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Acerca de Lenguaje y redacción

Marco Lovón Cueva es lingüista. Realizó sus estudios en Lingüística Hispánica y Lexicografía en la Real Academia Española, Madrid, España. Actualmente, enseña cursos de lenguaje y gramática, didáctica del texto, redacción académica y español como segunda lengua o lengua extranjera. // Cuentas de correo personal: marco.lovon@pucp.pe marco.lovon@academiaperuanadelalengua.org // Otras publicaciones: https://issuu.com/marcolovoncueva

Noche contemplada

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En la sorda noche contemplemos aquellas criaturas que vienen como enanos dibujados

observemos el miedo de los cuartos cuando soplan con gran impulso los verdes grillos

y el corazón que se asoma tal como el gato en la pirámide vertiginosa sin regocijo tierno

Contemplemos las miradas cobardes de los amigos cobardes que nacen antes de enero

Contemplemos los objetos colgados de las costras que caen del párpado cortado

Contemplemos el cabezazo enemigo de la estética que arrojan del cuerpo los intestinos

Contemplemos el ridículo que llora cuan bufón en la hora de la comedia lacerante

Tritura es el momento de la tritura en que los ojos de rabia derriten a la venus masculina

Tritura es la noche de más peso en la destrucción de los salones educativos

Se llena el alveólo de la mirada de confianza inerte-lejana que dormía antiguamente voluptuosa

Se arrastra la fatalidad como rosas en el santuario que desparraman una visión de ira

en la negra cabeza de una langosta abusada en el ojo lánguido de soledad

en una llamada matutina bostezada de pies falsos de amistad de arroyos de proyectada ancianidad

 

Fauces abiertas

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Entra una mano hipopotámica media feroz por la antesala del teatro

entra la infancia con álgida bestia hacia el frente de la butaca

una cavidad arroja el miedo de pronto por las espumas de los telones

ustedes que han nacido como hermanas mías de las mismas fauces

se enchinan como hurones carocolísticos de verdadera amargura

arpía grita el lado blanco de la Luna y el vientre muerto de la Luna negra fallece

vienen las ofrendas unas a otras por la misma garganta que nos confronta

la Muerte se acerca cuan un insecto se yergue en la cruz del palosanto

y los riñones que nos inquietan en la orina calcinada se apretujan

lentamente se vuelven un puñal de tempestad cruel y pálido

así aparecen los detectores de mutantes que sombran su penumbra gorda

sombran su figura de esqueletos demoniacos hacia la muela más virginal

vieja blancura que se desvanece en el trono teatral de un soplo de Étel

con ello la boca asesina se aproxima con vuelo de pájaro carnívoro más

en un sereno negro y torpe navegando en los últimos suspiros de las rocas

en el que sobreviven en esta función de desierto ellas ellos y yo

en un altar turbado en la arena ártica ahorcado del llanto sangriento y castrado

Tres dóndes y tres cuándos

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Rodeada del cosquillante aire, la cortina se topa con tres dóndes y tres cuándos

Rodeada diariamente de interrogantes y de mucha espera por tanto tantos la cortina desbaila

Ya se mueve poco ya se muere mucho –por ahí un ave descarga su miserable discordia–.

 

A dónde vienen los tres dóndes y a qué hora se asoman los tres cuándos

–pregunta la esperadora cortina–

cuando una luz arrasadora la quema

o cuando un rayo de la luna desde arriba del domo la fulmina .

 

La cortina que era hermosamente novia hoy es una sinamayera crema

–algún hollín la maquilla sin permiso invitándola a dormir en la vieja cripta–

y como una amiga sin querer se junta con su otra compañera

quien no piensa en los dóndes ni en los cuándos.

 

Qué tierna compañera que aparece a estas horas –susurran los curiosos rieles–

en estas horas de prolongada angustia

de cuartos tristes –blancos por la noche y negros por el día–

para reanimar el corazón dolido de la cortina preguntona.

 

 

Erotismo numérico

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8 te dije cuando nos sentábamos a sexuar tus piernas y las mías
a mitad de la lluvia líquida de la libido ardiente

4 era el momento del apocalipsis sinuoso cerril dantesco
en la que genuflexas tus rodillas resistía cuan trágico embate tierno

69 abrazos desembocaban en una bocacalle singular melliza par
enlazándose como una sola enredadera carnívora cavernícola y deseosa

2 tiempos de pie u horizontal descalzos yacíamos en la playa de aquel cuarto
gobernándonos el uno al otro como viviendo en un palco congresal agresivo y nuestro

Receta

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Estrújase hoy el limón rojo que salta del mar a la arena
en un vaivén de brisa gruesa acaramelada

Véndase el ojo circular con una sinamayera negra dándole
vueltas y más vueltas hasta dejarlo vestido y de pie

Revuelva el hocico en el acuario hirviente y espute la vainilla
masateada mezquinándole la mantequilla por lechuga llullosa

Hornéase la uña blanca en una sartén de vidrio finísimo a dos tiempos
mientras pasase la hora limpie la huevera donde descansarán los platos

Desmáyese lentamente hasta descansar la rodilla en la espalda
y acostado coma por la oreja el sinsabor dentado de la pobreza

[y abra su corazón ya]

Todos están muy muertos

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Dónde se sancocha el arroz blanco cuando todos están muy muertos
dónde raspa la cuchara redonda metálica prostituta cuando todos están muertos
con un superlativo muy
todos están muy muertos
el perro el plátano el dedo el acné mitocondriático
desgordo otra vez como una ola redonda necropolítica
todos están muertos muy
los trazos de las uñas el olor de axila de brisa oceánica el agua de tu espalda
muy muertos todos están
hacia la poniente catacumbas del grito de un gorila delicado y congresal
todos están muertos
la letra o el número 2 el libro apócrifo la llave ballena
el anaquel cerrado las fauces de los ríos el ojo miope
la zapatilla rota el cuello de tu casa la mandarina de la abuela
el tigre acebrado el noveno plutón los escritores matemáticos
la esposa del gato el cenicero aguado…

…En la mañana el desfile de los que están muertos prosiguen su andar

Si estás pequeñito hoy…

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Si estás pequeñito hoy en un sarcófago de triste picapica
en un atroz vasija de barro de goma pluviosa
enterrado por partes ajedrozamente
y nadie alaridamente viene cuan perro o gato
empaquetados en un cisne púrpura laptopso
triquinosamente golpeados por un puñal de cortinas
maquinándote más pequeñito que un océano perdido
entonces erupta volcanes de heces por la izquierda

Despequeñándote mediante un viernes pedernal inteligente
asombra tu paso papanoelístico hacia el florecer diciembre
por el aire acuático de tu orificio adobal habla el chacal
a fuerza de voz cogitabundo con un megáfono de invierno
destruyendo los vestidos bosques de palo rosa cometa
en una punta de ballet carruselístico astronal apunta
creciendo el dedo meñique de la aorta por el riñón de tu conciencia

Cómo que pequeñito ya no está el orgulloso tentáculo de tu cadáver

 

Lovón Cueva, Marco Antonio. Si estás pequeñito hoy... Lima: 9 octubre 2016.

En la neohistoria hípica

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Camina toalladamente la brisa del sol quemante
en años sabios de un periodo tortugoso
brotando como una gota floripondia insípida
reemplazando su pelvis por un codo arácnido
alambicado tenebroso suave

Trota la octogonal historia por el pasadizo humano
y desemboca en el embudo martístico árido y rudo
dando una curva elíptica enclenclemente recta
lanzada por una catapulta terrenal a la península de fuego

Camina la papa peruana allá entre inundables piedras
inevitablemente dormida en una copa de polietileno chino
devorante para la noche futura de los nuevos duendes
ridículos saltimbanquis de fólderes papiro medioalgosos

 

Lovón Cueva, Marco Antonio. En la neohistoria hípica. Lima: 9 octubre 2016.

En el juego del cóncavoyconvexo

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Y veo las rodillas de tus dedos doblándose gatunamente hacia la almohada de aquel paredón
acurrucando tu dorso asiluetado como un reloj de arena
africana de mis deseos diabólicos de carmesí varonil
doblas la línea recta como un signo de interrogación caliente
perfume de sudor que se sumerge en la dinámica habitación
hecha para dos animales devoradores de cualquiera santidad sana

Y veo ahora tus palmas clavadas y contentas por la recepción del pecado
capital de tus anhelos sabatinos en espera del generoso estigma
sudadas por el halo despertar del juego del cóncavoyconvexo
animalístico instintístico para quedar totalmente dormidos
después como dos trompas elefantísticas en una cama de dos plazas
de dos plazas de quemante reproducción romántica mágica musical y cretina

 

Lovón Cueva, Marco Antonio. En el juego del cóncavoyconvexo. Lima: 9 octubre 2016.

Domo pitagórico

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Peces atraqueados viven nadando en el estanque arenoso de un vaso de petróleo
relojes anumerados dan la hora del nacimiento de un feto político latinoamericano
cinderelas acníticas desfilan su belleza muerta en una pasarela de cartón gélido
uñas desdentadas descansan en la puerta vertical de aquel sofá derretido
marco antonios desinsectados proliferan en la pirámide cuadrangular de Dios
duendes basquebolistas desenchufan los arcoíris colgados entre dos hielosnubes
cajas alefantadas gritan setenta veces siete pétalos de rosa tejidas por una cusqueña
pinguinos voladores navegan por la selva negra asiática de un menú finísimo
con tus pies en la boca de un lapicero sentado en una letra cirílica alatinada estarán

 

Lovón Cueva, Marco Antonio. Domo pitagórico. Lima: 9 octubre 2016.