En el Vaticano se debate la igualdad, la inclusión y ordenación de mujeres

Voces de fe

8.00 p m| 10 mar 15 (NCR/BV).- Un evento en el Vaticano propició un debate muy franco y abierto entre mujeres acerca de los límites de su participación en las estructuras de la Iglesia, en la que probablemente fue la primera conversación pública de esta índole, celebrada en el centro de la jerarquía católica. Estos fueron algunos de los temas que se discutieron en el evento, celebrado con motivo del Día Internacional de la Mujer: la necesidad de la Iglesia de practicar lo que predica acerca de la plena igualdad entre hombres y mujeres, el incluir a las mujeres en todos los niveles de toma de decisiones, y utilizar lenguaje inclusivo en la adoración.

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Las mujeres también expresaron el deseo de un replanteamiento fundamental con respecto a cómo los prelados y documentos de la Iglesia las referecian, diciendo que a menudo son encasilladas en ser “la mitad ‘sensible’ de la humanidad… me gustaría ver que las mujeres tengan [la] oportunidad de ser fuertes, valientes e inteligentes”, dijo Ulla Gudmundson, ex embajadora de Suecia ante la Santa Sede, durante el debate. “También me gustaría ver que los hombres tengan la oportunidad de ser tiernos, pacientes y sensibles”.

Dándole vuelta a una frase utilizada a menudo por los obispos para describir a las mujeres, Gudmundson continuó: “El Papa Francisco sería un claro ejemplo de genio femenino: Paciente, tierno, mostrando misericordia y amor”.

Expresando sus sueños de cómo la Iglesia podría tratar a las mujeres en el futuro, otra participante en la discusión presentó una visión a varias capas de una Iglesia católica donde los hombres y las mujeres son tratados como iguales en todos los niveles.

“Sueño con una Iglesia en la que no importa si eres hombre o mujer, solamente el hecho de responder al llamado del servicio de Dios”, dijo Astrid Gajiwala, una bióloga hindú que ha trabajado como consultora para su conferencia episcopal.

“También sueño con una Iglesia donde los hombres y mujeres participan por igual en toda la toma de decisiones a fin de que ambos contribuyan en las políticas, las estructuras, la enseñanza y la práctica de la Iglesia”, dijo. “Y ambos se involucrarían en el ministerio”.

Gajiwala expresó su deseo de lenguaje inclusivo “en nuestras traducciones, en nuestras liturgias, en nuestros documentos… Cuando hablo de lenguaje, también me encantaría ver una Iglesia donde Dios se libera de construcciones masculinas”, dijo. “Las mujeres experimentan a Dios de manera diferente, y me gustaría que hubiera espacio para eso, para ampliar nuestra comprensión del misterio de Dios”.

Gudmundson y Gajiwala hablaron el domingo en un evento titulado “Voces de Fe”, que se organizó como una oportunidad para que las mujeres compartan sus historias de fe desde el Vaticano en el Día Internacional de la Mujer.

Organizado por la fundación benéfica con sede en Liechtenstein “Fidel Götz Foundation”, el evento fue transmitido en vivo para todo el mundo desde la Casina Pio IV en el Vaticano, un emblemática construcción de mármol que es el hogar de la Academia Pontificia de las Ciencias.

La mesa redonda fue sólo una parte del evento de cinco horas y fue moderado por Deborah Rose-Milavec, que es la cabeza del grupo de reforma estadounidense “FutureChurch”. Las otras expositoras en el panel fueron la teóloga británico-zambia Tina Beattie y Gudrun Sailer, periodista de la sección alemana de Radio Vaticano.

El debate, que duró poco menos de una hora, fue notable por la amplitud en las cuestiones que se trataron, y por la aparente honestidad con que se abordaron temas que normalmente se consideran fuera de los límites en discusiones vaticanas.

Por ejemplo, mientras que el tema de la ordenación de las mujeres sólo se discutió de manera tangencial, las cuatro expositoras remarcaron la discordante falta de mujeres en el ministerio en la Iglesia y en posiciones de liderazgo en la jerarquía católica.

“Se nos dice que la cuestión de la ordenación se descarta”, dijo Beattie, destacada teóloga en la Universidad de Roehampton en Londres.

“Si se nos pide aceptar y respetar lo de la ordenación, sí tenemos que ver que en cada otra situación exista una participación plena e igualitaria de liderazgo femenino en la Iglesia -que cada posición que no requiere de la ordenación sea igualmente copada por hombres y mujeres”, dijo. “Es mi deseo una Iglesia que proclame la plena igualdad y dignidad del hombre y la mujer, hechos a imagen de Dios, lo que debe ser un faro para el mundo”, dijo Beattie.

En una onda mucho más personal, la teóloga continuó: “Nuestras hijas nos miran y dicen: Mamá, ¿por qué te aferras a una Iglesia en la que, a diferencia de cualquier otro lugar, no eres reconocida y valorada por lo que eres?”.

“El sueño sería que la dignidad y la igualdad bajo la que fuimos creados por ser imagen de Dios, sean la cara que la Iglesia ofrece al mundo”, dijo Beattie. “Y esa igualdad se tendría que hacer eco en todos los aspectos de la Iglesia para que sea creíble”.

Mientras Gajiwala dijo que tenía algunas experiencias de trabajo “maravillosas” con los obispos en la Iglesia de la India -sobre todo por el apoyo que recibió en la elaboración de la política de género para su Conferencia episcopal en el 2010-, también dijo que la sensación de servir en la Iglesia es “más bien mixta”.

“Creo que es muy frustrante que las mujeres estén excluidas de la toma de decisiones, porque todo tipo de gobernabilidad se vincula con la ordenación”, dijo Gajiwala.

“La verdad es que lo único que podemos hacer es ofrecer recomendaciones”, dijo Gajiwala, que además de la consultoría para sus obispos se ha desempeñado como vicepresidenta de su consejo parroquial. “No tenemos voto. Solo recomendamos”.

Refiriéndose también al proceso que las mujeres pasan cuando el esposo decide ser diácono permanente en la iglesia, Gajiwala dijo que, aunque ambos pasan por toda la formación diaconal juntos, “al final el esposo se ordena como diácono y la esposa no”.

“No veo la lógica en eso”, dijo. “Como resultado hemos introducido una capa más -primero tienes a los sacerdotes, luego a los diáconos casados y, así, las mujeres están en una capa inferior… para mí, eso es problemático”, dijo Gajiwala.

Sailer, quien ha trabajado en Radio Vaticano desde 2003 y ha escrito varios libros sobre las mujeres en el Vaticano, dijo que la lucha para incluir a las mujeres en las estructuras de la Iglesia no pasa por imitar el mundo secular. “Se trata de reconocer, dándose cuenta de que la exclusión de las mujeres en la Iglesia NO se ajusta al Evangelio”, dijo Sailer. “No es lo que indica el Evangelio”.

El evento del domingo fue el segundo organizado por “Voces de la Fe” en dos años. En una entrevista anterior de NCR, la directora ejecutiva de la Fundación Fidel Götz, Chantal Götz, señaló la voluntad del Vaticano al ofrecer ser sede del evento porque “es importante que se entienda que las puertas están abiertas para las mujeres”.

Entre otras expositoras, seis mujeres de diferentes lugares y circunstancias alrededor del mundo trataron temas tan variados como la necesidad de atención de salud para las mujeres en la India, la creación de oportunidades para la educación de mujeres en los campamentos de refugiados, y la persecución contra los cristianos en el Medio Oriente.

“Voces de la fe” también se unió a Caritas Internationalis para otorgar dos premios de 10.000 euros a dos organizaciones dirigidas por mujeres que han desarrollado las mejores prácticas para abordar el hambre mundial.

Uno de los premios se entregó a un grupo con sede en el Líbano llamado “Basmeh y Zeitooneh” que está ayudando a que los refugiados sirios desarrollen habilidades de trabajo, y para Caritas Nicaragua, que está enseñando a las mujeres habilidades agrícolas para ayudar a sostener a sus familias y obtener un ingreso independiente de sus esposos.

El único orador masculino en el evento fue el jesuita Agbonkhianmeghe Orobator, un nativo nigeriano quien recientemente terminó sirviendo como provincial de la orden en la región de África oriental. Centrando su discurso en el secuestro de las niñas en Nigeria por el grupo terrorista “Boko Haram” (abril del 2014), Orobator hizo una presentación sobre la discriminación que sufren las mujeres y las niñas africanas.

Orobator dijo que una de las tristes realidades de los secuestros de las niñas de la ciudad de Chibok en Nigeria fue que el gobierno no les ha ayudado apropiadamente simplemente porque son mujeres – “gente que la sociedad y la cultura conspiran activamente para rebajar su estatus social y dignidad humana a la de ciudadanos de segunda clase”.

“Cualquier sociedad que relega a las mujeres a un estatus secundario y les asigna tareas serviles, crea condiciones propicias para la violencia de género y que ideologías moralmente depravadas puedan surgir y prosperar”, dijo el jesuita.

Y continuó: “A fin de cuentas, me parece profundamente preocupante no sólo el hecho de que la mujer educada es percibida como una amenaza a esas ideologías, sino también la triste constatación de que esas ideologías ponen a la mujer africana educada, independiente y competente en peligro de extinción”.

Mientras que el tema de las mujeres como ciudadanas de segunda clase no fue abordado directamente por el panel que discutió el papel femenino en la Iglesia, Gajiwala dijo hace unos días en una entrevista de NCR que el vínculo en la Iglesia entre la ordenación y gobierno deja a las mujeres sin posibilidad de ocupar posiciones con toma de decisiones.

“Espero que en algún momento, si la estructura se va a quedar como está, por lo menos se desvincule la gobernanza y la ordenación para que las mujeres pueden ser parte de la toma de decisiones”.

“En este momento, lo que pasa es que estamos allí principalmente como consultoras”, dijo Gajiwala. “Sí, de hecho podemos influir en las decisiones, pero al final no son nuestras. Eso es un hecho”.

Beattie pidió por una Iglesia donde las mujeres son socios de pleno derecho con los hombres.

Beattie, conversa al catolicismo, dijo que la carta apostólica de Francisco, Evangelii Gaudium, mostró “la Iglesia con la que sueño –la comunidad libre, fiel, complicada y llena de alegría como cuando decidí unirme”.

“Espero con optimismo el día en que las mujeres sean socias plenas e iguales en la lucha”, dijo Beattie al concluir la entrevista.


Papa Francisco: Un mundo donde las mujeres son excluidas es un mundo estéril

El domingo se celebró el Día Internacional de la Mujer. El Papa quiso dedicarles unas palabras durante el ángelus:

“¡Un saludo a todas las mujeres! A todas las mujeres que cada día tratan de construir una sociedad más humana y acogedora. Y también un gracias fraterno a las que de mil maneras testimonian el Evangelio y trabajan en la Iglesia. Ésta es para nosotros una ocasión para reafirmar la importancia y la necesidad de su presencia en la vida. Un mundo donde las mujeres son marginadas es un mundo estéril, porque las mujeres no sólo dan la vida sino que nos transmiten la capacidad de ver más allá -ellas ven más allá-, nos transmiten la capacidad de entender el mundo con ojos diversos, sentir las cosas con corazón más creativo, más paciente, más tierno. ¡Una oración y una bendición especial para las mujeres aquí presentes en la Plaza y para todas las mujeres! ¡Un saludo!”.


Más mujeres en el Vaticano. Los datos de la oficina de personal

El número de mujeres que trabajan en el Vaticano ha crecido constantemente en los últimos años. Si en 2004 casi el 13 por ciento del personal al servicio del Papa en la Ciudad del Vaticano estaba compuesto por mujeres, en 2014, en cambio, ascendió a más de 19.

El mayor crecimiento, según los datos proporcionados por la Oficina de personal de la Santa Sede, se dio en la Gobernación, donde en los últimos diez años casi se duplicaron, pasando de 195 a 371. Igualmente ha ocurrido con el personal del Apsa, la Administración del patrimonio de la Sede apostólica: en 2014 trabajaban entre empleados de la Curia y entes relacionados, como por ejemplo L’Osservatore Romano, 391 mujeres, más del 18 por ciento del personal. Hace cuatro años, en 2011, trabajaban en cambio 288 mujeres, que representaban el 17 por ciento del total. El crecimiento de las contrataciones del personal femenino ha sido más considerable que las del personal varonil.

Fuentes:

National Catholic Reporter / Vatican Information Service / Rome Reports / L’Osservatore Romano

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