!La inversión extranjera traerá el desarrollo! es el grito de los inversionistas, sin precisar de que inversión se trata, si inversión productiva o inversión corruptiva. Los políticos que ostentan el poder han coreado la frase, y siempre han demostrado, ante la oposición de las comunidades a la inversión corruptiva, su disposición a hacer repetar la “ley” porque se sienten dueños del subsuelo del país, además se sienten obligados a “honrar” los contratos que firmaron con las corporaciones mineras, atendiendo a la licencia que les da un estudio de impacto ambiental que ellos mismos han mandado elaborar.
Inversión corruptiva es aquella que afecta los ecosistemas formados en procesos complejos durante miles y quiza millones de años, contamina el aire, el agua, el suelo y el subsuelo; conlleva degeneración social como la prostitución y el ocio improductivo, prácticas ajenas a las costumbres de las comunidades andinas; para imponerse utiliza el engaño y la manipulación para aparentar la aceptación de las comunidades, resultando a lo largo del tiempo que la consecuencia es la acumulación de un depósito de violencia social, que atrofia el desarrollo natural de las comunidades. La inversión corruptiva, por varios siglos se da en el Perú, desde Francisco Pizarro hasta hoy.
Siempre la inversión corruptiva, ha recurrido a la corrupción de la opinión, mediante un andamiaje de ideas para la acción, primero a las buenas y después a las malas, cuya finalidad es apropiarse de las tierras de las comunidades que milenariamente ocupan, porque debajo está el oro, los metales preciosos y otras riquezas. No veo ninguna diferencia, lo que hacen hoy, con la vileza de Francisco Pizarro y sus socios de conquista, engañando al Inca Atahualpa, con la Biblia en la mano, ofreciendo el desarrollo y los dejarían en paz, si a cambio les entregaban el oro. Hoy llegan con el “Estudio de Impacto Ambiental” en la mano.
El sentido del mensaje que el Perú es un mendigo sentado en un banco de oro, es el reclamo de las comunidades por el conocimiento y no porque quieran venderse el “banco” para salir de la pobreza. Toda comunidad que mediante la investigación crea conocimientos es capaz de desarrollarse. Pero los políticos que promueven las inversiones corruptivas, han entendido equivocadamente, que vendiendo el banco de oro, habrá desarrollo. Esto es falso, porque ninguna comunidad en el mundo se ha desarrollado vendiendo recursos naturales, el banco donde se sienta. Los pueblos que han vendido su riqueza natural, hoy no tienen desarrollo, y por el contrario se asientan en el suelo estéril, beben las aguas y respiran aire contaminados, nadan en la corrupción y viven en el atraso como está ocurriendo en las miles de comunidades en el Perú a donde llegaron las inversiones corruptivas.
Es rídicula, considera a las comunidades faltos de conocimiento, la propaganda de la Sociedad de Minería, Petróleo y Energía del Perú que, porque contrata a un ingeniero agrónomo para arborizar un cerrito, o asesora el cultivo de paltitas para exportación, o construyen una escuelita, o hacen una instalación de agua potable, o crian truchitas, creen que ya están contribuyendo al desarrollo de las comunidades. Es la falacia más grande que una montaña, es un vano intento de lograr la licencia social de las comunidades, que ahora, no los políticos peruanos les exigen, porque ellos siempre han preferido comer el dinero corrupto, sino lo exigen normas internacionales de respeto a las comunidades y de calidad de vida. Las comunidades tendrán falta de conocimientos pero no de entendimiento. Un político honesto, no puede creer tales falacias. Es un insulto a las comunidades, porque las tratan, como si fueran ignorantes y mancas, como si ellas no tuvieran la capacidad de construir escuelas, hacer cultivos orgánicos, criar truchas o hacer tantas maravillas que asombran al mundo.
La paradoja es, que el obstáculo para el desarrollo de las comunidades ha sido el Estado, ese ente que discursea llevar desarrollo, pero en la práctica lleva violencia, porque los políticos corruptos, han utilizado a las comunidades, cuando requerían jóvenes reclutas para las fuerzas armadas para guerras pasadas o usarlos como escudos contra los huelguistas, o han favorecido con leyes a los comerciantes corruptos que aprovechando la falta de conocimientos de los campesinos, no les pagan el precio justo por los alimentos orgánicos (ñuña, ajos, lentejas, maíz, quinua, maca, papas, cuyes, huevos, ganado, leche, etc. etc.), o han favorecido a los inversionistas corruptos (en minería, madera o como lo fue en la época del caucho, guano y salitre) cuando han requerido mano de obra barata; para este fin no han dudado en crear “marcos legales” para “tomar” por la fuerza las tierras y el agua mediante los “amparos”, cuando no, han desparramado la corrupción, insertando en la comunidades funcionarios corruptos como policías, notarios, médicos, profesores, jueces, abogados y otros que mueven una “gestión ” a cambio de un pavo, gallina, obeja, becerro o un saco de papa amarilla y otros.
Los ríos, valles, lagunas y cerros destruidos por estos corruptos, son como heridas sangrantes que hay en todo el país. Fui testigo en mi niñez, como en el río Moche en La Libertad iban muriendo la fauna natural, las truchas flotaban sin vida en las pozas del río, los árboles frutales como limas, duraznos, paltos, blanquillos, granadillas se secaban; los alfalfares, maizales, y los frejoles desaparecían con enfermedades raras y las piñas resistían un poco, porque asimilan elementos pesados como plomo, que después consumían en los mercados de Trujillo, afectando de esta manera a la salud. Los mineros se fueron, hoy, por la presión social, un poco se ha mitigado la destrucción. Me pregunto, ¿dónde está el desarrollo para las comunidades y para Trujillo? Vayan a visitar los pueblos a lo largo del río Moche o las alturas como Salpo (3,500 msnm) y constatarán la cruda realidad.
No hay minería responsable o irresponsable, lo que hay es una actividad que utiliza tecnología obsoleta altamente contaminante promovida por inversionistas corruptos, porque sus operaciones los hacen quemando enormes cantidades de petróleo, aceites y carbón de piedra en supermáquinas escavadoras, removedoras, taladradoras; arrojando particulados de metales pesados y gases tóxicos al aire, tirando químicos tóxicos al suelo, subsuelo, mezclados con el agua superficial y subterránea; dejando lagunas, ríos, tierras y cerros muertos, contaminando globalmente la atmósfera y la Tierra.
Asi, como la agricultura de los monocultivos, ha entrado en crisis, la minería tradicional también está en crisis, porque ambas utilizan tecnología contaminantes, como el uso de insecticidas, pesticidas y abonos, la primera y ácidos venenosos la segunda, ambas utilizan maquinaria que quema petróleo y carbón de piedra.
La humanidad del conocimiento, vuelve la mirada a la agricultura orgánica, aquella que combinando y alternando cultivos, utilizando abonamiento orgánico y estudiando las variables climáticas de los ecosistemas logra productos orgánicos, con una potencia nutritiva superior a los productos de los monocultivos; asi también se vuelve la mirada a la minería orgánica, desde la forma mas simple de recolección directa de pepita de oro sin el uso de químicos, a aquella que utiliza bacterias para el refinamiento de los metales y, la energía limpia como el sol y del viento para la fusión de los metales, o procesos misteriosos que ya utilizaban los incas y que falta redescubrir.
Por eso, el Perú, rico en recursos minerales y de biodiversidad, debe cuidar como la niña de sus ojos dichos recursos y no permitir que los políticos corruptos los entreguen a los inversionistas corruptos. Ahora mas que antes, debemos cuidar nuestro “banco de oro”, porque es el único que nos permitirá salir del atraso en el mediano plazo.
En el corto plazo, es prioridad, construir instituciones educativas. Promover las escuelas de agricultura orgánica en las comunidades. Refundar las universidades para hacer investigación en minería y agricultura orgánica y los procesos tecnológicos limpios que se requieran. Un verdadero gobierno que visione el desarrollo de los peruanos, tiene que defender la paz social, la pureza de los ecosistemas y esto es posible con la generación de las comunidades del conocimiento. Ya Gastón Acurio, ha dado el ejemplo, y reclama mucha investigación para producir los alimentos orgánicos, a tal punto, el mismo ha impulsado las escuelas de cocina peruana, falta los centros de investigación. Muchos políticos corruptos tratan de prenderse del saco de Gastón por la popularidad, para seguir engañando a los electores y auparse en los gobiernos.
Tienen razón las comunidades, por eso defenderán a muerte las lagunas en Cajamarca y lo harán todas las comunidades, defendiendo los ecosistemas en todo el país. Es tiempo de darle el punto final a la minería y otras actividades contaminantes que promueven los políticos e inversionistas corruptos. Leer más