Lo cierto es que, por la velocidad que demandan los negocios, los abogados internos de las empresas hoy están más comprometidos en la toma de decisiones. “Han dejado de ser meros consultores para convertirse en gestores”, sostiene la abogada Belkis Díaz. Gestores cuya misión es la de contribuir, como parte de un todo, a generar más rentabilidad para la empresa, y a los que se califica por resultados.
Para ser un abogado corporativo interno hay que conocer a fondo el giro de la empresa, estar comprometido con ella y ayudar a las demás áreas a lograr los objetivos trazados. “Un abogado interno que se involucra y propone alternativas minimizando o sorteando los riesgos, se convierte en un aliado del área de negocios. Su aporte es transmitir los inconvenientes de alguna idea o proyecto, y encontrar soluciones. No se trata de decir ‘no’, sino ‘ok’, precisa Puente.
El profesor Morales Dasso cuenta que antes el abogado del área legal de una empresa era un profesional muy preciso y dedicado exclusivamente a su área, y se encargaba prácticamente tan solo de pronunciar como ‘viables’ o ‘no viables’ los contratos. Sin embargo, el experimentado jurista reconoce la interrelación fluida entre los sectores económicos y financieros con el mundo del Derecho. “Ahora el abogado corporativo interno es un hombre de leyes y de negocios. Ahora los abogados van un poquito más allá.”
En cuanto a la forma de trabajar, los departamentos legales de las compañías se han orientado a un modelo de asesoría preventiva. Hoy ya no solo se centran en la solución de los problemas una vez que aparecen, sino que ejercen una labor que con más frecuencia se enmarcan en las funciones de las unidades de riesgo. Como coinciden Silvana Puente y Belkis Díaz, los gerentes legales se han tornado en una especie de administradores de riesgo, y actualmente resulta casi imposible encontrar una gran compañía que no cuente con un departamento de asesoría jurídica interna.
En aquellos estamentos, aún cuando los giros empresariales varían, la constante es un trabajo eficiente con la misma dosis de rapidez que dictaminan los negocios, el mercado y la competencia. Todo ello con el apoyo de la tecnología, que hace que las comunicaciones sean más fluidas. “Antes las comunicaciones se transmitían por cartas y servicio postal. Hoy, con correo electrónico”, recuerda Morales Dasso.■
***José Miguel Morales Dasso es gerente legal de Compañía Minera Buenaventura S.A. Belkis Díaz es gerente legal de Intralot Perú. Silvana Puente es gerente legal de HSBC del Perú.
Extractos del artículo «Hechos a la medida», publicado en la revista jurídica ©LAWYER, Año III, Número 8. Diciembre 2010. Edición: Francisco Córdova Sánchez
Buen día,
está muy interesante el comentario pero me ha generado una duda.
¿El gerente Legal necesariamente (por obligación de la Ley) debe ser abogado?
¿Acaso no se puede nombrar como gerente legal a una persona de confianza de la empresa?