¿A qué país no le gustaría anticipar su futuro y, de considerarlo pertinente, cambiarlo? ¿Cómo habrían modificado su historia los incas y demás pueblos americanos aborígenes que inicialmente trataron a los conquistadores europeos como invitados, o incluso aliados, si hubieran anticipado las consecuencias disruptivas que su llegada al continente iba a tener sobre su futuro? Tal vez mucho o quizás poco, pero anticipándolo sí habrían podido decidir si querían modificar, o no, su futuro.
La prospectiva estratégica es una herramienta que permite explorar y visionar futuros alternativos para escoger el más deseado e irlo construyendo a partir de la realidad presente. Las empresas que más éxito sostenido han logrado son aquellas que mayor visión de futuro han desarrollado, planificando cómo alcanzar lo que más les convenga y evitar o mitigar lo que más les perjudique, es decir, dejando lo menos posible al azar. Algo análogo también ha sucedido con los países que más se han desarrollado: no puede haber desarrollo sostenible con una improvisación sistemática.