Nombramientos a la vista en el Vaticano
Además de la expectativa que se genera por saber quien será el nuevo prefecto de la congregación para la doctrina de la fe, hay otros cargos curiales, de menor resonancia mediática, pero de gran importancia.
– Arzobispo de San Francisco William J. Levada,
– Cardenal de Génova Tarcisio Bertone (a quien el papa Joseph Ratzinger ya imaginaba como su Secretario de Estado),
– Cardenal de Sydney George Pell (que hace dos años se le tomó muy en serio en consideración como candidato para Prefecto de la Congregación para los obispos, cargo para el que luego fue escogido el cardenal canadiense Marc Ouellet).
Ahora Levada, que recibió la púrpura en el 2006, ha superado en casi un año el umbral canónico de los 75 años, el 15 de junio cumplirá 76, y por tanto está en la fase final el procedimiento que llevará al nombramiento de su sucesor.
En “pole position” parece estar el obispo de Ratisbona, Gerhard Ludwing Müller, curador de la publicación de la opera omnia de Ratzinger y él mismo teólogo, considerado en Alemania como conservador, pero que algunos círculos todavía más conservadores, romanos y latinoamericanos, lo miran con suspicacia por su antigua amistad, de la que jamás ha renegado, con el peruano Gustavo Gutiérrez, el padre noble de la teología de la liberación.
Pero en espera de saber si ha sido tomada una decisión definitiva en tal sentido, en el Vaticano se han iniciado también los procedimientos para las asignaciones de diferentes cargos, episcopales o no, en dicasterios también de importancia en la curia, cuyos titulares fallecieron o han superado o están por superar los 75 años.
Los números dicen que en las Prefecturas de las Congregaciones, con el pontificado de Benedicto XVI los italianos han aumentado ligeramente entre los prefectos (a la muerte de Juan Pablo II eran dos de nueve, y ahora son tres) y en compensación han disminuido entre los secretarios (de cinco de diez han bajado a tres).
Mientras que en lo referente a los Pontificios Consejos (de menor rango que las Congregaciones) hay un fuerte incremento de italianos entre los presidentes (en abril del 2005 había uno solo de un total de once, y hoy son seis de doce) en contraste con una notoria disminución entre los secretarios (de cinco sobre once a tres sobre doce).
En conjunto, pues, en el cómputo del vértice de la curia romana propiamente dicha – es decir la secretaría de Estado, las nueve Congregaciones, y tres tribunales, los doce consejos, las tres oficinas – los italianos eran 7 de 27 en marzo del 2005 y hoy son 13 de 28. Con un fuerte incremento porcentual: del 25,9 al 46,4 por ciento.
Mientra que si se mira también a las figuras apicales inmediatamente subalternas – secretarios y semejantes – los italianos resultaban ser hace siete años 23 de 55, y ahora son 24 de 59. Con una ligera disminución porcentual, del 41,8 al 40,7 por ciento.
Imagen:(Getty) Cardenales en Vaticano
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