Cómo puede un espiral llenar de duda un cráneo
O cómo puede el casco cubrir la gran interrogante
Y salir el seso ileso de un licor destilado
Cómo puede 50 kilómetros caber literalmente en una línea recta
Y cómo puede la bandera mover el viento en una vaivén sin miedo nacional
Y de repente un guiño puede tropezar con un hoyo
Y de repente un semáforo atontado cambia de luz en un chis fangoso
En este tictac
Puede el león equivocarse acaso en la jungla
Puede el espejo dejar de mirar
Y la silla evitar ser paciente, tan paciente de esperar
Y saber que no se acerca aquella moto que genera tanto ruido en las abiertas orejas
O pensar que un océano sí es el sostén de las aves que vuelan
Y en la calamidad salir intactos los cabellos que yacen muy descabellados por supuesto