El pasado viernes 10 de agosto se celebró el Día Interamericano de la Calidad del Aire en la Ciudad de La Oroya. Fue una ocasión especial, considerando el significado de dicha ciudad en las luchas por la mejora de la calidad atmosférica en el Perú. Ahí se hizo un balance de los avances realizados hasta la fecha por múltiples instituciones, pero también de los temas todavía sin resolver. La presencia de dióxido de azufre por encima de los estándares nacionales de calidad del aire en La Oroya y el plomo en la sangre de los niños del lugar son muestra de lo que falta por recorrer.
Sin embargo, consideramos que son 8 los puntos básicos de una agenda inmediata destinada a avanzar en la mejora de la calidad del aire en el país. Estos son:
1) El cumplimiento de los compromisos asumidos en el cronograma de priorización de ECA y LMP publicado por el Consejo Nacional del Ambiente – CONAM, dando especial énfasis a las normas sobre metales pesados, la actualización de la norma de azufre para 24 horas, la norma para material particulado de 2.5 micras, y los LMP del sector pesquero.
2) Realizar una revisión de los LMP de emisiones para minería, los cuales son en muchos casos claramente insuficientes para contribuir a alcanzar los estándares de calidad ambiental.
3) Implementar de manera urgente las normas ambientales ya dictadas para el sector transportes, y desarrollar prontamente las revisiones técnicas. Este último punto tiene además una importancia vinculada con el tema de seguridad, como se ha discutido ampliamente durante estas últimas semanas.
4) Reactivar la discusión de la Ley de Aire Limpio, como una norma de desarrollo de la Ley General del Ambiente, estableciendo en ella disposiciones concretas sobre las facultades de los gobiernos regionales y municipales
5) Alentar el aprovechamiento de oportunidades para el uso del Mecanismo de Desarrollo Limpio, y otros incentivos que alienten el uso de Tecnologías Limpias, en especial aquellos que nos lleven de combustibles muy contaminantes a otros con menos impactos, tanto a escala local como global.
6) Implementar, al menos como experiencia piloto, los mecanismos de mercado de emisiones, que podría ser una forma interesante de alentar eficiencias en las industrias contaminantes.
7) Crear una autoridad única nacional en materia del aire, que en el esquema actual debería ser el Consejo Nacional del Ambiente, teniendo en las Gerencias de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente de las regiones, unidades especializadas encargadas de impulsar el tema a escala local.
8) Resolver el problema, tan simple pero ilustrativo de nuestra mala gestión ambiental, de la quema de residuos sólidos, que en muchos casos contribuyen al deterioro del ambiente de nuestras ciudades significativamente.
Desde luego hay otros temas, pero consideramos que los puntos señalados son un buen punto de partida.
Ivan Lanegra