Cardenal Bergoglio reivindicó teólogo de la liberación prohibido
5.00 p m| 26 mar 13 (BUENA VOZ).- El 10 de mayo del 2012, el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio, presentó el libro “Pobres en este mundo, ricos en la fe. La fe de los pobres de América Latina según Rafael Tello”, con un discurso en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina. En esa ocasión, quien es ahora el Papa Francisco, reivindicó el pensamiento de un teólogo de la Teología de Liberación separado en su momento de la enseñanza en la facultad en la que se hizo esta presentación.
Tello elaboró una reflexión interesante sobre la validez de la inculturación de la fe presente en la religiosidad popular y su propuesta fue considerada contraria a la sana doctrina por la jerarquía eclesiástica. Bergoglio en cambio señala que se trata de uno de los aportes más importantes de la Iglesia argentina y comparte varias reflexiones sobre el tema central del libro: dotar de una perspectiva teológica las manifestaciones con las que el pueblo de América del Sur expresa su fe.
No son pocos los casos en que sacerdotes son separados de la Iglesia por presentar un pensamiento que “no se ajusta” con los parámetros impuestos por el dogma eclesiástico. También es usual que el tiempo se encargue de hacer justicia, lo que implica un regreso y un reconocimiento por un trabajo que no fue valorado en su momento. “Nadie que abre caminos queda sin cicatrices en el cuerpo”, dice Bergoglio en su discurso refiriéndose al P. Tello, y ese es el resultado de sostener contra la opinión dominante en la Iglesia un fenómeno propio de sus raíces: la convivencia de la fe y la cultura de las personas de la tierra donde nació.
Aquí en América del Sur, la encarnación del Evangelio y de la fe en la cultura nativa de la región, produjo una situación única -y que en determinados matices no fue aceptada en absoluto por la jerarquía de la Iglesia-, que originó una nueva forma de vivir el cristianismo; una inculturación. Bergoglio reseña la revalorización de la religiosidad popular en el Concilio, que se transforma en una afirmación de la piedad popular en Pablo VI y culmina como la reivindicación de una verdadera espiritualidad popular en Aparecida. De este modo vincula esta trayectoria con la propuesta de Tello, señalando que la espiritualidad popular es el camino por el que el Espíritu Santo ha guiado por siglos a nuestro pueblo marcado por la pobreza. Por tanto, no solamente debe ser reconocida sino también fortalecida, por esta Iglesia que siguiendo a Jesús ha realizado una opción preferencial por los pobres, y debe reconocer y valorar los diversos modos culturales de acercarse a la fe. De esa fe de nuestros pobres que es verdadera, embebida en el entorno en el que se recibió, influenciada por toda la cultura que la rodea, brota una actitud cristiana profunda.
Bergoglio citando al mismo Benedicto XVI en la Conferencia en Aparecida recordó el importante papel de la teología respecto a la piedad popular, que es el “precioso tesoro de la Iglesia católica en América Latina”.
En una segunda parte del discurso el entonces cardenal se explaya en el valor moral del testimonio profético de Tello, a pesar de las heridas y cicatrices, sufridas sin renegar “su madre, la santa Iglesia”. Y que por una ironía de la historia le toca a él, el cardenal, celebrar: “La historia tiene sus ironías. Esta es la primera vez que vengo a la Facultad de Teología (yo no me licencié acá). Y vengo a presentar un libro sobre el pensamiento de un hombre que fue separado de esta Facultad. Cosas de la historia. Esas reparaciones que Dios hace: que la jerarquía que en su momento creyó conveniente separarlo hoy diga que su pensamiento es válido. Más aun, fue fundamento del trabajo evangelizador en Argentina. Quiero dar gracias a Dios por eso”.
Ver adjunto en pdf el texto completo de la presentación y/o mirar la intervención en dos partes en Youtube:
http://www.youtube.com/watch?v=Fv342FMaJ3I