El discurso del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, en la Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago, el pasado 18 de abril, constituye un lapidario testimonio de la realidad latinoamericana y de las causas de nuestro atraso. Arias sostiene que el enemigo de América Latina es el analfabetismo y la falta de visión de nuestros dirigentes políticos. Los errores son nuestros y no de otros -señala-, y exhorta a hacer los cambios necesarios hoy mismo.
Arias, forjador de la paz en América Central en 1986 mediante el Acuerdo de Esquipulas, Premio Nobel de la Paz en 1987 y Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Iberoamericana en 1988, nos hace ver que aún nos falta mucho para alcanzar el anhelado desarrollo pero que tenemos en nuestra gente las herramientas para lograrlo. Estas fueron sus palabras en la Cumbre de las Américas.*