Musulmanes y católicos juntos en misa

9:00 a m| 5 ago 16 (CLARÍN/BV).- “Esto no es Islam”. Con esa frase, centenares de musulmanes asistieron ayer a misa en toda Francia, en un acto de “compasión y solidaridad” con los católicos, después del degollamiento del padre Jacques Hamel, en manos de dos yihadistas, en la pequeña iglesia de Saint Etienne de Rouvray, Normandía. “Amor hacia todos, odio hacia nadie”, era uno de los mensajes que se repetía en los carteles que los musulmanes llevaron a los templos franceses.

El arzobispo francés Dominique Lebrun les dio las gracias “en nombre de todos los cristianos” y resaltó que con esa acción “afirman su oposición a las muertes y a la violencia en nombre de Dios”. Mohamed Karabila, encargado de la mezquita de Saint Etienne de Rouvray manifestó que “la sangre derramada será el cimiento que una a nuestras dos comunidades”. También en Italia muchos musulmanes asistieron a misas católicas. Se estima que participaron cientos de personas, según medios locales y la comunidad árabe de Italia.


Hijab, ese velo que le cubre la cabeza pudorosamente a las musulmanas, la suriya blanca, impecable, hasta los pies en ellos. Todos entremezclados con la católicos y dándose la paz después del Padre Nuestro en la majestuosa catedral de Rouen, en el más conmovedor y emocionante signo de los tiempos que corren en Francia tras los atentados y el deseo de unión y cohesión entre unos y otros. La imagen se repitió en iglesias, pequeñas capillas y basílicas de todo el país. Desde Saint Denis a Bordeaux, Lyon, Niza o los pueblitos perdidos de la Provence.

En la catedral de Rouen, donde se celebró días después el funeral del padre asesinado por el ISIS, un centenar de musulmanes acompañó la misa. No sólo había imanes, autoridades del culto musulmán. Muchos eran feligreses, que se sienten tan religiosos como franceses y republicanos. Respondían con coraje un llamado y gesto inédito del Consejo Francés de Culto Musulmán, que pidió que concurrieran a misa para expresar su “compasión y solidaridad” ante el asesinato del Padre Hamel. Muchos de ellos tuvieron un gesto de coraje: el Islam más puritano no permite la visita a iglesias católicas. Para la mayoría era la primera vez que asistían a un oficio religioso católico.

En medio de fuertes medidas de seguridad, con soldados con chaleco antibalas y armas largas custodiando la catedral, el arzobispo de Rouen, Monseñor Dominique Lebrun les dio la bienvenida. “Ellos han deseado hacernos una visita esta semana. Yo les agradezco en nombre de todos los cristianos. Ustedes han dicho que rechazan la muerte y la violencia en nombre de Dios. Como lo hemos entendido de sus propias bocas, “esto no es Islam”, dijo en el recibimiento. Para abrazarlos se sacó la mitra de la cabeza y los abrazó uno a uno, como hermanos, al igual que a las tres monjas que sobrevivieron al ataque en la iglesia de Saint Etienne de Rouvray.

También estaban sus fieles y el Padre Auguste Moanda, que salvó su vida porque estaba de vacaciones en África. El padre Hamel lo estaba reemplazando cuando fue asesinado. “Amor para todos, odio para nadie”, se leía en el interior de la catedral, en un cartel colgado por una asociación musulmana. Los habitantes de St Etienne du Rouvray también estaban allí.

Habían suspendido su servicio religioso para asistir, luego de que el viernes rezaran en la mezquita Yahia, cuyo terreno habían donado los católicos, junto a los musulmanes en su pueblo. “Mezquita en duelo”, se leía en su puerta.

Ceremonias interreligiosas en árabe y en francés se repiten en las mezquitas y las iglesias de todo el país. Una expresión de la necesidad de “cohesión social y unidad”, a la que llamó el presidente François Hollande, cuando el ISIS está buscando el enfrentamiento de los musulmanes con el resto de los franceses. Hoy, el 75% de los musulmanes en Francia son de nacionalidad francesa.

Como dijo el arzobispo de Rouen es “la esperanza en marcha frente a la barbarie”. El presidente del Consejo regional del Culto Musulmán de Alta Normandía (CFCM) y representante de la mezquita de Saint Etienne du Rouvray, Mohamed Karabila, se sintió feliz de que “los imanes y los fieles hayan respondido al llamado del CFCM. La sangre que ha corrido, será el cemento que una a nuestras dos comunidades”, dijo. Detrás de la cruz, llevada por los jóvenes sacerdotes, marcharon en procesión los musulmanes, en un gesto que no tiene antecedentes en Francia.

En Lyon, en “una marcha de hermanos” y tras las ceremonias, centenares caminaron juntos en silencio bajo la consigna “Somos hermanos y hermanas” y “esta no es una guerra religiosa”. En Bordeaux, el rector de la mezquita Tareq Oubrou, muy amenazado por los yihadistas, concurrió con una docena de fieles a la iglesia de Notre Dame, donde fueron recibidos por el vicario general.

“Esta es la ocasión para demostrar que nosotros no confundimos el Islam y el Islamismo, musulmán y yihadista, como nosotros no confundimos a los católicos con los integristas”, dijo el padre Jean Rouet.


Construir un pacto

Coincidiendo con esta jornada de unión, el primer ministro, Manuel Valls, publicaba una tribuna en el diario Le Journal du Dimanche en la que llama a “reconstruir el Islam de Francia” y trabajar por “un verdadero pacto” con la segunda religión del país. “Nuestro país debe demostrar al mundo entero que el Islam es compatible con la democracia”, escribe.

Para deshacerse del “veneno” del radicalismo, será necesaria una acción “masiva y potente” de todos, en primer lugar de los musulmanes, a los que llama a “actuar en sus familias, en sus barrios”. “Si el islam no ayuda a la República a luchar contra quienes ponen en peligro las libertades públicas, será cada vez más difícil para la República garantizar el libre ejercicio del culto”, alerta.

En línea con lo avanzado en su entrevista la víspera al diario Le Monde, Valls defiende que los imanes sean formados dentro del país. “Francia debe convertirse en un polo de excelencia europeo en la enseñanza de la teología musulmana”, avanza. Si bien el Estado no puede inmiscuirse en esta tarea, puede ayudar en la apertura de centros de enseñanza, señala.

El primer ministro lanza también pistas en torno a la cuestión “central” de la financiación de las mezquitas. Ya había anunciado su intención de prohibir “por un tiempo” las donaciones procedentes del extranjero en este asunto. Valls ahonda en esta idea, apuntado a la “contradicción” que se vive en Francia: “la laicidad nos exige no subvencionar la construcción de mezquitas, pero dejamos a otros que lo hagan”.

“Hay que construir una capacidad de financiación francesa”, añade. Por último avisa que “se cerrarán los lugares de culto que albergan a quienes enseñan el odio y hacen la apología de la violencia, y si los predicadores son extranjeros, serán expulsados”.

Por otro lado, un sector de la comunidad musulmana francesa también ha pedido reformas de fondo. Lo hizo mediante un comunicado, firmado por decenas de personalidades musulmanas. “Después del asesinato de dibujantes (por Charlie Hebdo), tras el asesinato de gente joven que escuchaba música (el ataque en el teatro Bataclán), después de la matanza de niños, mujeres y hombres que asistían a la fiesta nacional (el reciente ataque en Niza), ahora el asesinato de un sacerdote que celebra la misa”, se busca “poner a los franceses unos contra otros para destruir la armonía nacional”.

Los firmantes señalan que “nosotros, los musulmanes estábamos hasta ahora en silencio, porque habíamos aprendido que en Francia la religión es un asunto privado”. Pero “ahora tenemos que hablar porque el islam se ha convertido en un asunto público y la situación actual es intolerable. La organización actual del islam en Francia no tiene control sobre los acontecimientos. El islam en Francia es mal gestionado por representantes de países, antes que por los musulmanes franceses. Esta organización tenía sentido cuando los musulmanes eran inmigrantes. Pero hoy en día, los musulmanes de Francia son el 75 por ciento franceses. En su mayoría son jóvenes o muy jóvenes”. Y sobre ellos actúan “muchos ideólogos del islam jihadista, y también del islamismo político”. Un cuadro grave y oscuro, que se ha expresado con sangre en la secuencia terrible de atentados islamistas que citaron.


También en Italia

Varios templos católicos de ciudades como Roma, Nápoles, Milán, Turín, Palermo, Turín o Bari secundaron de este modo una jornada propuesta por los musulmanes franceses tras el asesinato del cura Jacques Hamel mientras celebraba misa en Ruan (norte).

Entre las organizaciones de musulmanes que asistieron este domingo a una misa católica están la Confederación Islámica italiana (CII), que engloba un total de 356 mezquitas distribuidas por todo el territorio nacional.

¡Solo juntos se puede! La CII enviará a delegados a algunas iglesias católicas en señal de duelo por lo ocurrido (la muerte de Hamel) y para apostar por una hermandad espiritual y el respeto de los ritos, de los ministros y de los lugares de culto cristianos”, reza un comunicado de dicha organización.

En Roma, el acto ha tenido lugar en la basílica de Santa María del Trastevere y han acudido tres imames de las mezquitas de Centocelle, Magliana y Candia, que han apostado por el diálogo entre religiones y para reiterar que el “Islam es paz”.

El imán Sharif Lorenzini participó en una misa en Bari (sur) y, en declaraciones a SkyTg24, apostó por las buenas relaciones entre cristianos y musulmanes para “derrotar el mal, el enemigo de la paz, a cualquiera que trate de dividir convenciendo al pueblo de que hay una hipotética guerra entre religiones”.

El gesto fue muy destacado por el Presidente de Italia, Sergio Mattarella, quien recordó que lo que está impulsando el terrorismo fundamentalista “es una guerra con un formato diferente, sin fronteras”, que no es -subrayó- “una guerra de religión”.

Lo que está “cínicamente” intentando el terrorismo es en otras palabras “usar a la religión con la esperanza de provocar un conflicto entre musulamentes y católicos: ésto no va a ocurrir”, subrayó Mattarella.

En el caso de la capital italiana, la nota discordante la aportó el periodista y portavoz de la Gran Mezquita de Roma, Omar Camilletti, quien ha declinado participar en estas celebraciones “más espectaculares que sustanciales” y ha llamado a entablar un diálogo “duradero”.


Fuentes:

Texto de María Laura Avignolo en El Clarín / Texto de Ana Teruel en El País / La Capital

 

Puntuación: 5 / Votos: 1

Buena Voz

Buena Voz es un Servicio de Información y Documentación religiosa y de la Iglesia que llega a personas interesadas de nuestra comunidad universitaria. Este servicio ayuda a afianzar nuestra identidad como católicos, y es un punto de partida para conversar sobre los temas tratados en las informaciones o documentos enviados. No se trata de un vocero oficial, ni un organismo formal, sino la iniciativa libre y espontánea de un grupo de interesados.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *