La colosal burbuja financiera especulativa que era la esencia de la globalización ha explosionado como una estrella Supernova creando un agujero negro recesivo que está succionando la economía global. Salir de esta crisis no será fácil porque no existen recursos suficientes para rescatar el sistema financiero.
La escala y la velocidad de la contracción global es hoy sin precedentes con la caída libre de la producción en los países industrializados y la rapidez con que se desglobalizan las exportaciones, las importaciones, el consumo global, la inversión extranjera y el crédito internacional. Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, pronostica que la economía mundial se desinflará de 1 a 2 por ciento este año. Será la primera vez que no se expande desde la II Guerra Mundial.