Cuando decías que la vida era dichosa a mi lado, así como cuando te lo hizo notar Cleannis,
mentías, una vez más en tu vida.
Tus viajes a Lurín eran una farsa que terminaban con revolcones y retóricas
Seducías a cuántas personas podías para aprovecharte
y dejar sin linfa, sin dinero, sin emociones a cada víctima, hombre y mujer.
Decías tener corazón
pero tus mentiras se perdían con tus cajetillas
Me preguntaba de dónde tu fortuna salía para el cigarro, la ropa, la pulsera, el reloj,
las ideas y vueltas a la peluquería, al sauna, tus viajes oscuros a San Juan de Lurigancho
Me preguntaba de dónde tu fortuna salía para comer lo que no podías pagar, así como viajar
Decías tener corazón
pero tus mentiras revelaban la maldad que encierras.
Tu frialdad disfrazada de calor
Tus escusas de ir a ver a tus hijos, para irte a acostarte con alguien más (tus llegadas nocturnas eran tus estratagemas, tus llamadas y escritos de WhatsApp a tantas personas por interés también)
O ir a la calle, a los baños, o cualquier otro lugar de bajeza
como cuando contabas que lo hiciste en Curazao, con todo lo que pudiste arremeter, Matute.
Decías tener corazón
pero los mensajes de texto de otros decían que tu promiscuidad era intensa
que te grabaron en videos a escondidas amenazando tu confort y ocultando a esos otros con quienes te hundías.
Cuando decías que la vida era dichosa a mi lado, así como cuando te lo hizo notar Cleannis,
mentías y mentías, con qué fin, de solo apoderarte de lo que no podías obtener por tu trabajo o esfuerzo
el sexo con otros te gustaba, con cuántos podías, desde San Juan de Miraflores, pasando por Surco, Villa María, Chorrillos sin parar…. hasta Lurín, donde no te protegías
Tus dos primeros años aquí cogiste por todos los distritos sin cesar
prostituyendo tu alma y cuerpo por redes sociales donde aún mantienes la desdicha
Nada te hacía cambiar, y decías, que nadie te cambiaría,
pues lo sinvergüenza y tu pornografía definían tu esencia abrupta
enmascarada bajo tus rezos y justificaciones religiosas
testigos de tus hipocresías