Cuando viajaba en un ómnibus a Chumbivilcas, el antropólogo Harold Hernández se encontró con un agente evangélico que subió al vehículo a pronunciar su cotidiana prédica. Este señor era alto, blanquísimo y de pelo amarillo. De pronto un campesino le hizo un comentario en quechua que el evangelista respondió en ese mismo idioma, lo que generó una estruendosa carcajada de los demás pasajeros.
Esta anécdota sirvió para que Hernández se replanteara la utilidad del aprendizaje colectivo de esta lengua:
«Eso de implementar en los colegios nacionales un curso de quechua para los no quechuas de repente no te va a servir para nada, pero para aprenderse tres o cuatro frases sin caricaturizar y generar una empatía, o para compartir con un sector quechua-hablante de la población, me parece importantísimo en términos de identidad y cohesión. Es menos drástico y definitivo que el fenotipo».■
La lengua peruana es muy importante porque así vez todo lo que pasa a fuera y dentro de nuestro alrededor. Eso de implementar en los colegios nacionales ò particulares un curso de quechua para los no quechuas de repente no te va a servir para nada, pero para aprenderse tres o cuatro frases sin Generar una empatía, o para compartir con un sector quechua-hablante de la población, me parece importantísimo en términos de identidad y para eso a que tener mano firme en enseñar el quechua de repente otros se burlen porque no es su idioma pero ahora sabemos q nos sirve de mucho porque es nuestro origen y una cultura antigua digo una cultura antigua porque lo están dejando y solo hay que implementar y no decirles a los que viene de la quechua no se habla así Esta mal sino hay que implementar lo que sabe y lo que le va a enseñar la maestra.