El Banco Mundial viene midiendo desde 1996 a 212 países a nivel mundial –incluido el Perú-, respecto a su situación de gobernabilidad, basados en los parámetros de: Rendición de cuentas, estabilidad política, efectividad gubernamental, calidad regulatoria, estado de derecho y control de la corrupción. En el 2009, este organismo financiero internacional publicó los «Worlwide Gobernance Indicators» (Indicadores mundiales de gobernabilidad), que pasaremos a reseñar.
A nivel latinoamericano, el Perú ha sido mesurado con un total de 49,3 –del 1 al 100- en lo que se refiere a sus políticas de control de la corrupción, ubicándonos por debajo de países de la región como Chile que logra un puntaje de 87 en este mismo rubro, Uruguay con un 83,6, Costa Rica con 70 puntos, Brasil alcanza 58,5, Colombia nos supera levemente por un 50,2. Sin embargo, el Perú debería tender a plantearse políticas anticorrupción, que lo lleven a alcanzar niveles como los mostrados en países desarrollados como EE.UU., Suecia o Finlandia, que obtienen mediciones de 91,8, 97,6 y 100 respectivamente.