Aporofobia

[Visto: 588 veces]

Cuan aporofóbico, echaste al cadáver menesteroso de tus relucientes aposentos

arrojaste por la borda al pobre hombre hacia el peor basurero descubierto.

Cuerpo desmirriado, mirada tímida, mesa sin pan,

que atormentado va hacia el incierto matadero —voraz cámara de gas—.

Cámara desértica de almas en pena, que en desolación lloran de-hambre-muertos,

que al ritmo del frívolo compás mueren degollados en el áspero desierto.

 

Cuan aporofóbico, cercenaste cada pieza de su minúsculo cuerpo, y lo dejaste morir de inanición diaria,

empleaste el reloj para arrebatarle la migaja, y cualquier otra gota humedecida de tristeagua.

Te burlabas de su condición de porDIOSero, engañándolo con trabajos inciertos,

hilando una telaraña de contratos simulados para quedarte con su más valioso tesoro,

su cuerpo, sus pocas fuerzas plusválicas, sus entrañas hambrientas, su qué llevar a su humilde casa.

Y al descubrirte embustero, se quedaba sin nada —como un pájaro de idilio muerto caído por una bala—.

 

Y hoy el difunto es ella, es mujer, mujer que se lanza desnudamente a la mar —vacía—,

doncellez violentada por el vómito del pérfido patrón —asqueroso macho salvaje—,

que en la tierra inocente infiltraba sus viles manos, putrefactas, endemoniadas,

para luego ENJUGAR tiránicamente su decencia, su falso decoro, su cruel dictadura.

Y humillaste su condición de ser pobre, aprovechándote de todos sus rincones,

absorbiendo sus cabellos, su piel, su vida, el trabajo que hacía para alimentar a su familia.

 

Y el cadáver se ha hecho infante, un niño de La casa de Cartón, un niño de papel,

que bajo la lluvia vive esperando cambiar su posición —pequeño crío famélico—.

Y repugnaste su desamparo, quitándole encima el colegio nacional, la lonchera, y sus pocos libros,

limitando constantemente su desarrollo, su ponerse de pie, sus últimas Horas de lucha.

Así pensaste afligir la educación, estrangulándola hasta escuchar su lánguido gemido.

Así echaste el cadáver, sin conocimiento, acéfalo, transfigurado en repugnante sombra.

 

Puntuación: 5 / Votos: 2

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *