Después de la ordenanza de la Alcaldía de Lima sobre paraderos de buses, tomé hoy nuevamente el bus “Consorcio Via” para recorrer la Av. Javier Prado, a las 7 de la mañana. El tiempo empleado desde Plaza San Miguel, Av. La Marina, Pershing y Javier Prado hasta el Ovalo Monitor, fue de 40 minutos, una mejora en comparación al tiempo que se empleaba antes, que era de una hora y media, en ese horario.
Observé que los pasajeros reclamaban bajar del bus y el chofer les decía: en el paradero señor, sino me ponen la papeleta y usted no la va a pagar. El pasajero se quedaba con la boca cerrada. Además, pude observar, con un poco de esfuerzo, unas pequeñas placas indicando el lugar del paradero, no se si eran nuevas o eran las que ya estaban antes, que para los pasajeros poco avisados, es complicado advertirlos.
Pero, las cosas hay que hacerlas con criterio técnico, pienso. ¿Cuáles son los criterios para establecer los paraderos? La impresión que tengo es, han establecido demasiados paraderos, estos no están señalizados o no se ha acondicionado un espacio para que el bus se detenga y no interrumpa el paso de los otros buses, porque en la mayoría de paraderos, el bus tiene que hacerlo en la misma pista, es decir, la tarea se ha hecho a medias. Hacer las cosas a medias, sin criterios, es mediocridad y de esa manera se desperdician coyunturas y oportunidades de reclamo de cambio, y al no aforntarlas a tiempo, no permite avanzar en la educación de la población.
En este post, se esbozaron algunos criterios para establecer paraderos de buses y las rutas. En la Av. Javier Prado, desde Pershing hasta el Ovalo Monitor, debería existir un estimado de seis paraderos para los buses, y el cálculo era que ese tramo se recorrería en 20 minutos. La vía se volvería fluída, y se disminuiría la enorme cantidad de gases tóxicos que emiten los vehículos, al mantenerse parados con los motores encendidos. Entonces, la alcaldía, parece haber entendido que el problema se resuelve elaborando mejores reglamentos. En mi opinión es la tecnología, la que va cambiando el modo, o la costumbre, aparajeda con la educación, de cual forma de tráfico es la que mas conviene para una vida saludable y económica.
Por eso, pienso, el asunto, va mucho más allá de un Reglamento o de establecimiento de paraderos, estos serán consecuencia de un modelo de tráfico que se vaya ha implementar a futuro mediato, si hay voluntad política a futuro lejano por la presión de la gente ante el desorden que genera violencia.
El modelo que se propone es el TRAFICO ALVEOLAR. Este consiste en establecer rutas sin cruces para los vehículos, y con cruces peatonales sin interrupciones por el paso de vehículos ¿Es posible esto? Por su puesto que si. Las calles tipo damero, provienen de un diseño que responde, diría a una mentalidad cuadrada, y que es muy apropiada para peatones, pero no para vehículos. Ya en la antigüedad, había congestionamientos en ese tipo de vías, cuando los vehículos eran carretas jaladas por caballos o cuando los jinetes corrían por las calles. La tendencia en las urbes modernas es la conversión de estos trazos de vías tipo damero en vías para tránsito vehicular tipo alveolar, como si fuera un sistema circulatorio que recorre la ciudad.
La propuesta es contar con vías rápidas y lentas pero en un solo sentido y que permita a los vehículos alimentar todas las zonas de la ciudad. Los sistemas físicos, y el tráfico, muy bien se puede tratar con lo principios físicos. Este principio físico se denomina, principio de mínima acción, que se traduciría en este caso, como la distancia entre dos puntos, no es una línea recta, sino la trayectoria que al recorrerla se emplea el tiempo más corto, es decir el tiempo mínimo. En la red vehicular, tipo damero, el escollo a superar son los cruces, que conlleva a las detenciones, tanto de peatones como de vehículos. Sumadas estas detenciónes, el tiempo que se emplea en recorrer las rutas se hace cada vez mayor, a medida que aumentan las detenciones en los semáforos o los conocidos rompemuelles. Esto porque se utiliza el principio del comportamiento adquirido, que todas las vías deben permitir una rapidez de movimiento de vehículos más o menos parecida, con la falsa percepción que todas se benefician de esta manera. Pero, si se diseñan trayectorias rápidas y otras lentas en un solo sentido, el tránsito se vuelve fluido y rápido, con la consecuencia que el tiempo empleado para ir de un punto a otro, sea a pie o en vehículo se acorta notablemente.
Transformar una red vehicular tipo damero en una red tipo alveolar, pienso es la solución. Alcanzo la propuesta: Cerrar en forma alternada la boca calle a la izquierda y a la derecha, y establecer cruces de vías rápidas, más o menos separadas entre si, de 1.5 a 3 km. Las demás vías se convertirían en vias lentas, para caminar o para tránsito lento de vehículos de los cecinos o en bicicleta.
Observa y analiza lo que ocurrirá, si los vehículos se mueven por la pista en un solo sentido, donde se han cerrado una boca calle a la izquierda y la siguiente a la derecha. La zona que resulta después de cerrar una boca calle se utilizaría para ampliar jardines, paseos peatonales, zonas de recreación, pues solamente se dejaría el espacio para que ingresen vehículos de los vecinos a las cocheras de sus casas.
Esquema de tráfico alveolar