Entrevista a NOAM CHOMSKY
Las teorías de este lingüista, filósofo y activista norteamericano son referentes desde hace medio siglo en varios campos, pero sobre todo en los del lenguaje y la crítica de la política exterior estadounidense. Sus críticas al sistema capitalista y al sistema de manipulación de masas son implacables. Aquí se enfoca en la política estadounidense y América Latina, el legado de violencia de las guerras civiles en Centroamérica, el juicio por genocidio en Guatemala y los movimientos de resistencia popular que están cambiando el balance de poder en toda la región.
Las teorías de Chomsky han revolucionado el campo de la lingüística, un marco científico que ha empleado para desarrollar sus teorías acerca de la propaganda y la manipulación de las masas a través de los medios de comunicación. Su abierta oposición a la Guerra de Vietnam en 1967 marcó el comienzo de su larga trayectoria de activismo político y, durante la década de los 80, se opuso con dureza a las intervenciones estadounidenses en Centroamérica a favor de las dictaduras militares.
Hoy, a sus 86 años, Chomsky luce relajado, afable y totalmente inconsciente de su estatus de celebridad.
Nuestra conversación se enfoca en la política estadounidense respecto a América Latina, el legado de violencia que dejaron las guerras civiles en Centroamérica y los movimientos de resistencia popular que están cambiando el balance de poder en toda la región.
Le pregunto si ha cambiado significativamente la política estadounidense hacia América Latina desde que escribió «La Intervención de los Estados Unidos en Centroamérica y la lucha por la Paz», en 1985. Chomsky cree que existe, pero que “se debe a la creciente independencia de América Latina –principalmente Suramérica, porque Centroamérica tiene un menor grado de independencia debido a su debilidad y a su proximidad con Estados Unidos–, lo cual ha sido un fenómeno bastante notable.
Durante la Cumbre de las Américas (de 2012)”, continúa, “Estados Unidos y Canadá adoptaron posturas diferentes a las que manifestaron todos los demás países del hemisferio sobre una serie de temas contenciosos. Uno era Cuba y el otro era la despenalización de la droga. Eso no hubiera ocurrido hace unos años. Además, Estados Unidos no es capaz de injerir directamente como hacía antes. Con la injerencia pasada lograron desarticular, en cierta medida, los movimientos populares.
En el pasado, Estados Unidos reprimió prácticamente cualquier intento de independizarse, generar justicia social y establecer gobiernos democráticos. En la actualidad, Estados Unidos tiene menos capacidad, menos necesidad de intervenir, y la región se ha vuelto más independiente.■
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FUENTE: Artículo: «Por primera vez en 500 años, América Latina ha comenzado a librarse del control imperialista». Entrevista realizada por ©Louisa Reynolds, en el marco de la beca Elizabeth Neuffer Journalism Fellow (2014-15).
EDICIÓN: Francisco Córdova Sánchez