LOS AFAR viven al este de Etiopía, en el sur de Eritrea y en todo Djibuti. Han permanecido en estos territorios los últimos 2.800 años, considerándose uno de los primeros pueblos que habitó esas tierras.
Tienen rasgos árabes aunque su piel es negra. Se les distingue a simple vista por su cabello en tirabuzones y sus grandes cuchillos curvos. Los hombres ponen mantequilla en su cabello a modo de acondicionador y para combatir los ardientes rayos del sol. Su prenda principal es el “sanafil“, una especie de falda que tradicionalmente variaba de color según el sexo. Otro rasgo peculiar de esta tribu son los dientes, que se afilan desde que son pequeños empleando cuchillos.
África, el continente que menos contamina, será el que se llevará la peor parte del cambio climático. Según Naciones Unidas, 300 millones de personas se verán obligadas a abandonar sus hogares en las próximas décadas al perder los medios de subsistencia. Una realidad que provocará hambrunas, enfermedades y conflictos armados. Una realidad que se hace visible en la desaparición de las nieves del Kilimanjaro, aquellas que describió con maestría Ernest Hemingway. O en el lago Chad, que se está secando, dejando sin alimentos a miles de personas que viven de la pesca.
Una situación que también se está haciendo evidente en la franja de desierto donde confluyen Eritrea, Djibuti y Etiopía. Hogar milenario de los nómadas afar, que se enfrentan a una crisis sin precedentes, ya que las lluvias llevan fallando de forma sistemática desde 1999.
VER DOCUMENTAL: «Un Día más con Vida». Capítulo 5: Los Afar, en Etiopía. De ©Hernán Zin.
Textos del ©blog URAIDA, el sitio de mi recreo.