EDUCACIÓN BÁSICA: Más allá de las pruebas censales
Por Dr. Luis Sime Poma Docente del Departamento de Educación-PUCP
Los resultados de las pruebas censales a escolares del segundo grado de educación básica, aplicadas a fines del 2012, han sido publicados recientemente por el Ministerio de Educación. Esta es la sexta vez que se aplican dichas pruebas, principalmente, para evaluar los niveles de comprensión lectora y de matemáticas en los niños y niñas de las diferentes regiones del país. Los resultados siguen siendo preocupantes a pesar de las políticas en gestión para mejorar la calidad de los aprendizajes escolares. Con respecto al 2010, los promedios indican que en matemáticas el porcentaje de alumnos con nivel satisfactorio disminuyó 1 por ciento (12.8%) y en comprensión lectora aumentó casi 2 por ciento (30.9%). Siendo los avances tan poco significativos año tras año, ¿tiene sentido seguir realizando pruebas censales y anuales? Sería mejor pensar en pruebas muestrales, con una periodicidad diferente, para evaluar la comprensión lectora y las matemáticas; y rotar para evaluar otras áreas del currículo escolar que se ven relegadas en la política de evaluación y que son relevantes para la formación integral del estudiante.
Las pruebas censales nos aportan datos valiosos, pero nos informan de manera limitada sobre ciertos aspectos, como la calidad de los procesos pedagógicos existentes en las aulas. Inferimos que si los resultados que obtiene una escuela en la prueba censal son “buenos”, es porque los procesos pedagógicos deben ser también “buenos”, pero ello puede ser relativo y hasta controversial. Hay escuelas que prefieren sacrificar horas de aprendizaje de otras áreas curriculares, diferentes a la de matemáticas y comunicación, a fin de preparar a los alumnos para las pruebas censales, incluso, hasta se les pide a los padres de los alumnos considerados comomenos capaces que no envíen a sus hijos el día de la prueba. Se puede estar creando así una cultura perversa de la evaluación.
Desde el punto de vista pedagógico, son cruciales los procesos y no solo los resultados. Para comprender mejor lo que está realmente sucediendo en los procesos, son necesarias políticas de investigación educativa. Explorar a fondo los procesos de enseñanza-aprendizaje que construyen docentes, alumnos, autoridades y padres requiere también de estudios de corte más cualitativos y longitudinales, basados en casos representativos a nivel nacional. Lamentablemente, estos han sido poco valorados y promovidos desde las diferentes gestiones del sector para la magnitud de la crisis educativa que afrontamos. Las políticas para promover la calidad educativa deben tener como punto de partida y de llegada el comprender los procesos cotidianos escolares para mejorarlos, empoderando al docente como actor clave.
A pesar de que varias regiones cuentan con un porcentaje del canon destinado a la investigación regional, poco se ha aprovechado para que las universidades públicas desarrollen políticas de investigación de largo aliento, que aporten a comprender y superar los problemas educativos de su región. Es dramático que en un periodo económico de más recursos, se invierta tan poco y sin una articulación estratégica regional entre las políticas de evaluación, de investigación y de intervención en el campo de la educación básica.
Tomado de: PUNTOEDU. Año 9 N° 275 Del 13 al 19 de mayo del 2013 http://es.scribd.com/fullscreen/141180065
La evaluación no puede convertirse en una actividad repetitiva y sin repercusión en la intervención, como sabemos la evaluación permite analizar los procesos educativos, mejorarlos y reorientar el trabajo si es necesario. Me da la impresión que las pruebas aplicadas a segundo grado sólo se han convertido en una mera actividad de medición y eso no es evaluar. Si los resultados casi son los mismos, entonces hay que cambiar lo que estamos haciendo, busquemos desarrollar un trabajo sistémico que realmente tenga un impacto sobre el aprendizaje de los estudiantes de nuestro país. Saludos Dr. Sime Poma
En mi opinión Sería mejor pensar en pruebas muestrales , con una periodicidad diferente , para evaluar la comprensión lectora y las matemáticas; y rotar para evaluar otras áreas del currículo escolar que se ven relegadas en la política de evaluación y que son relevantes para la formación integral del estudiante .
Soy Elvis Joel Zapata Mendoza, estudiante del segundo de secundaria del Colegio salesiano Don Bosco de Piura.