Ya van muchos días de dolor
días en que la mesa está vacía
sin pan ni mantequilla
El aroma de la cocina yace en silencio
y el agua del lavadero no discurre
y el dolor de pecho, ay qué dolor
Ya no hay nada en la mesa
ni sueños
ni almuerzos
ni reuniones
Ya todos se han marchado
desfilando al cementerio
uno tras otro
Primero fue el abuelo
y luego se fueron… hasta el último cubierto
Lovón Cueva, Marco Antonio. Los ríos profundos. Lima: 18 diciembre 2013.