuentro impetuoso
febril ruidoso?

¿Me amaste desde Las Marianas
con ánimos
desde tus entrañas
desde tu dolor
sin ceguera alguna?

¿Alguna vez amaste desde Las Marianas
perdiéndote en mi alma?

Lovón Cueva, Marco. ¿Alguna vez me amaste desde Las Marianas?. Lima: 6 febrero 2011.

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La cigarra

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Encerrada en su dolor
la cigarra sobrevive
es fuerte
es más veloz
sus alas golpean los vidrios
los espejos rotos
los viejos reflejos
la pasividad
Combate la ninfa contra el alfiler
contra la estridencia viril en el sanguinario cuadrilátero
Lucha, sanciona, reprime
goza de la gran victoria
la victimaria tremebunda
la gladiadora

Lovón Cueva, Marco. La cigarra. Lima: 24 enero 2011. Sigue leyendo

La joven

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Sentada en su cama
se lamenta
su rostro describe una lágrima
una breve mariposa negra
En su turno la extirpación se presenta
se arranca las entrañas
la cabellera
las pobladas cejas
los dolorosos ojos
y grita
una gota se resbala
y corre
cruza la sala de la casa
callejón oscuro
y corre
y se tira a la pista de la calle
al turbio río
grita grita grita grita
sin cabellos, sin cejas, sin ojos
cubierta en un negro llanto
Es su queja triste
nocturna visita ingrata
Y vuelve a gritar
y se arrastra a la acera
y ríe
sí, ríe

Lovón Cueva, Marco. La joven. Lima: 24 enero 2011. Sigue leyendo