Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el salario mínimo es el mínimo monto de remuneración que todo empleador debe estar obligado a pagar a sus asalariados por el trabajo hecho durante un periodo determinado. Dicho monto no debe poder ser rebajado en virtud de un convenio colectivo ni por un acuerdo individual. En el año 2015, al menos 171 de los 186 países miembros de la OIT tenían aprobado un salario mínimo.
¿Por qué es necesario fijar un salario mínimo? Según la OIT, un salario mínimo se fija para proteger a los trabajadores contra pagos indebidamente bajos (falla de mercado) y para contribuir a garantizar una justa distribución de los frutos del progreso económico. También reconoce que los gobiernos los pueden usar como parte de sus políticas sociales para ayudar a superar la pobreza y reducir la desigualdad. Por ello, se debe especificar los componentes del salario mínimo, la parte que se puede pagar en especie y el periodo de tiempo al que corresponde. Ésa es la teoría, pero ¿y cómo se aplica el salario mínimo en la práctica?