Archivo por meses: mayo 2013

El amor una vez más

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El amor una vez más nos revuelca en un charco de odios

alejándonos del paraíso terrenal

del paraíso des-manzana-do

rechazando el cuerpo sudoroso y los susurros de noche

 

Esos odios repulsivos que solo vienen con el amor

nos descalcifica diariamente

horrorizando a los gritos jubilosos y sensuales de un hálito

que yace bajo una sábana o sobre un colchón

 

Los odios recorren las paredes del amor

y enmohecen los viejos recuerdos las miradas eróticas y los besos

cuál besos

sin sentir no siento

en este odio que carcome sin bandera de paz este lene amor

 

Lovón Cueva, Marco. El amor una vez más. Lima: 31 mayo 2013.

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Otros qués, cómos y por qués

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Nosotros los pobres no tenemos los mismos qués, cómos y por qués

No tenemos el mismo organigrama human-al

ni el mismo desayuno em-PAN-negado

 

Las ollas OLLAS lloran por comida

y las jarras JARRAS por algo de bebida

y las cucharas

a dónde van las reclamonas CUCHARAS

y en dónde la tristreza cena

 

Bajo este silencio, ni sudan los limones

ni transpiran las cebollas

 

En esta mesa, al pobre, solo los manteles velan

 

Lovón Cueva, Marco. Otros qués, cómos y por qués. Lima: 25 mayo 2013.

 

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Habría que nacer de nuevo

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Poema inspirado  en  Pleamor

Habría que nacer de nuevo

y fumar por primera vez un cigarro

y desvelarse en las noches turbias

y ganarle a Dios en sus pecados

 

Habría que nacer de nuevo

y volar las dos torres negras del pasado

y beber una rubia cerveza

y celebrar la madrugada de un viernes santo

 

Dormir hasta tarde

robarse en los sueños

comer algo diferente

viajar a pie

humanamente

en ese nacer de nuevo

habría que…

 

Lovón Cueva, Marco. Habría que nacer de nuevo. Lima: 25 mayo 2013.

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Era la hora

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Era la hora escabrosa, la hora más negra, era la hora del mal -recuerdas.

Y cómo voy a olvidar la hora en que nos cae tanta mierda en el cabello.

Y cómo podemos olvidar la mísera hora en que nos aborta la madre celestial.

Cómo podemos.

Esta hora mezquina, que arremete a nuestras espaldas, destruye las ingenuas inocencias violándolas sin piedad.

Esta hora sangrienta, que quita el pan a la comunidad, asola el futuro, el embarazo y el pobre desayuno.

Y dirás: “Esta hora in-cuerda, in-nítida, in-buena, in-compansiva es divina, sobrehumana y sacramental”.

Y dirás: “Es la hora sobrehumana”.

Esta hora loca, soberbia, pero gloriosa y precisa para la bóveda célica, nos  des-huesa, des-calabra, des-niega, des-compensa, des-nutre, des-respira.

 

Lovón Cueva, Marco. Era la hora. Lima: 24 mayo 2013.

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