FRANCISCO SAGASTI señala que es “la oportunidad para reflexionar sobre la forma de iniciar bien nuestro tercer siglo de vida republicana independiente”
Los desafíos inmediatos del nuevo gobierno –inseguridad, corrupción, desaceleración económica, gobernabilidad con Congreso opositor, entre otros– acaparan la atención en este momento. No obstante, recordemos que en un lustro celebraremos el Bicentenario de la Independencia, oportunidad para reflexionar sobre la forma de iniciar bien nuestro tercer siglo de vida republicana independiente.
La búsqueda de nuevas opciones de desarrollo tendrá lugar en un orden global fracturado y turbulento, con desplazamientos geopolíticos y crecientes desigualdades, desequilibrios demográficos y migraciones masivas, eventos climáticos extremos cada vez más frecuentes, conflictos violentos y crisis de gobernabilidad, comunicación instantánea y desencuentros culturales, transición hacia la sociedad del conocimiento y avances tecnológicos vertiginosos con consecuencias imprevisibles.
Estos cambios globales, que afectan a todas las regiones y países, exigen una revisión de la idea de desarrollo centrada en el consumo desenfrenado, el crecimiento económico a cualquier costo, y en la explotación desmedida de los ecosistemas que sustentan la vida humana.
Pero América del Sur tiene condiciones materiales privilegiadas para responder a los desafíos del siglo 21:
- Población en edad de trabajar que excederá a la población dependiente durante los próximos decenios.
- Niveles de ingreso y consumo intermedio, que aún no presionan excesivamente los ecosistemas.
- Capacidad de producción de alimentos sustentada en una extraordinaria biodiversidad, extensas áreas cultivables y un gran potencial pesquero.
- Múltiples fuentes de energía –hidráulica, hidrocarburos, biomasa, eólica, geotérmica– y amplias reservas de agua.
- Abundante variedad de recursos minerales y grandes extensiones forestales.
Y diversidad de culturas y etnias, pero con historia e idiomas similares que permiten comunicarnos sin dificultad en toda la región.
Esta diversidad de diversidades confiere, al menos en principio, una capacidad de adaptación y resistencia única a nuestra región.
El Perú cuenta también con estas condiciones materiales favorables, que podrían sustentar procesos de desarrollo económico y social exitosos durante los próximos decenios. En los últimos quince años ha surgido una nueva clase media, se ha consolidado el rechazo al autoritarismo y la violencia, y hemos visto una progresiva, pero aún desigual e incompleta, toma de conciencia sobre el potencial de nuestro país.
Durante el próximo quinquenio, el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski tiene la oportunidad de sentar las bases para entrar con buen pie al siglo 21. Tres son las condiciones necesarias para lograrlo.
Primero, crear capacidades para generar y utilizar conocimiento, con inversiones masivas en ciencia, tecnología, innovación y educación superior.
Segundo, utilizar de manera sustentable nuestros recursos naturales, mediante un ordenamiento territorial sensato y efectivo basado en la gran variedad de ecosistemas de nuestro país.
Tercero, fortalecer la gobernabilidad democrática, confiriéndole legitimidad a la acción estatal y articulando los sectores público, privado y sociedad civil.
Debemos avanzar hacia una “economía del conocimiento natural”, donde la ciencia, tecnología e innovación se unan para poner en valor la diversidad de recursos naturales con que cuenta nuestro país.
Para esto necesitamos liderazgos políticos responsables y eficaces, capaces de superar profundos desencuentros, desterrar prejuicios, y de forjar consensos operativos, especialmente sobre la creación de capacidades en ciencia, tecnología e innovación, y sobre cómo aprovechar racionalmente nuestro riquísimo acervo de recursos.
Este es el desafío central que enfrentan el gobierno, la oposición y toda la clase política a pocos años de iniciar nuestro tercer siglo de vida independiente.
FUENTE: Texto del artículo “Pletórico Continente” del © Dr. FRANCISCO SAGASTI, publicado en la revista © CARETAS, Edición 2448 del 04/08/2016.
EDICIÓN: Francisco Córdova Sánchez
El Dr. Francisco Sagasti es Profesor de la Escuela de Posgrado de la Universidad del Pacífico; investigador principal emérito, FORO Nacional e Internacional.
