En plena pandemia del coronavirus, con hospitales desbordados y decenas de laboratorios que intentan encontrar contra reloj una vacuna o al menos un paliativo, Donald Trump decidió suspender las contribuciones de Estados Unidos a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la institución llamada a liderar y coordinar la lucha contra el virus. El mandatario acusó a la OMS de no reaccionar a tiempo para encubrir al Gobierno chino, dejar escalar la epidemia y, por lo tanto, causar la tragedia humanitaria que el virus provoca en su país. La medida llegó en el peor momento, cuando cientos de naciones todavía luchan contra el virus. Y sume a la organización internacional en el momento más difícil de su historia.
Ahora, varios mandatarios y científicos se unen a los reclamos por la aparente tardía reacción de la OMS, pero las primeras acusaciones al respecto se remontan al 31 de diciembre. En esa fecha, Taiwán (la ‘provincia rebelde’ de China que no hace parte de la OMS por solicitud de ese país) envió un correo electrónico a la Organización en el que le informaba sobre un nuevo brote de ‘neumonía atípica’ en Wuhan. En el documento, el Centro para el Control de Enfermedades de Taiwán (CDC) le pedía a la OMS más detalles sobre la enfermedad para prevenir una hipotética dispersión del virus en Asia. La semana pasada, la entidad negó haber recibido la alerta, por lo que Taiwán desclasificó el documento.
En el escrito, el Gobierno de la isla asegura que “el CDC se enteró por fuentes en línea de que había habido al menos siete casos de ‘neumonía atípica’ en Wuhan”, y que “dada la falta de claridad en ese momento, así como los muchos rumores que circulaban, el objetivo de Taiwán era garantizar que todas las partes relevantes permanecieran alertas, especialmente porque el brote ocurrió justo antes de las vacaciones del Año Nuevo Lunar, en donde generalmente viajan enormes cantidades de personas”. Pero los funcionarios de la OMS solo llegaron a China el 10 de febrero, cuando había más de 40.000 infectados y 40 días después de recibir la alerta desde Taiwán.
Ante el escándalo, varias voces, como la de Trump, atribuyen la lenta reacción de la Organización a su cercanía política con China. Desde un principio, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS desde 2017, aplaudió las medidas tomadas por el Gobierno de Xi Jinping, destacando la “transparencia, compromiso y seriedad” del mandatario para ofrecer información de la enfermedad y “el profundo compromiso del pueblo chino a la acción colectiva”. Esta empatía hacia los manejos del régimen chino, que ante la decisión de Trump le donó 30 millones a la OMS, ha sido asociada con las filiaciones políticas de Adhanom, quien fue ministro de Salud y de Relaciones Exteriores en Etiopía durante el mandato de Hailemariam Desalegn, miembro del Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope, un partido de orígenes comunistas e ideología antiliberal.
Los expertos atribuyen las cuestionadas decisiones de la OMS a su modelo de financiación, que se presta para contravenir sus principios científicos y de salud pública. Esta Organización tiene 194 Estados miembro, cuyas contribuciones anuales constituyen, además de las donaciones, su mayor fuente de apoyo. Estados Unidos aportaba la mayor cuota, alrededor del 22 por ciento de los ingresos anuales de la OMS.
Por lo tanto, el movimiento de Trump tiene consecuencias. La Organización puede continuar con su plan mundial para contener el coronavirus, pero tendrá serios problemas para mantener a flote otras campañas de salud cuando termine la crisis. China, que apenas aporta el 7 por ciento, tenía estimado hacerse cargo del 12 por ciento de las contribuciones para el periodo 2020-2021, con lo que adquiriría mayor influencia dentro de la OMS.
En líneas generales, los expertos demandan una reforma estructural de la Organización para que pueda priorizar, libre de cuestionamientos de tinte político, la investigación científica y las iniciativas en salud pública. La pandemia del coronavirus ha dejado ver su limitada influencia en las naciones y por cada error que cometa recibirá gran escrutinio. Pero es inoportuno forzar su reestructuración ahora. Además, no deja de ser curioso que, luego de menospreciar el impacto del coronavirus durante semanas, precisamente Trump acuse a la OMS de no reaccionar a tiempo.●
Resumen del artículo «La OMS está bajo la lupa en el momento más difícil de su historia», publicado en la página web SEMANA el 25/04/2020.
EDICIÓN: Francisco Córdova Sánchez
EN LA ACTUALIDAD, MIENTRAS RUSIA Y CHINA DICEN “NO SER COMUNISTAS NI SOCIALISTAS”; SIENDO LA ENCARNACION DE ESAS CORRIENTES POLITICO – ECONOMICO – SOCIALES. APACIGUANDO PROBABLES CRITICAS INTERNAS. TENIENDO EN CUENTA LA ACERTADA INSERCION DE VARIANTES DEL CAPITALISMO EN SU VIDA ECONOMICA, CON ROTUNDO EXITO EN LA MAYORIA DE ESTOS INTENTOS, HAN LOGRADO CONSOLIDARSE COMO POTENCIAS ECONOMICAS. LO CONTRARIO PASA CON USA, CUYO PRESIDENTE ESTA ENTRE LA ESPADA Y LA PARED: COMO EXPLICAR EL “FRACASO” EN EL MANEJO DE SU CRISIS SANITARIA Y AFRONTAR LAS ELECCIONES A LA PUERTA DE LA ESQUINA. LA
POBLACION MIGRANTE ESTA A LA ESPERA, Y ESPECTANTE, DE LO QUE PASE CON LA CANDIDATURA DEMOCRATA; QUE TIENE COMO HORIZONTE DE JUCHOS: EL REGRESO DEL CLAN OBAMA.
Tiene usted razón, pero ya sabe también que en la geopolítica internacional hasta las pandemias son utilizadas como recurso para la consolidación de los imperios. No creo que EEUU haya fracasado en el manejo de su crisis sanitaria, sino que le están dando un manejo político, acorde a sus intereses. Por ejemplo, aprovecharon la pandemia del Covid-19 para salirse de la OMS para criticarla y retirarle los 400 millones de dólares anuales que aportaban. Saludos